“Se desmadró la situación. No podemos seguir viendo cómo el precio de la carne crece sin ningún justificativo”, dijo este martes el presidente argentino, Alberto Fernández, en defensa de la medida anunciada en las últimas horas que suspendió por 30 días las ventas al exterior de cortes de carne en busca de frenar la inflación y “poner en orden el mercado interno”. El país vecino es el cuarto exportador mundial del producto y estos hechos se miran de reojo desde Uruguay, ya que la carne fue el principal rubro exportador en 2020 y lidera el ranking en los cuatro primeros meses de este año.

La industria frigorífica no prevé grandes variaciones en los niveles de venta ni en los precios por lo que ocurre en Argentina; por el contrario, preocupan a nivel empresarial los impactos negativos en la reputación de la región por el incumplimiento de contratos. 

El ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Carlos María Uriarte, previó que la salida del mercado cárnico “de un actor tan importante” como Argentina puede provocar una mayor demanda desde China, lo que es una oportunidad para Uruguay, pero también mostró “cierto grado de preocupación” porque a mediano plazo se revierta el efecto de precios.

La decisión fue comunicada por el presidente argentino a los productores en una reunión el lunes en la noche. “Ellos entienden el problema, pero no les gusta la solución”, indicó el mandatario, quien sostuvo que la razón del “desmadre” está vinculada al precio que China está dispuesta a pagar por la carne y las políticas de “total apertura del sector” impulsadas durante el gobierno de Mauricio Macri (2015-2019).

La cuestión de fondo pasa por contener la inflación, que en Argentina creció 46% en el último año según las cifras oficiales, mientras que los cortes de carne vacuna se incrementaron 65% según el Instituto de Promoción de Carne Vacuna Argentina (Ipcva).

El economista Alfonso Capurro, gerente senior de la consultora CPA, explicó a la diaria que con la medida el gobierno de Fernández pretende “aislar el contagio de precios del mercado internacional al local”, es decir que el crecimiento de los valores de exportación no se trasladen a los consumidores. Sin embargo, se trata de una solución “cortoplacista” y “oportunista”, mirando más a la elección legislativa de octubre que a largo plazo, porque afectará la decisión de inversión de los productores, apuntó el analista.

La Mesa de Enlace de Entidades Agropecuarias —que agrupa a federaciones del sector— anunció un paro de abastecimiento de carne vacuna entre este jueves y el viernes de la próxima semana. “La medida es un error del gobierno, es una marcha atrás para el desarrollo y crecimiento de la ganadería”, expresó la Confederación Rural Argentina.

Capurro manifestó: “Si el negocio no les sirve, dejarán de producir, liquidarán el stock. La historia muestra que estas medidas no han funcionado. Se aumenta la oferta artificialmente y se mantienen los precios, pero en dos o tres años la baja del stock empieza a pesar en la oferta local y terminás importando carne, como le pasó a Argentina hace cuatro o cinco años, y ahí sí no tenés otra que pagar el precio internacional”.

El economista sostuvo que todo indica que el gobierno argentino extenderá por más de un mes las restricciones y podría volver a esquemas proteccionistas aplicados en los gobiernos de Néstor Kirchner (2003-2007) y Cristina Fernández (2007-2015). En 2006 se habían suspendido las exportaciones de carne y años después se implementó un registro de exportación. 

Sobre esto también opinó Uriarte, quien planteó otro panorama: “Esta medida no es igual a la que tomó Kirchner, que fue por años, porque esto es por 30 días. El agujero que puede dejar en el mercado chino en estos momentos no es el mismo que el que dejó hace años”.

Por su parte, en diálogo con la diaria, el presidente de la Cámara de la Industria Frigorífica, Daniel Bellerati, manifestó: “Es una política que desvirtúa los precios de mercado, afecta la imagen de Argentina y los países del Mercosur. No le va a cambiar nada al consumidor argentino. Podrá implicar una rebaja mínima en el precio de la carne, pero no es la solución”.

El empresario agregó que el momento para implementar la medida por parte de Alberto Fernández tampoco fue el mejor: “En este momento en Argentina y Uruguay estamos exportando Cuota Hilton [un acceso preferencial para carne de alta calidad] que debe llegar antes del 30 de junio a la Unión Europea. Cerrar [la exportación] en este momento, antes del verano europeo, que es cuando hay más consumo de carne, provoca un daño a restaurantes y comercios que es el triple que si hubiera sido en diciembre”.

Oportunidades y riesgos para Uruguay

Bellerati dijo que son “difíciles de prever” los impactos de la medida de Argentina en Uruguay, aunque no piensa “que pueda tener muchas consecuencias del punto de vista de los precios”. Sí señaló que la decisión del gobierno vecino “hace daño” porque “atrasa el cumplimiento de contratos” de exportación ya firmados por productores argentinos, pero más allá de eso, por un parate de 30 días, “no va a cambiar la posición de los importadores chinos”. Además, subrayó: “Ganar prestigio de país cumplidor de contratos es una política de años y volver a recomponerla es brutal”.

En tanto, Capurro indicó que “va a haber un competidor menos o con menos potencial de producción”, no sólo a corto plazo, sino a mediano y largo plazo —por la retracción de las inversiones en el sector ganadero—, lo que podría aprovechar Uruguay.

El ministro de Ganadería manifestó, en diálogo con Montevideo Portal, que “la salida del mercado” de un país que exporta 3.000 millones de dólares de carne al año va a producir “un fortalecimiento de las necesidades” de China, es decir que demandará más a otros mercados y Uruguay podría verse favorecido. Pero Uriarte advirtió que esto puede terminar repitiendo un ciclo de precios como ocurrió hace dos años, con un alza y posterior desplome.

“Se pueden dar niveles de precios [altos] como en 2019, que después determinaron reacciones de los mercados o medidas espejo. Como los precios se iban tan alto, China resolvió cortar sus importaciones y renegociar todo lo que se había hecho en ese momento”, explicó Uriarte. En esa línea, sostuvo que para Uruguay es preferible “mantener un nivel de precios favorables y constantes, porque a picos de alta, le siguen normalmente picos de baja”.

La carne lidera la oferta exportadora de Uruguay

En los primeros cuatro meses del año, Uruguay exportó 618 millones de dólares de carne, 28% más que en igual período de 2020. El monto está cerca de duplicar al segundo producto más exportado en lo que va del año, la celulosa, con 388 millones de dólares. 

En el acumulado del año pasado las ventas de carne alcanzaron 1.585 millones de dólares, explicaron el 20% de la canasta exportadora de Uruguay y lideraron el ranking de productos pese a un descenso de 11% frente a los valores de 2019. 

En un informe de abril del Instituto Uruguay XXI —agencia gubernamental con foco en la inversión y exportaciones— se menciona que el índice de precios internacionales de la carne bovina lleva varios meses de suba ininterrumpida y se espera para 2021 que los valores “se incrementen, en la medida que la demanda siga permitiendo trasladar los mayores costos de producción [como el incremento de los granos]”.

Consultado Bellerati sobre si en la historia de Uruguay existe algún antecedente de medida similar a la que tomó Argentina, respondió: “Jamás. Todos los gobiernos en los últimos 100 años han tenido claro que debemos tener clientes que confíen en nosotros. Somos un país chico, pero somos una potencia en la exportación de carne, entonces tenemos que cuidar el prestigio”. 

El empresario concluyó: “Ya tenemos bastantes críticos alrededor del mundo que dicen cosas no ajustadas con la realidad, están los que defienden la carne sintética, y este tipo de medidas [como la de Argentina] va en la dirección de los detractores de la carne”.