El presidente estadounidense, Joe Biden, anunciaría este miércoles que las tropas de su país desplegadas en Afganistán se retirarán antes del 11 de setiembre, fecha en la que se conmemoran los 20 años del atentado a las Torres Gemelas y al Pentágono. Esta decisión implica extender el plazo del 1º de mayo que había negociado con los talibanes su antecesor, Donald Trump.

A pesar de las amenazas de ataques del grupo islámico radical, Biden tomó la decisión en el entendido que se busca garantizar una retirada “segura y ordenada”, sin condiciones impuestas por los talibanes, explicó una fuente del gobierno a The Washington Post días atrás; de lo contrario, sería “la receta para seguir en Afganistán para siempre”.

La misma fuente detalló que se comunicó a los talibanes, “en términos muy claros, que si lanzan ataques contra Estados Unidos o las fuerzas aliadas mientras realizamos esta retirada” responderán “de forma dura”.

La guerra de Afganistán es la más larga en la que se ha visto envuelto Estados Unidos. Comenzó en manos del expresidente republicano George W Bush en octubre de 2001, como respuesta a los ataques terroristas en Nueva York y Washington liderados por Osama bin Laden y otros líderes de Al Qaeda. En los últimos 20 años, Estados Unidos lideró la coalición internacional que buscó expulsar a los talibanes de Afganistán, pero sin mayores resultados.

La cifra oficial de soldados desplegados en Afganistán es de 2.500 efectivos, pero se estima que puedan ser más de 3.000 los militares estadounidenses y se calcula que hay unos 7.000 militares de la coalición de aliados, impulsada por los países de la OTAN, recuerda El País de España. A propósito de la OTAN, el organismo anunció que está coordinando con Estados Unidos para retirar simultáneamente sus tropas de la nación afgana.

“Siempre hemos dicho que vamos a entrar juntos y vamos a salir juntos”, dijo la ministra de Defensa de Alemania, Annegret Kramp-Karrenbauer en una entrevista realizada por la cadena pública alemana ARD, recogida por Reuters.

Biden no es el primero que incluye entre sus promesas de campaña la retirada del país de Medio Oriente. El expresidente Barack Obama dijo que 2011 sería la fecha de regreso de las tropas, algo que también prometió Trump y no llegó a cumplir en su mandato.

El nuevo anuncio de retirada no cayó bien entre los afganos que cuentan con el apoyo de los países occidentales para evitar el avance en el territorio de los talibanes. Según un informe de evaluación de amenazas que publicó este martes el director de la inteligencia nacional estadounidense, los talibanes están “confiados en que pueden lograr la victoria militar”.

“Las fuerzas afganas continúan asegurando las ciudades más importantes y otros bastiones del gobierno, pero siguen atadas en misiones defensivas y han tenido dificultades para mantener territorio recapturado o para restablecer una presencia en las áreas abandonadas en 2020”, se advierte en el documento. Desde el gobierno afgano ya se había rechazado el plan de intervención de Biden, en el que el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, sugería al presidente Ashraf Ghani compartir el poder con los talibanes de forma transitoria e implicar en el proceso a países vecinos.

Por otra parte, el movimiento civil afgano estudia con preocupación la retirada, con temor a los cambios que provoque un posible nuevo mandato talibán, que implicaría la imposición de su visión del islam suní, como hicieron cuando gobernaron el país entre 1996 y 2001. Entre otras cosas, determina un retroceso para las mujeres, por la creencia de que no pueden participar de actividades educativas y culturales, consigna la agencia Europa Press.