El presidente argentino, Alberto Fernández, hizo referencia este martes a la decisión que se anunció el lunes por la noche de cerrar las exportaciones de carne vacuna del país por 30 días para enfrentar la suba de precios en el mercado interno. “No podemos seguir viendo cómo el precio de la carne crece sin ningún justificativo”, dijo, y agregó que se necesita “poner en orden el mercado interno”.

En una entrevista con la radio 10, Fernández explicó que el objetivo de la medida es “volver a poner el precio de la carne en sintonía con la capacidad de compra de los argentinos y la de un exportador”.

El presidente comentó que antes de comunicar la medida, el lunes mantuvo una reunión con los exportadores de carne y les explicó que “se desmadró claramente la situación”. En su opinión, la reunión fue “muy correcta, en buen tono; ellos entienden el problema, pero no les gusta la solución, pero les pedí que ayuden a poner en orden el mercado interno para luego volver a abrir”.

El mandatario subrayó que era prioridad “poner orden en quiénes exportan [carne] y poner en orden el Mercado de Liniers”, en referencia al mercado de haciendas ubicado en ese barrio porteño, que es el centro comercializador de haciendas vacunas en pie que abastece a la industria frigorífica de Buenos Aires. De acuerdo a la visión expresada por Fernández, la razón del “desmadre” tiene que ver con el precio al que China está dispuesta a comprar la carne argentina y a las políticas de “total apertura del sector” que impulsó el expresidente Mauricio Macri.

“Ha sido una gran tentación la aparición de China comprando carne, porque paga precios muy altos y para todos se vuelve una oportunidad única”, dijo. No obstante, señaló que esto no implicó un incremento en la cantidad de toneladas faenadas ni de cabezas ofrecidas al mercado. “75% del 80% total que se exporta va a China. El precio internacional subió tanto por la demanda grande, [porque] empezó a competir con el precio interno”, agregó el presidente argentino.

Este martes y en respuesta a la medida adoptada por el gobierno, los integrantes de la Mesa de Enlace, un cónclave de federaciones y agrupaciones patronales agrarias y agrícolas, decidieron organizar un paro de comercialización de todas las categorías de hacienda vacuna, que se extenderá desde el jueves 20 hasta el viernes 28 de mayo, de acuerdo a lo que informó el portal Infobae.

Los dirigentes de Confederaciones Rurales Argentinas aseguran en un comunicado que “es un error la medida que anunció el gobierno. Es una marcha atrás para el desarrollo y crecimiento de la ganadería”. Por otra parte, el presidente de la Sociedad Rural Argentina, Daniel Pelegrina, dijo en declaraciones a la prensa: “No puede ser que sigan avanzando con medidas que más que nada buscan distraer como objetivo final”. El presidente de la Federación Agraria Argentina, Carlos Achetoni, opinó en declaraciones al canal TN que la situación se parece a una medida similar tomada en relación al maíz: “Cuando estábamos pensando en bajar retenciones, nos cerraron la exportación de maíz. Ahora estábamos viendo [la posibilidad de] generar algún tipo de estímulo, y cierran la exportación de carne”.

Pero si para las patronales rurales la medida anunciada por el gobierno fue mala, no lo fue para la Asociación de Propietarios de Carnicerías. Según expresó a la agencia de noticias Télam el presidente de esta entidad, Alberto Williams, la disposición oficial de cerrar las exportaciones de carnes por 30 días “es buena” y debería ser el punto de partida para “organizar este mercado que se disparó”. “La medida por este momento es buena; en el Mercado de Liniers hay un problema: no está entrando la suficiente hacienda para el consumo interno, habrá que ver qué pasa y cómo continúa todo esto; ojalá que sea para bien del consumidor”, explicó.

Williams dijo también que “a las carnicerías carne no nos faltó, pero con este precio es imposible seguir trabajando; ya la gente prácticamente no va a comprar carne porque un kilo de milanesas a 850 pesos [casi 400 pesos uruguayos] es un disparate, no da para el bolsillo del consumidor argentino”.