Las dos organizaciones políticas que integran el gobierno de España, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Unidas Podemos, sufrieron una gran derrota en las elecciones del martes en la comunidad de Madrid, la región en la que se encuentra la capital española. En el caso de Unidas Podemos, la caída motivó la renuncia de su candidato, Pablo Iglesias, quien anunció que se retira de la política partidaria. “Ser útil para Unidas Podemos es mi mayor aspiración, pero más allá del cariño de los compañeros, es evidente que a día de hoy no contribuyo a sumar”, dijo. Su decisión generó reacciones de apoyo y de rechazo.

“Pablo Iglesias, respeto eterno”, tuiteó Gabriel Rufián, diputado de Esquerra Republicana de Catalunya. A su vez, el exdirigente de Podemos Íñigo Errejón, que se distanció de Iglesias y se fue del partido, reconoció que este “ha desempeñado un papel fundamental en la política en España”.

Por su parte, la derecha española, que desde hace largo tiempo convirtió a Iglesias en su principal blanco político, festejó su decisión. “Dos buenas noticias para España en un día. Iglesias ya es pasado en la política española. Mucho que celebrar”, tuiteó el alcalde de Madrid y portavoz del Partido Popular, José Luis Martínez-Almeida. “Cierre al salir”, le dijo en Twitter la candidata al gobierno regional de Madrid por el partido ultraderechista Vox, Rocío Monasterio. Las mismas palabras le había dicho durante un debate, cuando Iglesias advirtió que se retiraría si Monasterio, que había puesto en duda las amenazas de muerte recibidas por Iglesias y su familia, no se retractaba. La postulante de Vox no lo hizo y le insistió a Iglesias en que se fuera.

Por su parte, el PSOE analizaba el miércoles cómo recuperarse de la votación del martes, que fue la más baja que haya registrado nunca en la comunidad de Madrid. Las encuestas lo habían colocado en el primer lugar entre los partidos de izquierda, e incluso algunas dejaban abierta la posibilidad de que liderara un gobierno regional en alianza con Unidas Podemos y Más Madrid. Sin embargo, la izquierda quedó muy lejos de la mayoría, con un total de 58 escaños, frente a los 78 de la derecha. El PSOE fue superado en votos incluso por Más Madrid, con Mónica García como candidata, aunque los dos partidos obtuvieron 24 escaños en el Parlamento autonómico madrileño.

“No he sido capaz de abrir un espacio de debate sosegado. Lo lamento”, dijo el martes el candidato socialista, Ángel Gabilondo, y se comprometió a luchar por la igualdad “esté donde esté”, lo que puso en duda su continuidad como diputado regional. Sin embargo, la mayoría de los dirigentes quieren que permanezca en su banca y en la dirección del PSOE en Madrid, de acuerdo con distintos diarios españoles. Pero algunos pedían una señal más fuerte ante la caída. Una corriente del PSOE que es minoritaria en Madrid, Izquierda Socialista, pidió formalmente la renuncia de la dirección regional del partido, a la que consideró “sujeto activo de este fracaso histórico, aunque no sean los únicos responsables”. Sin embargo, Gabilondo dejó claro que no tiene en sus planes renunciar.

“Obviamente los resultados no son buenos y no los esperábamos”, dijo Gabilondo cuando se supo que su partido pasó de los 37 escaños que obtuvo en 2019 a 24. “Analizaremos, reflexionaremos, veremos qué es lo que podemos hacer para dar mejor respuesta a lo que quiere la sociedad de Madrid, pero ha sido un orgullo, y sigue siendo un orgullo estar representando al PSOE”, dijo.

“Hemos sufrido una derrota que no esperábamos”, afirmó a su vez la vicepresidenta primera del gobierno español, Carmen Calvo. “Nuestra derrota está ahí y saldremos adelante con reflexión, crítica y trabajo”, agregó, según citaron los diarios Público y El País. A su vez, el secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, que también es ministro de Transportes, dijo que “los socialistas de Madrid tienen en estos dos años una doble tarea: ejercer el liderazgo de la oposición con responsabilidad” y “poner a punto y renovar nuestra organización de cara a las elecciones ordinarias previstas para dentro de dos años”.

El otro partido que perdió escaños el martes fue Ciudadanos, de derecha liberal, que pasó de contar con 26 diputados a no tener representación alguna en el parlamento regional. La vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, de Ciudadanos, dijo que su partido debe reunir “fuerzas y rearmarse para luchar por el centro político”.

Esas bancas que perdió Ciudadanos estarán en manos de otros partidos: Más Madrid, la organización política a la que pertenece Errejón, pasó de 20 a 24 diputados; Unidas Podemos creció de siete a diez, el ultraderechista Vox aumentó de 12 a 13, y el Partido Popular arrasó en votos y creció de 30 a 65 bancas.