La agitación social que desde hace casi dos semanas sacude a Colombia prosigue, con movilizaciones y protestas en varios puntos del país. Este lunes el presidente Iván Duque finalmente se reunió con los principales voceros del Comité Nacional de Paro, órgano que está al frente de una parte de las movilizaciones, pero el diálogo no llegó a buen término. El mandatario y los representantes se encontraron durante más de tres horas en la Casa de Nariño, la residencia del mandatario colombiano ubicada en Bogotá, pero según manifestaron voceros del comité, “no se llegó a acuerdos. No se ha mostrado empatía con las víctimas. Hemos exigido que se pare la masacre, que se pare la violencia oficial y privada contra las personas que están ejerciendo el derecho legítimo a la protesta”.

De acuerdo a lo que informó el diario El Tiempo, luego de la reunión, a la que asistieron líderes sindicales y de otros sectores vinculados a la protesta, se anunció una nueva movilización a nivel nacional que se llevará a cabo este miércoles.

Jennifer Pedraza, una de las líderes estudiantiles, señaló que “esto es una reedición de lo que pasó en noviembre de 2019 cuando se desconocieron las exigencias. El discurso de Iván Duque fue complaciente con los usos excesivos de la fuerza”.

El Comité Nacional de Paro llegó a hablar con el gobierno con una plataforma de puntos entre los que estaban el fortalecimiento del sistema de vacunación contra el coronavirus, una renta básica, la defensa de la producción nacional, el subsidio a las pequeñas y medianas empresas, y también demandas referentes al uso de agroquímicos. Duque manifestó durante el encuentro su “voluntad de diseñar acuerdos y soluciones en beneficio del país y que logremos, en consenso, respuestas rápidas y necesarias para el beneficio de los colombianos”, pero en lo concreto no se llegó a nada.

El epicentro de las protestas es la ciudad de Cali, cuya economía se vio particularmente afectada por la pandemia de coronavirus. La mayor parte de los muertos durante las movilizaciones a manos de las fuerzas de seguridad del Estado se registraron en esta ciudad, capital del departamento del Valle del Cauca y la tercera más poblada del país después de Bogotá y Medellín.

En las primeras horas del lunes Duque voló desde la capital hacia Cali, donde en la madrugada se reunió con las principales autoridades de la región, la gobernadora del departamento del Valle del Cauca, Clara Luz Roldán, y el alcalde de la ciudad, Jorge Iván Ospina. Luego de la reunión con los líderes políticos, quien encabeza el Ejecutivo colombiano anunció nuevas medidas para “restablecer el orden público”.

Posteriormente y antes de volar nuevamente hacia Bogotá, Duque ordenó al Ministerio de Defensa que despliegue al máximo la Fuerza Pública y a los manifestantes que levanten los bloqueos en todo el departamento, especialmente a la guardia indígena, organizada en la plataforma denominada Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), de acuerdo a lo que informó la radio RCN.

“El despliegue que se ha pedido no es un despliegue para generar confrontación con la ciudadanía; todo lo contrario, es para generar sentimientos de protección en la ciudadanía. Nuestra responsabilidad no es actuar con brutalidad ni de manera demencial, sino actuar en el marco de todas las competencias y estricto apego a la protección de los derechos humanos”, afirmó el mandatario. Sin embargo, en los hechos la situación no parece ser la descrita por Duque. El domingo por la tarde integrantes del CRIC denunciaron haber sido baleados por personas vestidas de civil, resultando heridas ocho integrantes de este colectivo.