En un evento oficial realizado el miércoles en el Palacio del Planalto, en Brasilia, el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, recurrió a una táctica ya utilizada en otras ocasiones y atacó a China, sugiriendo que el país asiático se benefició económicamente de la pandemia de coronavirus. Afirmó que el novedoso patógeno podría haber sido creado en un laboratorio, haciéndose eco de una tesis pergeñada en el inicio de la pandemia, pero que fue descartada por la Organización Mundial de la Salud.

“Es un virus nuevo, nadie sabe si nació en el laboratorio o por algún ser humano que ingirió un animal inapropiado. Pero está ahí. Los militares saben lo que es una guerra química, bacteriológica y radiológica. ¿Estamos frente a una nueva guerra?”, insinuó Bolsonaro, quien luego, de acuerdo a lo que informo O Globo, preguntó: “¿En qué país creció el PIB en este tiempo?”.

El mandatario ultraderechista estaba haciendo una obvia alusión a China, que fue el único país cuya economía creció durante 2020, con un incremento de su producto interno bruto (PIB) de 2,3%.

Los ataques a China fueron uno de los pilares de la gestión del excanciller Ernesto Araújo, quien alineó la política exterior del país con la de la administración estadounidense de Donald Trump, lo cual fue señalado como una traba para que Brasil pudiera acceder a insumos para la fabricación de vacunas.

Pero la semana pasada, en la misma línea, el ministro de Economía, Paulo Guedes, dijo en una reunión que “un chino” había inventado el coronavirus, aunque luego de que sus declaraciones se hicieran públicas decidió retractarse. Carlos França, quien remplazó a Araújo y ahora está a cargo de Itamaraty, está intentando reconstruir la relación con China, pero las declaraciones de los jerarcas de su propio gobierno parecen estar minando dicha aspiración.

Amenaza a la Justicia e investigación en el Senado

Durante el evento en Brasilia, Bolsonaro también apuntó contra el Supremo Tribunal Federal (STF). Dijo que evalúa firmar un decreto para poner fin a las medidas de aislamiento implementadas por gobernadores y alcaldes con el aval del STF y aseguró que, en caso de hacerlo, “el decreto será cumplido”.

“En las calles, la gente ya empieza a pedirle al gobierno que emita un decreto. Si doy un decreto, se hará cumplir, no será impugnado por ningún tribunal”, declaró, desafiante, Bolsonaro. “Queremos libertad de culto, queremos libertad para poder trabajar, queremos tener nuestro derecho a circular libremente, y eso nadie puede negarlo”, agregó el presidente.

Paralelamente, no lejos del Palacio de Planalto, en la sede del Senado, continuaron las tareas de la comisión que está investigando la gestión del gobierno de Bolsonaro durante la pandemia, que ya costó la vida de más de 410.000 brasileños.

Luego de que el martes se presentara a declarar el exministro de Salud Luiz Henrique Mandetta, el miércoles lo hizo su sucesor, el oncólogo Nelson Teich, quien dijo ante los legisladores que decidió dejar el cargo por las discrepancias que tenía con Bolsonaro respecto del uso de la cloroquina para el tratamiento de las personas con covid-19.

“Sin la libertad de conducir el ministerio de acuerdo con mis convicciones, decidí renunciar”, dijo Teich, según informó la revista Fórum. El exministro también afirmó en su declaración en la comisión que desconocía y no fue consultado sobre la fabricación de cloroquina en los laboratorios del Ejército, ni sobre su distribución en todo el país. “Yo no participé en eso. Si pasaba algo, estaba más allá de mi conocimiento. Tenía una posición muy clara con respecto no sólo a la cloroquina, sino a cualquier medicamento”, dijo el exjerarca, que renunció a su cargo en mayo de 2020 luego de estar menos de un mes al frente de la cartera.

De acuerdo a lo que informó Folha de São Paulo, los senadores que integran la comisión trabajan sobre la hipótesis de que el gobierno de Bolsonaro apostó a la inmunidad de rebaño y por eso no puso en práctica medidas efectivas para contener la expansión de la pandemia en el país. Al respecto Teich declaró que durante su gestión al frente del Ministerio de Salud “eso nunca se discutió, ni fue puesto como una estrategia. Eso se los puedo garantizar”.

El exjerarca afirmó que “apostar a la inmunidad de rebaño es un error. La inmunidad sólo se puede obtener mediante la vacunación, no por la infección generalizada de la población”.