El primer día del mes los diputados del Frente Amplio (FA) presentaron en la Cámara de Representantes una minuta de comunicación con una propuesta a elevar al Poder Ejecutivo: dar un subsidio mensual equivalente a un salario mínimo nacional a aquellas personas que han perdido su cónyuge, concubino o concubina a causa de la pandemia provocada por la covid-19 si además la persona fallecida era el jefe o la jefa del hogar y el único ingreso familiar.

La condición es que el cónyuge quede con hijos menores a su cargo, con hijos mayores que presenten alguna discapacidad, o se encuentre desempleado.

“Se plantea el plazo de un año para el subsidio de forma de dar la oportunidad de que -una vez superada la crisis- las personas se puedan reinsertar en el mundo laboral. La financiación del subsidio estaría a cargo del Fondo Solidario Covid-19 y se brindaría a través del Banco de Previsión Social”, detalla la propuesta.

Otro detalle establecido es que el cobro del subsidio “sea incompatible con la percepción de ingresos formales o algún subsidio, pensión, jubilación o retiro a cargo del Estado o de otras Instituciones de seguridad social”, siempre que sume un valor superior a 5 BPC —unos 24.350 pesos-.

Sí sería compatible con el cobro de asignaciones familiares, canastas, bonos y tarjetas con fines alimenticios otorgadas por el Estado, “por la naturaleza esencial” de estas transferencias.

A su vez, la propuesta del FA incluye que no puedan ser beneficiarios del subsidio “quienes participen de algún programa de formación o empleo remunerado en la órbita nacional o departamental”.

La presentación lleva la firma de 12 diputados: Luis Gallo, Cristina Lustemberg, Carlos Varela, Ana Olivera, Ubaldo Aíta, Verónica Mato, Daniel Gerhard, Juan Silveira, Claudio Hugo, Mariano Tucci, Juan Ruíz y Enzo Malán.

“El repunte significativo de la actividad económica depende del despliegue efectivo de vacunas en todo el mundo así como de la implementación de políticas económicas, sociales, fiscales y monetarias para apoyar a los sectores más vulnerables y promover la demanda. Sin medidas de política mejoradas, tanto fiscales como estructurales, existen grandes riesgos de que la recuperación sea desigual tanto en el ritmo como en la escala entre los hogares, las empresas y los países. El apoyo fiscal sólido y oportuno, así como la implementación de medidas de ayuda de emergencia, son fundamentales para aliviar la crisis de toda la sociedad, tanto empresas como familias”, concluye la exposición de motivos.