Las especulaciones sobre la interferencia rusa en las elecciones realizadas en Estados Unidos en las que resultó electo el republicano Donald Trump sumaron este jueves un nuevo capítulo.

En un informe calificado como secreto del gobierno ruso, que se filtró al periódico británico The Guardian, se describe al expresidente Trump como “un individuo impulsivo, mentalmente inestable y desequilibrado que padece un complejo de inferioridad”. Durante la campaña para las elecciones de 2016 en Estados Unidos, en la que el republicano se impuso sobre la demócrata Hillary Clinton, el presidente ruso Vladimir Putin instó a sus agencias de seguridad a apoyar decididamente a Trump, porque tener a un mandatario estadounidense con ese perfil sería beneficioso para Rusia.

El Kremlin estimó que podría ser mucho mejor para la política interna rusa la victoria republicana, porque podría conducir a una “explosión social” que debilitaría al gobierno estadounidense. Con Trump en el gobierno, Putin podría dominar cualquier conversación bilateral entre Estados Unidos y Rusia, según la estrategia del gobierno. Con ese objetivo, se dictó la orden a las tres agencias de espionaje de Rusia para que encontraran formas prácticas de apoyar a Trump.

The Guardian publicó el informe “N.32-04 vd” y aseguró que su veracidad fue comprobada por expertos independientes. En los documentos se confirma que el Kremlin posee material potencialmente comprometedor sobre Trump, recopilado durante las “visitas no oficiales de Trump al territorio de Rusia”, que incluyen detalles escabrosos, aunque no fueron divulgados en la primera publicación.

Según se desprende del informe de The Guardian, la reunión clave fue el 22 de enero de 2016, y en ella estuvieron presentes Putin, sus jefes de espionaje y ministros de alto rango; de hecho, en la página web del Kremlin se confirma que ese día se llevó a cabo esa reunión, aunque en la nota sobre el tema no se menciona que Estados Unidos estuviera en el orden del día.

El diario británico consultó al portavoz de Putin, Dmitri Peskov, quien negó los hechos y aseguró que la idea de una reunión entre líderes rusos para establecer un plan secreto de apoyo a Trump es una “gran ficción”.

El informe revelado este jueves presenta un análisis de la realidad estadounidense de ese año y menciona, entre otros puntos, el “abismo político cada vez más profundo entre la izquierda y la derecha”, y un “estado de ánimo antisistema” propiciado por el gobierno de Barack Obama. En el informe las agencias rusas recomiendan apuntar a los medios de comunicación para “socavar a las principales figuras políticas de Estados Unidos”, en una posible referencia a la competidora de Trump, Hillary Clinton, aunque no se la menciona directamente.

En uno de los documentos filtrados se deja en claro que se deberá poner en práctica medidas de ciberataque por parte del servicio de espionaje militar contra los rivales de Trump, mientras que el servicio de seguridad interior ruso se debía encargar de que los estadounidenses no se dieran cuenta de la injerencia.

Apenas unas semanas después de la reunión del Consejo de Seguridad que marca la documentación filtrada, se supo que el servicio de inteligencia militar ruso –más conocido por su sigla, GRU– accedió a los servidores del Comité Nacional Demócrata y posteriormente se publicaron miles de correos electrónicos privados, lo que perjudicó notoriamente la campaña de Clinton.