En la residencia presidencial, el Palacio de la Alvorada, y frente a sus partidarios, Jair Bolsonaro volvió a hacer declaraciones contra las medidas de distanciamiento social recomendadas para evitar la propagación del coronavirus. En momentos en que una comisión investigadora del Senado analiza si el presidente de Brasil y su gobierno cometieron delitos en la gestión de la pandemia, Bolsonaro llamó “idiotas” a quienes recomiendan quedarse en casa o cumplen con esa medida.
Después de homenajear al sector agrario en un acto oficial, Bolsonaro dijo que “el agro realmente no paró” y agregó: “Hay unos idiotas que dicen ‘quedate en casa’. Hay algunos idiotas que hasta hoy se quedan en casa. Si el campo se hubiera quedado en casa, ese tipo se hubiese muerto de hambre, ese idiota hubiese muerto de hambre”.
La comisión investigadora que indaga si Bolsonaro y su gobierno pudieron haber evitado la crisis sanitaria que hoy afecta a Brasil recibirá el miércoles a otro testigo, el excanciller Ernesto Araújo. Los propios aliados de Bolsonaro forzaron la salida de Araújo del Ministerio de Relaciones Exteriores porque creen que sus declaraciones públicas en contra de China y de las vacunas dificultaron las negociaciones para que la población brasileña accediera a inmunizarse. Además, Araújo se encargó de establecer los vínculos con distintos países para conseguir los insumos necesarios para enfrentar la pandemia y fue el articulador con entidades como la Organización Mundial de la Salud. Por eso su accionar y su discurso están entre los asuntos de interés de la comisión.
Durante su gestión, el gobierno promovió intensamente el uso de la cloroquina, un antipalúdico que no está recomendado para tratar la covid-19 y que también el presidente de Brasil impulsó desde el comienzo de la pandemia para evitar cierres de la actividad y cuarentenas. El Senado investiga si existió una política de salud impulsada en acuerdo entre el presidente y su hijo Carlos Bolsonaro junto con empresarios, de espaldas a los expertos y las autoridades en materia sanitaria, para promover la cloroquina. Según se informó hasta ahora, integrantes de la comisión consideran que ya existen indicios de que se cometieron delitos.
También está previsto que declare esta semana ante la comisión investigadora del Senado el exministro de Salud Eduardo Pazuello. Si bien el Supremo Tribunal Federal (STF) accedió a un hábeas corpus reclamado por el gobierno para que Pazuello no fuera obligado a declarar contra sí mismo, esa medida no evita que declare contra terceros, entre otros, el propio Bolsonaro. Así lo ratificó uno de los ministros del STF, Ricardo Lewandowski. En esta resolución se apoyan varios parlamentarios que integran la comisión para intentar obtener información del extitular de Salud, según informaron Folha de São Paulo y Jornal de Brasília.
Los senadores se proponen pedirle a Pazuello datos sobre el proceso de negociación para la compra de vacunas y también sobre la adquisición de medicamentos que el gobierno promovió. Un punto de interés para los senadores es el papel de Carlos Wizard, un empresario que asesoró a Pazuello y que llegó a insinuar que los gobiernos locales –alcaldes y gobernadores– inflaban sus números de muertes por covid-19 para recibir fondos. Por otra parte, mientras Pazuello estuvo al frente del ministerio el gobierno de Brasil dejó sin respuesta una oferta de Pfizer para venderle 70 millones de dosis de su vacuna, que finalmente el país compró, pero más tarde, cuando la crisis sanitaria era más aguda.
De acuerdo con Jornal de Brasília, los senadores oficialistas, que son minoría en la comisión, están preocupados por los testimonios de Pazuello y Araújo porque, a su entender, carecen de la habilidad política necesaria para salir bien parados de la comparecencia. Ante la comisión investigadora ya declararon, entre muchos otros funcionarios, los dos ministros de Salud que ocuparon el cargo antes que Pazuello, Luiz Henrique Mandetta y Nelson Teich, quienes informaron sobre las diferencias que mantuvieron con el presidente acerca de cómo enfrentar la pandemia. En el caso de Mandetta, relató que en su momento le había informado al gobierno de los riesgos que podía implicar el coronavirus y del posible impacto en la población.
De acuerdo con datos publicados por Folha de São Paulo, Brasil acumulaba al lunes casi 435.000 muertes por covid-19 y 15 millones de contagios, mientras que la vacunación alcanzaba a 24% de la población con una dosis y a 12% con las dos.