Un sondeo de opinión realizado por el Instituto de Estudios Peruanos (IEP) publicado el domingo por el diario limeño La República mostró que, de cara a la segunda vuelta electoral que se realizará el domingo 6 de junio, el candidato Pedro Castillo, del sector Perú Libre, tiene 44,8% de las preferencias, contra 34,4% que apoya a la postulante de Fuerza Popular, Keiko Fujimori.

De acuerdo con el estudio, realizado entre el 20 y el 21 de mayo en forma telefónica en todo el país, los dos candidatos aumentaron su caudal de votos por la disminución de los ciudadanos que dicen que votarán en blanco o anulado. Pero Castillo, docente y dirigente sindical de 51 años oriundo del departamento de Cajamarca, logró crecer 8,3% en las preferencias, contra 4,8% de su adversaria, tomando en cuenta la anterior encuesta realizada por el IEP, a mediados de mayo.

Al igual que en trabajos anteriores, quedó claro que Castillo –cuya ideología política mezcla elementos típicamente de izquierda con otros profundamente conservadores, por ejemplo respecto de la agenda de derechos– tiene una mayor aceptación en todo el país, con la excepción de la región metropolitana de Lima, que se inclina por Fujimori, de 45 años de edad.

En la encuesta también quedó de manifiesto un factor que está jugando un rol clave en esta carrera electoral: el profundo antifujimorismo que existe en buena parte de la sociedad peruana.

Según el sondeo, 50% de los habilitados para votar bajo ningún concepto lo haría por la hija de Alberto Fujimori, cuya figura está ligada a la corrupción y las prácticas políticas más rechazadas por la ciudadanía. Geográficamente, las zonas rurales son donde más rechazo despierta la figura de Keiko, ya que allí 65% expresó que no la apoyaría.

Por su parte, 37% de los interrogados respondieron que no votarían por Castillo, y ese porcentaje sube hasta 48% en la zona metropolitana de Lima. De todas maneras, fue en la capital peruana donde el sábado se realizó una enorme manifestación en contra de la candidata de Fuerza Popular.

Bajo las consignas “Nunca más, Keiko no va” y “Fujimori nunca más”, miles de personas se movilizaron desde la emblemática plaza San Martín, ubicada en el centro histórico de Lima.

En la movilización contra Fujimori, que se replicó además en otras ciudades del país, algunos manifestantes recordaron las masacres de Barrios Altos y La Cantuta, episodios en los que 25 personas murieron a manos de las fuerzas represivas en los años 90, durante la presidencia de Alberto Fujimori, de 82 años, quien actualmente se encuentra preso, entre otros, por estos crímenes.

También durante las movilizaciones del sábado se presentaron mujeres que recordaron el proceso de esterilizaciones forzosas impulsado y realizado durante el gobierno de Fujimori. Según un informe elaborado por el Ministerio de Salud peruano, entre 1996 y 2001 más de 270.000 mujeres y 22.000 hombres, la enorme mayoría de ellos pertenecientes a comunidades indígenas, fueron esterilizados en el marco de un programa conocido como Anticoncepción Quirúrgica Voluntaria, aunque muchas de las personas sometidas a estas intervenciones denunciaron haber sido forzadas, chantajeadas, engañadas o acosadas para dejarse practicar la operación.

Este sentimiento antifujimorista parece haberle puesto un techo a la líder de Fuerza Popular, aunque desde este sector se pretende desligar a Keiko de su padre.

En ese sentido, el domingo, en una entrevista publicada por el diario El Comercio, el candidato a vicepresidente por Fuerza Popular, Luis Galarreta, expresó que “Keiko Fujimori no es Alberto Fujimori”.

“Yo tengo claro que el presidente Fujimori hizo muy buenas reformas en los 90, pero nadie ha negado nunca que tengamos identificadas las cosas que no se pueden repetir”, dijo Galarreta.

En cuanto a la campaña electoral de Fujimori, que pone el acento en que hay que votar por ella para evitar que Perú quede en mano de los comunistas, el candidato a vice de Fuerza Popular dijo que ese no es el único eje, sino que lo que se pretende es lograr “una gran unidad nacional”. “Yo creo que lo que hemos dado a conocer son mensajes reales. El mensaje está apuntado a que realmente hay una amenaza y a que realmente el Perú necesita un cambio”, explicó Galarreta.

Mientras los candidatos prosiguen con sus actos de campaña en todo el país, el domingo se realizó un debate entre los equipos técnicos de los postulantes en el Gran Teatro Nacional, en Lima. Pero la gran expectativa está puesta en el que será el segundo y último debate de los postulantes, que será el domingo 30 en la Universidad Nacional de San Agustín, ubicada en la sureña Arequipa, la segunda ciudad más poblada del país.