La coordinación legislativa, la coincidencia en lo programático, la búsqueda de posiciones comunes en el Frente Amplio (FA) son algunas de las tareas en las que están inmersos los principales referentes de los sectores denominados “seregnistas”. El objetivo principal es crear un espacio que los nuclee, y ya hay varios esfuerzos para encaminarse a lograr ese cometido.

Actualmente, tanto en Diputados como en el Senado funciona un espacio de coordinación legislativa entre los distintos sectores. Los diputados Gustavo Olmos (Fuerza Renovadora), Cristina Lustemberg (PAR), Constante Mendiondo (Nuevo Espacio), Carlos Varela, Claudia Hugo,Luis Enrique Gallo (Asamblea Uruguay - AU) y Sergio Mier (Liga Federal) trabajan muchas veces en conjunto. Lo mismo sucede en el Senado con Liliam Kechichian, Mario Bergara (Fuerza Renovadora), Enrique Rubio, Amanda Della Ventura (Vertiente Artiguista - VA)y José Carlos Mahía (AU). “Si bien cada uno es un sector con perfil propio, hemos coordinado e intercambiado opiniones permanentemente, teniendo una mirada muy igual en los temas puntuales de la bancada y en esa mirada más larga que los frenteamplistas debemos tener”, dijo Kechichian.

También existe otro espacio de intercambio entre el Partido Demócrata Cristiano (PDC), Plataforma, Nuevo Espacio (NE), VA y AU. Rubio opinó que la única manera de que el acuerdo prospere es avanzando en una “plataforma de acción común, más que especulando con las características que debe tener un espacio”. En ese sentido, VA ha presentado una agenda inmediata a acordar y espera que sea discutida por los sectores en el corto plazo. Además, sostuvo que si los intercambios avanzan, no se descarta incluir a Fuerza Renovadora en la ecuación.

Mahía sostuvo que si bien todavía no se han dado pasos formales y concretos, existe la voluntad de consolidar un espacio común. “En pocas palabras, hay voluntad para no cometer los mismos errores de 2019”, resaltó.

No cerraron los números

Para el senador suplente de AU, el bloque seregnista quedó “subrepresentado” con respecto a la votación que tuvo en las elecciones de octubre. “Esto es producto de errores cometidos por quienes tenemos responsabilidades en las organizaciones. No nos permitió confluir para tener la mejor representación parlamentaria”, agregó.

En la previa al armado de la presentación electoral, el líder de NE, Rafael Michelini, y el diputado de la Liga Federal, Darío Pérez, generaron un acuerdo que no fue bien recibido por todos los sectores. Tras este episodio, el Frente Liber Seregni (FLS), la alianza electoral creada en 2009 entre varios sectores, finalmente se disolvió. Alianza Progresista, que hasta ese momento integraba el espacio, decidió dar un paso al costado e integrar el sublema Progresistas, liderado por Bergara.

El senador de AU Danilo Astori reconoce que no fue un buen desenlace. “No creo que hayamos resuelto el tema de la mejor manera posible. Se resolvió como se pudo y no fue la mejor manera, porque nos presentamos con una propuesta que evidentemente no reflejó las posibilidades y potencialidades políticas y electorales que tenía el seregnismo. Ese es un punto que merece una autocrítica y sobre todo la búsqueda de un camino para superarlo”, afirmó.

Para Kechichian, hubo problemas en la presentación electoral, pero no considera que exista actualmente un debilitamiento del bloque. “No lo calificaría así porque este espacio pasó de tener tres senadores a tener cinco. El problema es que en la presentación electoral en Diputados, si nosotros hubiéramos ido todos juntos, hubiéramos tenido 17 diputados, y tenemos siete. Es decir, marcar cada uno su perfil en una cámara donde no se acumulan los votos indudablemente genera esta situación. Fuimos casi 40% de los votos. Si hubiéramos ido todos juntos, habríamos sido la principal fuerza política del FA”, explicó.

A su entender, cuando se ven los números, queda a la vista que se cometieron algunos errores, pero considera que quizás no estaban dadas las condiciones para unirse. “Capaz que no era el momento de dar ese paso, pero ahora sí es el momento de ir decididamente a construir el espacio”, adelantó.

El peso del espacio moderado

La politóloga Verónica Pérez sostiene que el peso de los sectores en el FA ha ido cambiando a lo largo de su historia. “El FA es un partido de composición diversa y los distintos sectores han ido cambiando su peso a la interna del partido elección tras elección. En los 90, AU era un sector importante, sin embargo, nunca hubo un sector dominante. Siempre fueron minorías mayoritarias en el FA”, apuntó.

