Los alrededores de un viejo internado al que eran enviados forzosamente niños indígenas de Canadá escondían cientos de tumbas no registradas. “Hasta ayer hallamos 751 tumbas sin nombre”, anunció el jefe de la Primera Nación de Cowessess, Cadmus Delorme, y comunicó que se trata de enterramientos individuales y no de una fosa común. Señaló también que este es el descubrimiento “más significativo hasta la fecha en Canadá”.
El hallazgo se registró junto al lugar donde funcionó la Escuela Residencial Indígena Marieval, en la provincia de Saskatchewan, en el centro del país. Ese centro era administrado por la iglesia católica, como muchos otros de los más de 130 que funcionaron en Canadá por cerca de un siglo, desde 1890.
Estas instituciones fueron parte de una política que ha sido calificada de “genocidio cultural”, por la cual muchos niños de los pueblos originarios eran separados forzosamente de sus familias y comunidades, y recluidos en esos centros, para asimilarlos a la cultura dominante. Allí no se les permitía hablar en su idioma ni seguir ninguna de sus costumbres ancestrales. Algunas de esas instituciones se convirtieron en escuelas en la segunda mitad del siglo XX, y muchas, como la de Marieval, recién cerraron en la década de 1990.
Unos 150.000 niños indígenas pasaron por esos internados, donde sufrieron todo tipo de abusos, según pudo determinar la Comisión para la Verdad y la Reconciliación, creada en 2008 para documentar las consecuencias de esa política estatal. Su trabajo también concluyó que unos 4.000 niños no fueron vistos de nuevo por sus familias, aunque representantes de pueblos indígenas afirman que el número es bastante mayor.
Los restos enterrados cerca del internado de Marieval fueron descubiertos durante la noche del miércoles gracias a una investigación impulsada por las organizaciones que representan a los pueblos originarios de la zona, que cuenta con respaldo del gobierno.
A partir de otro hallazgo de este tipo que se hizo el 28 de mayo en el lugar donde funcionó el internado de Kamloops, en la región de Columbia Británica, en el oeste de Canadá, se comenzó a investigar en Marieval y en otros lugares donde existieron instituciones similares.
En Kamloops se encontraron los restos de 215 niños, y tanto allí como en Marieval se utilizó un georradar para localizarlos. También en los dos casos los centros estaban a cargo de congregaciones religiosas católicas. Por eso las autoridades canadienses sugirieron a la iglesia católica que pida perdón a los pueblos indígenas, como también lo ha pedido el gobierno de Canadá, en nombre del Estado, en 2008.
Delorme dijo el jueves a la agencia de noticias Efe que el papa Francisco debería pedir perdón públicamente “por lo que ha pasado en la residencia escolar de Marieval y por su impacto en la primera nación de los cowessess, los supervivientes y sus descendientes”, y agregó que “la disculpa es un paso de muchos en el trayecto hacia la recuperación”.
El descubrimiento de los restos de niños “es absolutamente trágico, pero no sorprendente”, tuiteó Perry Bellegarde, el jefe de la Asamblea de las Primeras Naciones, una organización que representa a más de 900.000 personas, según informaron Efe y AFP. “Solicito a todos los canadienses a estar junto a los indígenas en estos momentos extremadamente difíciles y emocionales”, dijo. Al igual que sucedió en el caso de Kamloops, después del hallazgo en Marieval, la gente colocó ropa y zapatos de niños para recordar a quienes murieron allí y en otros internados del país.
Canadá intenta superar su historia de violencia contra las poblaciones originarias, y parte de ese intento fue la aprobación, el lunes, de dos leyes con las que busca promover el respeto por esos pueblos. Una es el proyecto C-8, por el cual los nuevos ciudadanos del país, al momento de cumplir con la ceremonia de jura de ciudadanía, deben comprometerse a respetar los acuerdos establecidos con los pueblos indígenas, según informó Radio Canadá Internacional. De este modo se intenta cumplir con una de las recomendaciones de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación.
Con otro proyecto aprobado el lunes, el C-15, Canadá adopta la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.
También el lunes, cuando se conmemoraba el Día Nacional de los Pueblos Indígenas, el jefe de esas comunidades en la Columbia Británica, Stewart Phillip, repasó la desigualdad que afecta a esa población, con mayores tasas de mortalidad infantil, de suicidio y de secuestro y asesinato de mujeres.