La semana en Perú comenzó plagada de incertidumbre y sin definición oficial sobre quién ganó en las elecciones celebradas el 6 de junio en las que compitieron el izquierdista Pedro Castillo, del partido Perú Libre, y la derechista Keiko Fujimori, de Fuerza Popular.
En medio de enormes presiones y críticas, el Jurado Nacional de Elecciones (JNE), sigue realizando su tarea, dirimiendo las impugnaciones presentadas por ambos partidos, pero sobre todo por el fujimorismo, que de acuerdo a los últimos datos oficiales brindados por la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), cuando se llevan contabilizadas 99,953% de las actas electorales, está 48.000 votos debajo de Perú Libre. La incertidumbre parece que se alargará por algunos días más, luego de que este lunes el presidente del JNE, Jorge Luis Salas, advirtiera que resolver las impugnaciones llevará “algún tiempo”, sin dar una fecha precisa para divulgar la proclamación del nuevo presidente.
Fujimori, quien deberá ir a juicio por presuntos hechos de corrupción en caso de no acceder a la presidencia, denunció en repetidas ocasiones la existencia de “fraude” y solicitó dentro del plazo legal al JNE que anule los votos de 151 mesas de sufragio de las 802 que pretendía.
Además, de acuerdo a lo que informó la agencia AFP, este lunes la representante legal de Fuerza Popular, Milagros Takayama, pidió realizar una “auditoría” al proceso de digitalización de las actas de las mesas de sufragio realizado por la ONPE, entidad que al igual que el JNE también viene siendo fuertemente cuestionada desde el fujimorismo.