El ministro de Desarrollo Social, Pablo Bartol, se refirió el domingo de noche a la situación económica que vive el país y dijo que la pandemia “agarró a mucha gente colgada del pincel”. “Cuando en época de bonanza tú no ahorras para poder invertir en sacar a la gente de la pobreza, si te agarra un evento de esta naturaleza sin reservas, tenés que endeudarte más para poder ayudar, y esa es la restricción”, afirmó en Polémica en el bar, de Canal 10.

Según dijo, es desesperante querer ayudar “mucho más” y “que no haya con qué”. En ese sentido, cuestionó al Frente Amplio por proponer la implementación de un salario de emergencia básico, ya que si se les hubiera dado 13.000 pesos a 100.000 personas, actualmente “no tendríamos nada”, como les pasó “a nuestros vecinos”.

En ese sentido, Bartol dijo que la cartera seguirá ayudando, “como se ha estado haciendo hasta ahora”, con las transferencias monetarias, el apoyo a las ollas, entre otras medidas. También dijo que es necesario dar incentivos “muy fuertes para que la gente pueda volver a trabajar presencial”.

Para el titular de Desarrollo Social, no se trata del apoyo que pueda dar el Estado, sino de que haya “incentivos a la inversión, porque lo que saca a la gente de la pobreza son los sueldos”. No obstante, señaló que las empresas argumentan que las personas se presentan sin las habilidades que se precisan.

Sobre este punto, Bartol entiende que hay que “ayudar a un cambio de actitud” porque existe un “problema de relacionamiento con el mundo laboral”. “Yo tengo bastante vínculo con el mundo de las fábricas, ¿y qué es lo que más te dicen? El grado de ausentismo es enorme”, indicó.

El ministro opinó que es necesario pensar estrategias para los cambios en el mundo del trabajo y “que la gente deje de estudiar algunas cosas en las que ya no hay demanda” y se desarrolle en las que sí hay, por ejemplo, en el sector de las TIC. “En Uruguay hay montada una fábrica de satélites, si tuviéramos más gente...”, manifestó.

“Tengo 15 años de trabajo en Casavalle, con gente que tenía esos problemas [necesidades básicas insatisfechas], y con actitud y el curso y el entrenamiento adecuado llegó lejísimos. Los pies en el barro o frío en la noche no impiden que la gente tenga una garra enorme, ganas de aprender, y con eso, dándole el entrenamiento adecuado la gente llega muy lejos”, afirmó.

A modo de ejemplo, dijo que cuando viajó a Angola anduvo en helicóptero y el piloto “era analfabeto; no sabía leer, no sabía escribir, no sabía nada de matemáticas, pero agarró el helicóptero, lo llevaba de un lado al otro [...] lo habían entrenado para manejar un helicóptero y siendo analfabeto le decían esos controles van ‘así y así’. Hay laburos para los que se necesita mucha educación, de tipo universitario, pero hay otros para los que se necesita cursos de entrenamiento para que la gente salga adelante”, manifestó.

Las ollas

Los integrantes de la coordinadora de ollas populares denunciaron este viernes que hace un mes que el Instituto Nacional de Alimentación (INDA) del Mides no brinda apoyo alimentario a las ollas y a los merenderos. Tampoco han recibido la “inversión adicional” de 200 millones de pesos que anunció el gobierno el 2 de marzo.

Al respecto, Bartol dijo que se están dando “todas las ayudas” que se habían prometido y que este martes se reunirá con la coordinadora para terminar de incorporar las ollas que faltan al sistema. De todas formas, reconoció que lo que se estaba dando por el INDA ahora se hace por un “sistema flexible”, por intermedio de la organización Uruguay Adelante.

Según detalló, a través de dicha organización se otorgó 28 toneladas de alimentos la semana pasada y “una parte” de los 200 millones de pesos se transfirió a Uruguay Adelante y otra parte a las intendencias.