En las primeras horas del jueves, portavoces del Ejército israelí informaron que tanto la fuerza aérea como tropas por tierra siguen atacando la Franja de Gaza, en el marco de la acción bélica que comenzó el lunes y que hasta el momento sólo ha empeorado en cuanto a sus niveles de violencia.

En los cuatro días transcurridos desde que comenzó la denominada Operación Guardianes de los Muros, las fuerzas israelíes atacaron más de 700 objetivos de Hamas y mataron a 60 integrantes de la organización que gobierna el territorio de Gaza, incluyendo diez comandantes de alto rango de la rama militar de la entidad islamista.

En total, según cifras oficiales de las autoridades sanitarias palestinas de Gaza, desde que comenzaron los ataques israelíes murieron 109 personas, incluyendo 29 menores de edad, y cerca de 600 personas fueron heridas.

En Israel los muertos son ocho y los heridos son cerca de 60, debido a los lanzamientos de misiles que Hamas realiza diariamente desde Gaza a diversas ciudades israelíes. Por ahora el final de la ofensiva de Israel no parece cercano. El miércoles trascendió que el Ejecutivo que preside Benjamín Netanyahu rechazó un alto al fuego que había sido formulado por Hamas, y en la noche del jueves el dirigente del Likud confirmó esta postura beligerante.

“Seguiremos haciendo lo que estamos haciendo con gran intensidad. Aún no se ha pronunciado la última palabra y esta operación continuará el tiempo que sea necesario”, dijo Netanyahu, de acuerdo a lo que informaron medios israelíes.

Netanyahu agregó que se respaldará “a la Policía, la Policía de Fronteras y el resto de las fuerzas de seguridad para restaurar la ley y el orden en las ciudades de Israel; no toleraremos la anarquía”.

En esta última afirmación el primer ministro hacía referencia a los numerosos incidentes entre civiles que se están registrando desde el martes en varias ciudades israelíes donde conviven judíos y árabes.

El epicentro de estas hostilidades étnicas es la ciudad de Lod, en el centro del país, pero esta realidad se replicó en muchas otras localidades, donde la Policía no pudo evitar los desbordes de los grupos radicales.

En la noche de este jueves trascendió que, durante una reunión con el gabinete de gobierno, el comandante de la Policía de Fronteras de Israel, Yaacov Shabtai, acusó al diputado ultraderechista Itamar Ben-Gvir de estar detrás de la organización de los grupos extremistas judíos que están atacando a ciudadanos árabes israelíes en varios puntos del país. Shabtai denunció que cada vez que la Policía logra controlar las acciones violentas, los grupos afines a Ben-Gvir aparecen y reavivan los ataques sectarios.

Ben-Gvir es representante del Partido Sionista Religioso, un grupo de extrema derecha heredero de la organización Kach, grupo terrorista judío ilegalizado hace casi tres décadas, pero que en la actualidad volvió a surgir y es aliado político de Netanyahu.

Más temprano había trascendido que el primer ministro quería militarizar las zonas más problemáticas, pero al parecer el ministro de Defensa, Benny Gantz, más moderado, frenó el intento de Netanyahu.

Mientras tanto, desde el exterior siguen apareciendo las voces que piden un cese de las hostilidades. El jueves el presidente ruso, Vladimir Putin, y el secretario general de la ONU, el portugués Antonio Guterres, pidieron durante una videollamada que se ponga fin a los combates entre Israel y los palestinos.

“A la luz de la escalada en el conflicto palestino-israelí, se señaló que el objetivo principal es detener los actos violentos de ambos lados y garantizar la seguridad de la población civil”, expresó el Kremlin mediante un comunicado.

Por otra parte, la secretaria de Prensa del gobierno estadounidense, Jen Psaki, dijo a la agencia Reuters que en este momento “Egipto, Túnez y otros países de la región pueden desempeñar un papel a corto plazo en la reducción del conflicto en curso”.

En esta línea, la cadena catarí Al Jazeera informó, citando a fuentes de la inteligencia egipcia, que una delegación de diplomáticos de ese país se encuentra en Tel Aviv para conversar con funcionarios israelíes como parte de los esfuerzos para negociar un alto el fuego.

Los dos funcionarios que hablaron bajo condición de anonimato con el canal de televisión árabe expresaron que la misma delegación que ahora se encuentra en Israel se reunió con funcionarios de Hamas en la Franja de Gaza, y posteriormente se trasladaron hasta Tel Aviv por vía terrestre.