Según explicó, esto se debe a la estructura del FA, que surgió como una coalición de sectores progresistas de partidos moderados y de partidos de izquierda. “Eso estaba en la coalición, pero abajo había un movimiento de ciudadanos organizados en los comités de base, muchos con afiliación a esos partidos o simpatía a ellos, y otros muchos que eran independientes. Esa estructura se reproduce hasta al día de hoy, claro, con cambios dentro de la coalición de sectores”.

En la misma línea, el politólogo Antonio Cardarello recordó cuando en 1989 Hugo Batalla y el Partido Demócrata Cristiano, que constituían 40% del electorado, se fueron del FA y crearon el Nuevo Espacio. “Una parte mínima del electorado frenteamplista se fue, pero la mayoría se quedó adentro del FA y ahí encontró a Astori, que encabezaba todas las listas al Senado, el PS estaba creciendo y surgió la VA, con la figura de [Mariano] Arana. Se recreó un espacio de figuras moderadas y no quedaron sólo el Partido Comunista y el Movimiento de Participación Popular, que ingresó al FA en esa elección. Eso ha sido históricamente el derrotero de ese sector. Cinco años después, Astori creó AU y se convirtió en la fuerza política más votada, pero hasta 2004 ningún sector repitió su mayoría dentro del FA de elección a elección. En 2004 se dio el fenómeno del MPP que, encolumnado en la figura de Mujica, se ha transformado en la fuerza mayoritaria en todas las elecciones”.

La propuesta en construcción

Aunque los representantes de los sectores dicen que todavía falta para concretar un acuerdo formal, ya hay algunas coincidencias sobre la eventual conformación de este espacio. Por ejemplo, varios representantes plantean que, si bien el diseño puede ser parecido al del FLS, es necesario crear una nueva estructura.

Para Olmos, tiene que crearse un “paraguas” que los abarque a todos, pero no puede ser ni el FLS ni Fuerza Renovadora. “Hay que buscar una opción superadora, que nos reúna a todos, donde el FLS, Fuerza Renovadora, Plataforma, VA sean sus corrientes”, explicó. En la misma línea opinó Kechichian, aunque acotó que el nombre no es lo más importante. “El espacio seregnista nos cabe a todos, nos sentimos todos muy hijos de esa historia construida por Seregni, de esa mirada política del día después, de la responsabilidad, de decir lo que se piensa y hacer lo que se dice. Todo eso marca nuestra vida política. El seregnismo es lo que nos va a unir eventualmente”, afirmó.

Para Mahía, pensar “en formatos es adelantarse”, pero no se imagina que se reedite lo mismo de pasadas elecciones “ni con FLS ni con Progresistas”. Para Astori, en este nuevo período de gobierno se ha podido “comprobar” que existen “coincidencias fundamentales” y entiende que eso es central. “Es como si estuviéramos haciendo un entrenamiento fuerte para saber si podemos seguir diciendo: ‘En lo fundamental pensamos lo mismo, y ya que pensamos lo mismo, busquemos la forma de organizarnos para que la acumulación se traduzca en resultados concretos’”.

¿Qué es lo que falta para que el espacio se consolide? “Tiempo. Tiempo para poder llegar de forma más ordenada hacia esa meta”, opinó Mahía. En la misma línea, Kechichian entiende que las construcciones llevan un proceso. “Sobre todo esto estamos trabajando, pero el impulso más grande ya existe y es la decisión política de que nosotros [AP y Fuerza Renovadora] lo consideramos un espacio necesario no sólo para el equilibrio del FA sino para nutrir el propio debate político de la izquierda”, explicó.

Foto del artículo 'La reconfiguración del bloque seregnista: en búsqueda de una agenda común y la creación de un espacio formal'

Para Bergara, nadie espera que el FA “sea una constelación de 60 grupos” y, en ese sentido, coincide con otros dirigentes de la coalición de izquierda en que existen por lo menos tres bloques con las mismas sensibilidades. “Uno tiene claramente visualizado un bloque cuyo eje es el MPP [Movimiento de Participación Popular], otro cuyo eje es el Partido Comunista –hay que ver ahí cómo se relaciona con el Partido Socialista– y después hay todo un amplio sector, que incluyó todo el sublema Progresistas, AU, el NE y otros sectores, que creo que sería saludable para el FA que vaya hacia una lógica de consolidación”, apuntó el jueves entrevistado por la diaria. De todas formas, fue cauto sobre la eventual conformación y planteó que “hay que ver los procesos”, porque “no se puede imponer estas cosas”.

Desde PAR aún no han tomado una decisión al respecto. Lustemberg explicó que actualmente el objetivo principal del sector es fortalecerse y aportar desde el Parlamento. “Precisamos consolidarnos nosotros y desde ahí estamos dispuestos a dialogar y trabajar, pero no tenemos ninguna definición. Estamos concentrados en fortalecer el sector como tal y aportar al proyecto del FA en esta coyuntura política”, precisó.

