El Poder Ejecutivo emitió un comunicado para informar sobre el aumento del precio de los combustibles, que empezó a regir este 1º de julio. Este ajuste implica un incremento en las tarifas por segundo mes consecutivo, luego de haber postergado el ajuste durante dos meses, para que el aumento no sea tan grande en medio de la pandemia, explicó el ministro de Industria, Energía y Minería, Omar Paganini.

El aumento se hace de acuerdo al precio de paridad de importación. En el comunicado se subraya que se alinea con “los valores internacionales” y “la variación mensual en la cotización del petróleo, que se mantienen al alza desde comienzos de este año”.

Con esto en cuenta, la nafta Súper 95 aumentó 0,34 pesos por litro, al registrarse un incremento de 0,5% por litro, por lo que pasó a valer 65,81 pesos; el gasoil, por su parte, subió 0,41 pesos por litro, 0,9% más, es decir, pasará a costar 45,70 pesos. En tanto, el precio del supergás no presentará cambios.

Junto al anuncio de la suba de los precio de los combustibles en junio, el gobierno informó que pone en marcha un nuevo esquema para la fijación de tarifas. Esto surge de la ley de urgente consideración (LUC), que originalmente planteaba la desmonopolización de la producción de combustibles, pero, tras diferencias en la coalición, se optó por dejar de lado esto y plantear que los valores al público deben ajustarse en línea con el precio de paridad de importación (PPI).

El PPI es un ejercicio teórico que simula los costos a los que un privado abastecería el mercado y es la nueva referencia que fijó el gobierno, porque su evolución acompaña los costos de Ancap, que surgen del precio internacional del crudo y el valor del dólar. Estas dos variables fueron las que afectaron las finanzas de la empresa estatal en los últimos meses, señala el gobierno, dado que sus ingresos en pesos no eran suficientes para cubrir los costos de producción, lo que habría generado pérdidas por 253 millones de dólares en el año si no había un ajuste.

El informe de PPI lo realiza cada mes la Unidad Reguladora de los Servicios de Energía y Agua (Ursea) y en esto se basó el gobierno para definir el último aumento.

Según dijo Paganini a radio Montecarlo el ajuste será mes a mes para “ir acompañando el precio internacional y este mes arrojó una muy pequeña variación”. El ministro aclaró que si el PPI baja, también bajarán los precios al consumidor. “Ahora estamos en este mecanismo que va a ir acompañando el precio internacional de una manera transparente: cuando suba va a subir y cuando baje va a bajar. El combustible no es una variable que usamos con fines recaudatorios”, aclaró.