La del martes fue una nueva jornada de tensión en Perú, con la mira puesta en los datos que viene proporcionando la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE).

Durante algunas horas los datos oficiales dieron a Pedro Castillo, representante del partido Perú Libre, una ventaja superior a los 100.000 votos frente a su rival, la derechista Keiko Fujimori, de Fuerza Popular. Sin embargo, la diferencia volvió a reducirse más tarde a poco más de 80.000 sufragios.

Tras contabilizarse los datos de 97,96% de las actas electorales, esta madrugada el candidato izquierdista sumaba 50,24% de los apoyos, equivalente a 8.725.105 votos, contra 8.641.394, 49,76%, que tenía Fujimori.

Todavía quedan por computar votos del exterior que deben llegar mediante valija diplomática a Lima, además de sufragios observados y mesas impugnadas. Por cómo se procesan los datos de las actas en Perú, no está disponible el dato oficial de cuántos votos restan por ser escrutados, sin embargo, según especialistas, la tendencia parece ser irreversible.

Durante la jornada del martes ninguno de los candidatos hizo declaraciones públicas, pero sí se escucharon varias voces rechazando el “fraude” que Fujimori denunció en una conferencia de prensa realizada en la noche del lunes en Lima.

La postulante derechista ‒quien en esta ocasión busca por tercera vez llegar a la presidencia del país que gobernó su padre, actualmente preso, entre 1990 y 2000‒, sin mayores pruebas, pero viendo como los números oficiales claramente comenzaban a no serle favorables, expresó su preocupación por “irregularidades” durante el proceso electoral y dijo que existían “indicios de fraude”.

Observadores electorales, la ONPE, así como expertos en procesos electorales, descartaron de plano la posibilidad deslizada por la candidata de Fuerza Popular.

Los numerosos observadores internacionales certificaron la normalidad del proceso electoral y la titular de la local Asociación Civil Transparencia, la socióloga Adriana Urrutia, se sumó a esa constatación tras los reportes de sus casi 1.400 veedores desplegados en todo el país. “No hay ninguna evidencia que nos permita hablar de fraude electoral”, expresó Urrutia en una entrevista con el diario El Comercio.

Por su parte, la ONPE aclaró que algunas supuestas irregularidades denunciadas por Fujimori para sustentar su acusación de indicios de fraude son casos aislados y en investigación.

Mientras tanto, los expertos electorales Jorge Jáuregui y José Tello apuntaron que el proceso de recuento de votos avanza con normalidad y que las incidencias denunciadas por el partido fujimorista son usuales en número y características en todos los procesos electorales, de acuerdo a lo que consignó Prensa Latina.

Jáuregui y Tello expresaron que sólo un acta fue impugnada totalmente, y la ONPE precisó que las actas sólo pueden ser anuladas por motivos muy específicos, por ejemplo, el registro de más votos que el número de votantes.