Reacomodar los liderazgos

La politóloga Verónica Pérez dijo a la diaria que una de las explicaciones del estado actual del bloque tiene que ver con la fragmentación y la disputa de liderazgos. Actualmente, lo que ocurre es que “los sectores moderados están fragmentados por la implosión del FLS y por una competencia de liderazgos entre un líder al final de su carrera política y otro que le desafía y le compite, que es Mario Bergara”, agregó.

“Es posible que el liderazgo se reconfigure, sobre todo porque también debe haber un aprendizaje de los sectores; posiblemente se habrán dado cuenta de que la fragmentación no era la receta sino que deberían aunar sus fuerzas. Si es coyuntural o no [la fragmentación], yo tiendo a pensar que sí lo es, pero me parece que para eso hay que dejar pasar un tiempo”, explicó.

En la misma línea, el politólogo Antonio Cardarello entiende que lo que falta a este espacio es una figura de referencia y de consenso bajo la cual “todos se sientan representados y se encolumnen”. Para Cardarello, Bergara está jugando un rol activo como senador opositor y eso puede potenciar su liderazgo a futuro. “Es el que le discute permanente al gobierno las medidas de política económica; es un poco el rol que jugaba Astori y que continúa desarrollando, pero en menor medida, porque estuvo de licencia en el Parlamento. En cuanto a Bergara, parecería que está gestando su liderazgo, pero hay que ver si logra generar el consenso para que lo apoyen todos los sectores”, evaluó.

Para Mahía, la dificultad de la renovación es un fenómeno que no sólo pasa en el seregnismo. “Se está transitando una necesaria renovación programática hacia futuro y obviamente también de liderazgos, pero no es un fenómeno del seregnismo. Es del FA en su conjunto”, opinó.

Kechichian opina que nada nuevo se puede construir “sin lo mejor de la historia y lo mejor de lo que viene. Obviamente en el FA hay nuevos liderazgos y es necesario ir construyéndolos, pero no puede ser sobre tierra arrasada, sino en base a una historia muy rica”.

En tanto, Bergara habló de su liderazgo el jueves y recalcó que no se ve reemplazando a Astori. “Fue una figura enorme para el país y tuvo sus características como político y como líder, irrepetibles, como lo fue [Tabaré] Vázquez, [José] Mujica y ni que hablar [Liber] Seregni. Nosotros aspiramos a construir nuestras propias formas, nuestro propio estilo de liderazgo”.

Astori, por su parte, dijo que no está buscando con este espacio reafirmar el suyo. “Estamos trabajando para construir algo que todavía no empezó a funcionar como debería, ya habrá tiempo en el futuro de ver cómo se construyen los liderazgos. En cuanto a mí, personalmente, me voy a dedicar al FA y a que este espacio se concrete y progrese. No pienso en ningún tipo de liderazgo personal, sino en cómo puedo aportar para corroborar y mantener la vigencia de una experiencia de este tipo”.

A juicio de Rubio, es natural que haya disputa de liderazgos, y opinó que eso eventualmente repercutirá en la estructura política del bloque. De todas formas, entiende que es “absolutamente distorsionante y falto de sentido común” estar “tan condicionado por el horizonte 2024”. Para el senador de VA, el FA tiene que poner el foco en los desafíos del corto plazo, como la recolección de firmas para el referéndum sobre la ley de urgente consideración, la culminación del proceso de autocrítica y la situación económica y social actual.

Las fugas a otros partidos

Cardarello sostiene que Astori siempre jugó un rol de articulador con los demás partidos. Si bien el expresidente José Mujica tuvo momentos de acercamiento con Jorge Larrañaga en 2010, el que cumplió ese rol cuando el FA era oposición, antes de ser gobierno, era Astori. “Esa era una puerta de entrada para los votantes de tipo moderado”, explicó.

Cardarello sostiene que así como es sabido que una parte del electorado del MPP se fue a Cabildo Abierto (CA), es posible pensar que lo mismo haya pasado con el electorado frenteamplista que votaba a esos sectores y votó la candidatura del colorado Ernesto Talvi. “No es que el FA perdió sólo su electorado con CA, como se dice. También perdió porciones de votantes hacia diferentes ofertas de los partidos que hoy integran la coalición de gobierno; entonces, es probable que votantes emepepistas hayan optado por CA, pero otros votantes más de centro pueden haberse visto atraídos por Talvi. Lo que ven ahora algunos dirigentes, como [Óscar] Andrade, es que el ala socialdemócrata se tiene que fortalecer, porque también es fundamental atraer a cierto electorado para que el FA vuelva al gobierno”, afirmó.

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