Este martes se confirmó el rumor que había comenzado a circular con fuerza en Brasilia: el senador Ciro Nogueira, integrante del Partido Progresistas, uno de los sectores que integra el denominado centrão en el Congreso, fue designado por el presidente Jair Bolsonaro para ocupar el cargo de jefe de Gabinete, uno de los ministerios más importantes dentro del Ejecutivo, ya que uno de los principales roles es el de operar como nexo entre el gobierno y el Poder Legislativo.
El centrão es conformado por un grupo de partidos políticos que, más allá de su ideología, que usualmente es de centroderecha, prestan su apoyo y sus votos a cambio de cargos, sin mayores ambages. Con esta designación, Bolsonaro obra con pragmatismo, se fortalece en el Congreso y aleja así la posibilidad de que se lleve adelante un juicio político en su contra en el Parlamento. La decisión de aceptar o no los numerosos pedidos de impeachment que hay en la cámara baja contra el mandatario depende del presidente de los diputados, Arthur Lira, representante por el estado de Alagoas, quien no por casualidad también pertenece a Progresistas, el partido de Nogueira.
“Acabo de aceptar la honrosa invitación para asumir el cargo de Jefe de Gabinete hecha por el presidente Bolsonaro. Pido la protección de Dios para enfrentar este desafío de la mejor manera posible, con compromiso y dedicación en la búsqueda del equilibrio y progreso que nuestro país necesita”, escribió en su cuenta de Twitter Nogueira, dando a conocer la noticia de su nombramiento.
La llegada de Nogueira al Palacio de Planalto implicó una serie de movimientos que ya estaban encaminados. Quien hasta ahora ocupaba la jefatura del Gabinete, el general Luiz Eduardo Ramos, pasó a encabezar la Secretaría General de la Presidencia, y a su vez quien estaba en este puesto, Onyx Lorenzoni, pasará a ser el ministro de Trabajo, cartera que recuperará su rango luego de haber pasado a ser una secretaría dependiente del Ministerio de Economía en el inicio del gobierno de Bolsonaro.
En un acto celebrado en Brasilia en la tarde de este martes, el presidente justificó su movimiento en el gabinete. Bolsonaro expresó, de acuerdo a lo que consignó el portal Brasil 247, que al comienzo de su mandato eligió a los ministros por cuestiones técnicas, “poco políticas”.
“Eso era lo que teníamos que hacer en ese momento, pero nos dimos cuenta de que cada vez era más necesario buscar el apoyo del Parlamento. Nos fuimos amoldando”, explicó. El viernes, cuando este paso de acercamiento a los partidos de centro era inminente, Bolsonaro defendió su acción política en una entrevista que concedió a la radio Banda B de la ciudad de Curitiba. “Centrão es un nombre despectivo. Pero yo soy del centrão, estuve con Progresistas la mitad de mi tiempo como diputado, estuve en el Partido Laborista Brasileño, luego pasé al Partido del Frente Liberal. En el pasado, también integré siglas que ahora no existen más”, dijo el presidente, dejando en claro la enorme movilidad que existe en el sistema político brasileño. Incluso actualmente, en otro hecho que constituye una rareza para quienes desconocen cómo funciona la política en el país, el presidente no está afiliado a ningún sector.
“Tenemos 513 parlamentarios. Los llamados centrão, son llamados así peyorativamente, son algunos partidos que se unieron en la campaña de [Geraldo] Alckmin en ese momento y luego fueron etiquetados como centrão, como algo peyorativo, algo dañino para la nación. Pero no tiene nada que ver, yo nací políticamente ahí”, afirmó el mandatario.
La jugada de Bolsonaro llega en un momento en que su posición es extremadamente complicada, con su popularidad en baja y con cada vez menos chances de ser reelecto en caso de presentarse en las elecciones presidenciales del año que viene, de acuerdo a lo que indican todas las encuestas.
La decisión de Bolsonaro de designar a Nogueira generó numerosas críticas, entre otras la del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva. El líder del Partido de los Trabajadores recordó que durante la campaña electoral de 2018, el ahora mandatario prometió terminar con las prácticas de la “vieja política”, por ejemplo, la de cambiar cargos por apoyos en el Congreso.
“Y Bolsonaro que decía que iba a acabar con la “vieja política”. ¿Cuál es su nueva política? ¿Ser rehén del Centrão?” se preguntó el líder petista.