Al mismo tiempo que los mediadores egipcios continuaban trabajando para garantizar un cese definitivo y prolongado al fuego entre las fuerzas israelíes y Hamas, funcionarios municipales y voluntarios comenzaron la remoción de escombros, paso previo al comienzo de la reconstrucción de las numerosas edificaciones destruidas en la Franja de Gaza durante el conflicto bélico que se prolongó durante 11 días.
En una entrevista con la cadena ABC, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, prometió que la administración de Joe Biden se ocupará de “la grave situación humanitaria en Gaza” y buscará “medidas igualitarias de seguridad” para israelíes y palestinos. Más de 240 personas murieron en Gaza como consecuencia de los bombardeos israelíes, entre ellos más de 60 menores de edad, y una docena fallecieron en Israel por los ataques de Hamas, conflicto que marcó la primera gran crisis diplomática para el gobierno de Biden.
Blinken dijo durante la entrevista con la cadena televisiva que el alto al fuego era fundamental “para poder dar un giro hacia la construcción de algo más positivo”, y afirmó que Estados Unidos apoya una solución de dos estados.
El funcionario dijo que lo urgente ahora es comenzar a resolver la grave situación humanitaria en Gaza y, posteriormente, la reconstrucción de las enormes pérdidas materiales. “Es de vital importancia que los palestinos sientan esperanza, tengan oportunidades y puedan vivir con seguridad, tal como lo es para los israelíes, y para ello debe haber medidas equitativas”, agregó Blinken.
Interrogado sobre cómo Estados Unidos apoyaría la reconstrucción en Gaza sin financiar a Hamas, la organización que gobierna dicho territorio palestino, Blinken dijo que la administración de Biden tratará de aportar a “entidades confiables que pueden ayudar a hacer la reconstrucción y aportar al desarrollo”, y a la vez manifestó que Hamas “no ha traído más que la ruina al pueblo palestino”.
Blinken reconoció “el trabajo diplomático implacable, decidido y silencioso” de Biden para negociar el alto al fuego, pero evitó hacer referencia a los llamamientos dentro del sector más progresista del Partido Demócrata para frenar la venta de armas a Israel.
La postura de Biden sobre el conflicto había sido criticada por varios legisladores de su partido, incluida Rashida Tlaib, quien es de origen palestino, quienes le habían pedido al mandatario adoptar una posición más firme sobre la escalada bélica emprendida por el Ejército israelí sobre Gaza.
A propósito de este tema habló el domingo el senador Bernie Sanders, quien presentó una moción en el Senado para bloquear la venta de armas de Estados Unidos a Israel por 735 millones de dólares, y a la vez reclamó un “enfoque imparcial del conflicto palestino-israelí”.
En declaraciones a la cadena CBS consignadas por el diario inglés The Guardian, Sanders dijo que “la situación es muy compleja. De un lado está Hamas, un grupo terrorista. Del otro, un gobierno israelí de derecha, por lo que la situación es muy difícil. Yo lo que digo es que Estados Unidos tiene que trabajar para liderar y unir a las personas, no para suministrar armas para matar niños en Gaza”.