Un operativo de la Policía Civil de Río de Janeiro contra el narcotráfico en una favela ubicada en la zona de Jacarezinho, en el norte de la ciudad de Río de Janeiro, dejó 25 muertos y provocó un intenso tiroteo en el lugar en las primeras horas de la mañana del jueves.

Según el Grupo de Estudio del Nuevo Ilegalismo de la Universidad Federal Fluminense y la plataforma Fogo Cruzado, este es el operativo policial más mortífero en la historia de Río de Janeiro, de acuerdo a lo que informó O Globo.

Entre los 25 muertos que se registraron hasta las primeras horas de la noche, el único que había sido identificado en forma oficial fue el oficial de Policía Civil André Farias, quien, según informó la Policía, falleció tras recibir un balazo en la cabeza.

La corporación también afirma que las restantes 24 personas asesinadas son sospechosos, pero no ha dado mayores datos acerca de su identidad y de las circunstancias en la cuales murieron. En una conferencia de prensa realizada en las primeras horas de la tarde, el jefe de Policía Rodrigo Oliveira dijo que dos de los muertos fueron baleados cuando atacaron a agentes que realizaban una investigación en un lugar donde habían ocurrido otras muertes.

Por medio de las redes sociales, los vecinos reportaron más muertes de las confirmadas oficialmente. En las imágenes captadas se podrían ver además de cadáveres en el piso, invasión de viviendas y confiscación de celulares. La situación generó una enorme conmoción en el lugar, donde luego de que terminó la balacera muchos vecinos salieron de sus casas a protestar por sus hechos. Asimismo, luego de conocerse denuncias de violaciones y ejecuciones extrajudiciales durante el operativo policial, representantes de grupos de defensa de los derechos humanos se hicieron presentes en la zona de Jacarezinho, de acuerdo a lo que informó el portal UOL.

Además de los muertos, numerosas personas resultaron heridas en el operativo, entre ellas dos pasajeros que viajaban en el metro y que fueron baleados en la estación Triagem. También una persona que estaba dentro de su casa recibió un balazo en una pierna, y se informó que dos policías fueron heridos con armas de fuego.

Los videos que se difundieron en las redes sociales y que fueron recogidos por los medios brasileños registraron el sonido de las ráfagas de disparos y explosiones de bombas en diferentes puntos de la favela.

Residentes del lugar dijeron que por la situación no podían salir de su casa: se informó del caso de una novia que no pudo ir a su casamiento y el de una mujer embarazada con una cesárea programada que tampoco pudo llegar hasta el hospital para dar a luz. Debido a la balacera, fue necesario cerrar la Clínica Familiar Anthidio Dias da Silveira y otros dos puestos de vacunación contra el coronavirus que están funcionando en la zona.

Desde junio del año pasado el Supremo Tribunal Federal (STF), la máxima instancia de la Justicia brasileña, había ordenado la suspensión de las operaciones en las favelas durante la pandemia. La decisión permite acciones policiales en estas zonas únicamente en “casos absolutamente excepcionales”. Para ello, los agentes deben comunicar al Ministerio Público el motivo del operativo.

Desde el STF se dijo que, en este caso, la policía le había notificado de la acción “poco después del inicio del operativo”. Según expresaron fuentes policiales, la acción cumplió con todos los protocolos establecidos en la decisión del STF. Las mismas fuentes precisaron que en el operativo participaron 250 policías y se incautaron 15 pistolas, seis fusiles, una ametralladora y un mortero antiaéreo.

El sangriento episodio obviamente tuvo repercusiones a nivel político.

En efecto, Alencar Santana, diputado federal del Partido de los Trabajadores por el estado de San Pablo pidió en su cuenta de Twitter el encarcelamiento del gobernador de Río de Janeiro, Claudio Castro y de los policías encargados del operativo. “¡El gobernador de Río de Janeiro Claudio Castro y los oficiales responsables de la masacre de Jacarezinho deben ser arrestados inmediatamente! Estamos frente a una serie de crímenes cometidos por la policía en una masacre que ya supera el número de víctimas en las protestas en Colombia”, expresó Alencar.

Por su parte, el senador Flavio Bolsonaro, hijo del mandatario Jair Bolsonaro, expresó su pesar por la muerte del policía muerto en la acción, pero no se refirió a las otras 24 víctimas.