Francia prorrogó el martes y hasta setiembre el estado de emergencia que permite al gobierno aplicar ciertas restricciones, como los cierres de comercios, la limitación de aforos o el toque de queda que se aplica de 21.00 a 6.00. Pero en los últimos días se flexibilizaron esas medidas. Los bares y restaurantes pueden recibir ahora público en terrazas y otros espacios abiertos con aforo limitado, y a partir del miércoles 9 también podrán recibirlo dentro de los locales. Ese día, además, se postergará hasta las 23.00 el comienzo del toque de queda, se ampliará el aforo en museos, teatros y cines, y los estadios podrán recibir hasta 5.000 personas. Otra etapa de esta apertura comenzará el 30 de junio, cuando está previsto que se elimine el toque de queda.

Estas aperturas llegan después de un cierre que duró más de 200 días, durante los cuales el Estado francés aprobó ayudas para asegurar la supervivencia de los sectores afectados. Para celebrar el cambio, según informó Radio Francia Internacional, el presidente, Emmanuel Macron publicó un video en que se lo ve tomando un café junto al primer ministro, Jean Castex, en una terraza, y el museo del Louvre publicó en su página web: “Nos alegramos de poder recibirlos de nuevo”.

En Alemania, las decisiones políticas se basan en los criterios que aporta el Instituto Robert Koch de Virología, que además se encarga de la vigilancia epidemiológica. El punto de quiebre para la apertura de actividades estaba previsto para cuando los contagios fueran 35 en siete días por cada 100.000 habitantes, y el domingo se alcanzó ese número, después de haber registrado en diciembre un pico de 197,6 casos. Con 83 millones de habitantes, el último dato diario de Alemania fue de un total de 3.852 contagios y 56 muertes.

A su vez, Italia comenzó una reapertura gradual desde el 26 de abril, que varía por zonas, al igual que las restricciones. El país categorizó sus territorios en “zona roja”, “amarilla” o “blanca”, según el riesgo sanitario. En las amarillas se redujeron las horas de toque de queda, y en las blancas, que son tres de las 20 del país, se habilita la apertura de piscinas cubiertas y salas de juego, así como los estadios, con 25% del aforo y un máximo de 1.000 espectadores si son abiertos y de 500 si son cerrados, con distancia y uso de tapabocas. También se flexibilizó el acceso a bares y restaurantes.

La caída del número de contagios también se registra en España, aunque allí, al igual que en Italia, la situación varía de una región a otra. Las muertes por covid-19 en el país, de 47 millones de habitantes, fueron 30 en el último registro diario, y desde hace varios días están lejos de llegar al centenar. Ante esta mejora en los datos, algunas autoridades regionales evalúan la posibilidad de que los tapabocas dejen de ser obligatorios en espacios abiertos.

Al contrario de lo que está sucediendo en muchos países de Europa, en Escocia la flexibilización de medidas que estaba en marcha deberá enlentecerse debido a un incremento de casos positivos. La jefa del gobierno escocés, Nicola Sturgeon, afirmó: “Tomar la senda de la cautela mientras esperamos a que más gente esté completamente vacunada nos brinda la mejor oportunidad de mantenernos en la dirección adecuada”.