Los organizadores de las movilizaciones que se realizaron en centenares de ciudades de Brasil y en otras del exterior contra el presidente Jair Bolsonaro estiman que fueron aproximadamente 750.000 las personas que participaron en los actos el sábado.

Precisamente ese día Brasil llegó a las 500.000 muertes registradas de personas portadoras de covid-19 y el combate a la pandemia efectuado por el gobierno que encabeza el capitán ultraderechista fue uno de los factores aglutinantes de las movilizaciones, donde se oyeron reclamos por vacunas, pero también por la carestía que hay en el país y por la falta de trabajo.

La manifestación más grande de todas se dio en la ciudad de San Pablo, donde se repartieron tapabocas y alcohol en gel en medio de la multitud que intentó también mantener la distancia, algo bastante complicado en el ambiente multitudinario.

Precisamente para evitar más aglomeraciones fue que no se presentó en el acto el expresidente Luiz Inácio Lula de Silva, quien en los días previos había manifestado sus dudas sobre si ir o no a la movilización.

Finalmente, los asesores del líder del Partido de los Trabajadores (PT) le recomendaron que no lo hiciera. Lula había dicho que no quería convertir un acto político como el del sábado en un acto partidario en apoyo de su candidatura presidencial para las elecciones que se realizarán el año que viene.

De acuerdo a varios sondeos realizados en las últimas semanas, y si bien todavía falta mucho para los comicios que se realizarán en octubre del año que viene, el exmandatario es el favorito en la carrera por llegar a la presidencia y el mano a mano entre el petista de 75 años y el actual mandatario parece inevitable, quedando poco margen para los candidatos de los partidos de centro y centroderecha, como por ejemplo Ciro Gomes, postulante del Partido Laborista Democrático, tercero en las elecciones de 2018.

Si bien hay quienes pugnarán por esa tercera vía de centroderecha, sin duda uno de ellos será el actual gobernador del estado de San Pablo, João Doria, perteneciente al Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), la polarización existente parece dejar poco margen para otras opciones que no sean Lula o Bolsonaro.

Pero volviendo a cifras de muertes por covid-19 alcanzadas el sábado, Lula se refirió a ellas en su cuenta de Twitter.

“500.000 muertes por una enfermedad que ya tiene vacuna en un país que fue referencia mundial en vacunación. Eso tiene un nombre y es genocidio. Mi solidaridad con el pueblo brasileño”, expresó quien fuera presidente brasileño entre los años 2003 y 2010.

También habló sobre el tema otro dirigente del PT, Fernando Haddad, candidato presidencial en las elecciones de 2018, ganadas por Bolsonaro. El exalcalde de la ciudad de San Pablo, quien sí se hizo presente en las movilizaciones, dijo en declaraciones al portal Brasil247 que “Bolsonaro es un insulto al país. El pueblo se está sintiendo insultado por este gobierno. Y toda la gente que es insultada sin ninguna razón, porque es un pueblo trabajador, que quiere el desarrollo, que es respetuoso, reacciona. Y eso va a pasar de acá en adelante todas las veces que sea necesario, porque Bolsonaro es insoportable para el país”.

El domingo Haddad se refirió a la pandemia en el país en Twitter. “En Brasil, proporcionalmente murieron cuatro veces más personas por covid-19 que en cualquier otro país del mundo. Decirle a esto genocidio no es retórica, sino un hecho. Sólo nos queda luchar para que esto termine”, escribió Haddad.

Aunque no participó en los actos, sí se expresó sobre ellos la expresidenta Dilma Rousseff, que en la noche del sábado en su cuenta de Twitter escribió: “Brasil está respondiendo al desatino genocida del gobierno. Las calles están hablando y ya muestran el camino de la esperanza. Las manifestaciones dicen Fuera Bolsonaro”.

Más temprano la exmandataria se había referido al número de muertes atribuidas al coronavirus en el país. “La omisión criminal por la no compra de vacunas y el negacionismo ante la ciencia y la vida hacen de Bolsonaro y de su gobierno los responsables por la tragedia de estas 500.000 muertes. Expreso mi indignación y mi repudio por esta política genocida. Mi solidaridad para aquellos que perdieron seres queridos”, manifestó Rousseff.

Entre las personalidades que participaron en las manifestaciones se destacó la del músico, poeta y escritor Chico Buarque, quien en su ciudad natal, Río de Janeiro, acompañó la marcha contra Bolsonaro justamente en el día en que estaba celebrado su cumpleaños número 77.