La situación del sistema público de salud de Brasil por la pandemia de coronavirus es “extremadamente crítica”, advirtió un informe de la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), un centro de referencia en investigación científica.

En 25 de los 27 estados del país, los CTI tienen tasas de ocupación iguales o superiores a 80%, y en 15 regiones el porcentaje es mayor a 90%, señaló el Observatorio Covid-19 de esa institución con sede en la ciudad de Río de Janeiro. De acuerdo con Fiocruz, Brasil atraviesa “el mayor colapso sanitario y hospitalario de su historia”.

El informe señala que los cinco estados en situación más crítica son Río Grande do Sul, con 100% de ocupación de las camas de tratamiento intensivo, Santa Catarina, con 99%, Rondônia, con 98%, el Distrito Federal de Brasilia, con 97%, y Goiás, también con 97%, según citó la revista Fórum. En varias capitales de estados ‒Porto Alegre, Porto Velho, Rio Branco, Cuiabá‒ la ocupación de camas de CTI es total.

Del total de muertes por covid-19 registradas en el mundo, 10,3% ocurrieron en Brasil. Más de 282.400 personas murieron por la enfermedad en ese país, y el número de fallecimientos diarios marca un nuevo récord casi todos los días. El martes, la cifra llegó a 2.840 muertes en 24 horas. Según informó la agencia de noticias Efe, de ese total 1.131 se concentraron en dos de las regiones más críticas, San Pablo y Río Grande do Sul.

“Un conjunto de indicadores, incluidos los promedios móviles de casos y muertes y las tasas de ocupación de los CTI, señalan una situación extremadamente crítica o incluso de colapso en todo el país”, concluyó el informe de Fiocruz. “Con carácter de urgencia es fundamental ampliar e intensificar un conjunto de medidas no farmacológicas, que supriman o bloqueen la transmisión” del virus en el país, advirtió. Los contagios acumulados superan los 11 millones y medio en Brasil.

Fiocruz recomienda algunas medidas para frenar la propagación de la covid-19: restringir actividades no esenciales, promover el uso de tapabocas y acelerar el proceso de vacunación. Hasta ahora, sólo 5% de los habitantes del país recibió al menos una dosis de algunas de las vacunas contra el coronavirus que se están suministrando en el país.

De acuerdo con Fórum, el informe de Fiocruz menciona el caso de Araraquara, una ciudad de San Pablo, para argumentar a favor de medidas rígidas de aislamiento social. “El municipio de Araraquara es uno de los ejemplos actuales de cómo medidas de restricción de actividades no esenciales pueden no sólo evitar el colapso o incluso la prolongación de esta situación en los servicios y sistemas de salud, sino que también resultan en una reducción de la transmisión, los contagios y las muertes, protegiendo la vida y la salud de la población”, afirma Fiocruz. “El bloqueo o lockdown es una estrategia a tener en cuenta en las situaciones más críticas”, agrega.

Autoridades y un punto de inflexión

El miércoles el ministro de Salud saliente, Eduardo Pazuello, que será remplazado en el cargo por el cardiólogo Marcelo Queiroga, dijo que este es un “momento de inflexión” en cuanto a la capacidad del país de hacerle frente a la crisis sanitaria, y que con la producción de vacunas ya en marcha se podrá aumentar la vacunación. “El martes tuvimos un récord de muertes, lo que es muy doloroso, pero es algo que acompaña a lo que está ocurriendo en todo el mundo y, además, tenemos nuevas variaciones [del virus] circulando, lo que provoca un mayor número de muertes”, agregó.

Pazuello habló públicamente en la sede de Fiocruz, que este miércoles entregó 500.000 dosis de la vacuna de Astrazeneca y la Universidad de Oxford producidas en Río de Janeiro. Según las previsiones del ministro, la mitad de la población brasileña, de 212 millones de habitantes, estará inmunizada a mediados de este año, y la otra mitad a fines de 2021. “Controlaremos la pandemia en el segundo semestre”, dijo.

La crisis sanitaria genera está provocando grandes críticas a la administración de Pazuello y al gobierno de Jair Bolsonaro. Según una encuesta de Datafolha, 56% de los brasileños dicen que Bolsonaro no tiene las condiciones para liderar el país. Un sondeo similar pero correspondiente a enero concluía que 50% de los brasileños opinaba de esa manera.

Según informó Carta Capital, el sondeo diferencia las respuestas según distintas características de los encuestados. Entre quienes ganan más de diez salarios mínimos, tienen educación superior o viven en el nordeste, el porcentaje crítico con Bolsonaro crece a 62% o 63%. En cambio, baja en torno a 50% entre los evangélicos y los habitantes del sur, norte y centro-oeste del país.