Con dos mujeres a sus espaldas por primera vez en la historia del país, el mandatario aprovechó la fecha cercana a sus primeros 100 días en el gobierno para rendir cuentas frente a los legisladores y anunciar sus nuevos planes de apoyo social, que se centran principalmente en las familias y en la generación de empleo.

A Biden lo recibió un Capitolio inusualmente vacío a raíz de los protocolos por el coronavirus; a diferencia de otras oportunidades esta vez sólo estuvieron presentes unos 200 de los 535 legisladores estadounidenses. El mandatario comenzó su discurso destacando las figuras de Kamala Harris y Nancy Pelosi: “Señora presidenta, señora vicepresidenta. Ningún presidente ha dicho esas palabras antes. Ya era hora”.

Luego de destacar el “exitoso plan de vacunación” en el país y repasar algunos de los logros obtenidos en los primeros días en la Casa Blanca, como la aprobación de su plan de rescate de 1.900 millones de dólares, Biden se metió de lleno a explicar sus nuevas propuestas ante los legisladores demócratas y republicanos.

Luego del discurso de este miércoles, los medios locales aseguraron que el gobierno de Biden tiene “una de las agendas más progresistas de un presidente estadounidense desde hace más de medio siglo”, y se percibe la intención de “transformar el rol del gobierno federal”.

El plan de familias estadounidenses

El principal anuncio de la noche se centra en “el plan de familias estadounidenses”, una propuesta que deberá aprobar el Poder Legislativo, que se estima en 1.800 millones y abarca temas como la educación, el cuidado infantil y la licencia por maternidad y paternidad pagada, según detalló la cadena CNN.

Para que el plan se apruebe como lo ha presentado la Casa Blanca será necesario mucho debate en el Congreso. De hecho, según consigna el diario español El Mundo, el senador demócrata Joe Manchin -el más conservador de la bancada del partido de Biden- ya aseguró que es “un montón de dinero”.

Entre las propuestas de este plan se incluye una ayuda para que las familias puedan pagar las guarderías. Según explicó Biden, se buscará que las familias de ingresos bajos y medios no paguen más de 7% de sus ingresos en cuidado infantil de niños menores de cinco años. Asimismo, Biden pide al gobierno federal que invierta 200.000 millones de dólares en educación preescolar universal para todos los niños de tres y cuatro años de edad.

Por otra parte, se aumentará el salario de los docentes de primera infancia, que pasarán a ganar 15 dólares la hora en vez de los 12 dólares actuales. El Plan de Familias Estadounidenses busca solucionar la escasez de maestros y adelantarse a la demanda de educadores de nivel inicial.

Otra de las propuestas de Biden es hacer que las universidades comunitarias sean gratuitas. Con una inversión de 109.000 millones de dólares espera que al menos los dos primeros años sean gratis; si logra obtener el respaldo de todos los estados, esta medida implicaría que más de cinco millones de estudiantes no paguen matrículas ni cuotas.

También relacionado al cuidado familiar, Biden propuso hacer fijas algunas políticas excepcionales que se habían generado para paliar las consecuencias de la pandemia. Por ejemplo, busca ofrecer hasta 12 semanas de baja por enfermedad o por cuidados de un familiar enfermo, durante las cuales se mantenga el salario como mínimo en 66% del total. Asimismo, propone seguir exonerando de impuestos a familias con hijos, como se hizo hasta diciembre.

“Ya es hora de que los más ricos paguen su cuota justa de impuestos”

Biden también presentó un programa que complementa el ya aprobado en enero por el Congreso. El Plan de Empleo Estadounidense se propone aumentar la producción industrial nacional de forma sostenible. El programa buscará que se aumente el salario mínimo a 15 dólares la hora y que se impulse la producción local industrial y tecnológica. Biden ejemplificó: “No hay razón para que las aspas de las turbinas eólicas no se puedan construir en Pittsburgh en lugar de en Pekín”, consignó BBC. El mandatario aseguró que el proyecto “creará millones de empleos bien remunerados, empleos con los que los estadounidenses pueden cuidar a sus familias”.

Para financiar este programa y el de las familias, Biden terminará con la reducción de los impuestos a los sectores más ricos que había instalado su antecesor Donald Trump; en particular aumentará los impuestos a la renta del capital para el 0,3% más rico del país. “Es hora de que las empresas estadounidenses y el 1% más rico de los estadounidenses paguen lo que les corresponde, simplemente paguen la cuota justa”, dijo Biden a los legisladores.

El mandatario hizo referencia a un estudio que asegura que “55% de las grandes empresas pagó cero impuestos federales el año pasado”, aunque lograron 40.000 millones de dólares en beneficios, y según resaltó muchas evadieron impuestos o se acogieron a beneficios y deducciones por contratar a personas fuera de Estados Unidos. “Eso no está bien”, subrayó Biden.

El presidente estadounidense explicó que los que ganan 400.000 dólares o más al año volverán a tributar 39,6%, como lo hacían en el gobierno del republicano de George W Bush (2001-2009), y aseguró que ya no permitirá que “los más ricos paguen muy por debajo de lo que deberían según sus ganancias”. En esta línea detalló que el departamento de Hacienda actuará con “mano dura” con los millonarios que pretendan “engañar” sobre sus ganancias.

Biden también hizo referencia a la política exterior en su discurso y en ese momento hizo una defensa de la democracia, en contraposición a China, y también aprovechó para marcar su postura ante el ataque al Capitolio en enero. “Los adversarios de Estados Unidos -los autócratas del mundo- han apostado que no porque piensan que estamos llenos de furia y división y odio. Han visto las imágenes de la masa que asaltó el Capitolio como la prueba de que el sol se está poniendo en la democracia estadounidense. Están equivocados”, concluyó.

Además, el mandatario hizo una defensa de la clase media y de los trabajadores. Biden subrayó: “Wall Street no construyó este país, lo construyeron la clase media, y los sindicatos”.