En el marco de una situación que desde el propio Ejecutivo cubano se define como “muy compleja”, el domingo se registraron manifestaciones en contra del gobierno en varias ciudades del país.

A la ya de por sí frágil economía cubana, cercada por el bloqueo estadounidense, la pandemia de coronavirus le agregó varios problemas más, provocando además una situación sanitaria complicada.

Si bien Cuba tiene varias vacunas contra la covid-19 en las etapas finales de su desarrollo –las primeras realizadas íntegramente en América Latina–, la inmunización masiva aún no empezó en el país, lo que está generando un aumento sostenido de los contagios y las hospitalizaciones, lo que ocasionó una compleja situación en varios hospitales de la isla. A esta realidad se suma el grave desabastecimiento de medicamentos y productos básicos de la canasta familiar, que empeoró en los últimos meses, de acuerdo a lo que informaron agencias internacionales.

Desde el inicio de la pandemia volvieron a ser habituales en la nación caribeña las largas filas para abastecerse de alimentos, lo que viene provocando un amplio malestar social, que no se registraba desde los comienzos de los años 90, cuando tras la caída de la Unión Soviética llegó el denominado “período especial”, caracterizado por la escasez de todo tipo de insumos en el país.

Las protestas del domingo, que de acuerdo a medios internacionales fueron las más grandes contra el gobierno cubano en 60 años, se registraron en la provincia de Santiago de Cuba, en La Habana y también en la localidad de San Antonio de los Baños, situada al sureste de la capital.

“Libertad”, “Abajo la dictadura” y “Patria y vida” fueron algunas de las consignas entonadas por los miles de cubanos que se lanzaron a las calles, manifestaciones que fueron fuertemente reprimidas por la Policía, según informó la BBC. Al extenderse la manifestación, el presidente Miguel Díaz-Canel, quien se encontraba en San Antonio de los Baños, convocó a los seguidores del gobierno a salir a las calles a “enfrentarlas” y varios videos en redes sociales y fotos mostraron a militares y agentes de civil golpear a los manifestantes.

“Estamos convocando a todos los revolucionarios del país, a todos los comunistas, a que salgan a las calles y vayan a los lugares donde vayan a ocurrir estas provocaciones, hoy, desde ahora y en todos estos días”, dijo el mandatario en un mensaje que se trasmitió por todas las cadenas de radio y televisión de la isla.

“No vamos a entregar la soberanía de nuestra patria”, expresó el mandatario, quien luego realizó un discurso en el que describió la actual situación del país, en el que denunció la participación de la administración estadounidense en las acciones de desestabilización contra Cuba, que se intensificaron durante la pandemia.

Díaz-Canel señaló, según consignó el diario Granma, que Estados Unidos empezó desde el año pasado a recrudecer el bloqueo con una serie de medidas restrictivas, de persecución financiera en contra del sector energético, con el objetivo de asfixiar la economía de la isla. El mandatario agregó que las sanciones impuestas durante la administración de Donald Trump fueron muy perjudiciales, y más aún la inclusión de la isla en una lista de países patrocinadores del terrorismo, “una lista espuria, ilegítima y unilateral que ha adoptado el gobierno de los Estados Unidos, creyéndose los emperadores del mundo”, según Díaz-Canel.

Estas restricciones propiciaron que a Cuba se le cortaran de inmediato varias fuentes de ingresos de divisas, como el turismo, los viajes de cubanos-americanos a Cuba y las remesas. El mandatario expresó que todo esto provocó una situación de desabastecimiento en el país, particularmente de alimentos, medicamentos, materias primas e insumos para poder desarrollar los procesos económicos y productivos que propician las exportaciones.

“Están cortados dos importantes elementos: la capacidad de exportación y la capacidad de invertir recursos”, dijo Díaz-Canel.

En el marco de esta situación, el sábado trascendió que un grupo de opositores al gobierno pidió al Ejecutivo el establecimiento de “un corredor humanitario” para facilitar la llegada de ayudas a la isla, iniciativa que el gobierno descartó. “Los conceptos ligados a corredor humanitario y ayuda humanitaria están asociados a zonas en conflicto y no aplican a Cuba”, afirmó durante una conferencia de prensa el director de Asuntos Consulares y Atención a Cubanos Residentes en el Exterior de la cancillería cubana, Ernesto Soberón.

De acuerdo a lo que informó la agencia Efe, Soberón también denunció “una campaña” que busca “presentar una imagen de caos total en el país que no se corresponde con la situación actual”. No obstante, el funcionario anunció que el gobierno habilitará una cuenta de correo para agilizar los donativos desde el exterior. Además, el funcionario agregó que las ayudas al país, ya sean en efectivo o materiales, pueden hacerse a través de las embajadas de Cuba y las asociaciones oficiales de cubanos en el exterior.