Más dolorosa que la derrota sufrida en la cancha en la final de la Eurocopa, en la que Inglaterra perdió el título a manos de Italia, que lo superó en la definición por penales, fue la enorme cantidad de insultos racistas que recibieron en todos los ámbitos, pero sobre todo en las redes sociales, los tres jugadores ingleses negros que erraron sus remates en la definición, Marcus Rashford, Bukayo Saka y Jadon Sancho.
Ya en el lugar de los hechos, el estadio Wembley, se pudieron oír los insultos contra los futbolistas, pero las repercusiones posteriores tomaron tal magnitud, que el primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, y la ministra del Interior, Priti Patel, en sus redes sociales manifestaron su rechazo a la acción discriminatoria contra los deportistas. “Este equipo inglés merece ser laureado como héroes, no recibir ofensas racistas en las redes sociales”, manifestó el líder conservador, quien agregó que “los responsables de estos espantosos abusos deberían avergonzarse”.
De acuerdo a lo que informó el diario inglés The Guardian, la Policía comenzó una investigación con la finalidad de dar con los autores de los insultos. “Somos conscientes de una serie de comentarios ofensivos y racistas en las redes sociales, dirigidos a los futbolistas tras la final de la Eurocopa. Este hecho es totalmente inaceptable, no será tolerado y será investigado”, se expresó en un comunicado policial.
Pero muchas personas reaccionaron contra el primer ministro Johnson, recordándole actitudes y declaraciones previas con tintes marcadamente racistas, como cuando afirmó el año pasado que “el colonialismo en África nunca debería haber terminado”. Además, acusaron a Johnson de hipocresía al denunciar las agresiones racistas del domingo, después de no mostrar su apoyo a la decisión del equipo inglés de hincar la rodilla antes del partido, un gesto iniciado por deportistas estadounidenses negros y relacionado con el movimiento Black Lives Matter en Estados Unidos. Cuando lo hicieron por primera vez, en el arranque de la Eurocopa, los jugadores ingleses fueron abucheados por parte de su hinchada y la ministra Patel dijo que no apoyaba este tipo de acciones a las que definió como “una política de gestos”.
Este lunes, en respuesta a la declaración de Patel en Twitter, el zaguero de la selección inglesa Tyrone Mings dijo: “No puedes avivar el fuego al comienzo del torneo tildando nuestro mensaje antirracista como ‘política de gestos’ y luego fingir estar disgustada cuando pasa exactamente aquello contra lo que estamos haciendo campaña”.
Por su parte, Sayeeda Warsi, también integrante del Partido Conservador como Johnson y Patel, envió un mensaje público a la ministra del Interior pidiéndoles a ella y a todos los conservadores que “piensen en nuestro papel en la alimentación de esta cultura en nuestro país”. “Si silbamos y el perro reacciona, no podemos sorprendernos si ladra y muerde”, tuiteó Lady Warsi. “Es hora de detener las guerras culturales que alimentan la división”, agregó.
Mientras tanto, Peter Fahy, exjefe de Policía de la región de Gran Manchester y vicepresidente del organismo que representa a los jefes de Policía, dijo a The Guardian que algunos políticos habían malinterpretado “deliberadamente” la razón por la que los jugadores de Inglaterra estaban haciendo el gesto de protesta. “Hay que tener una postura muy clara sobre el antirracismo. Creo que no se puede ser pasivamente antirracista. Tienes que resistirte a que [el antirracismo] sea una cuestión política y tener claro que es una cuestión moral. Tienes que dejar tu posición muy clara”, expresó Fahy. “Hay una conexión. Los políticos son ambiguos sobre su apoyo, y optan por malinterpretar deliberadamente lo que están haciendo los jugadores de Inglaterra. Eso significa que la minoría verá eso como un apoyo tácito. Les están dando espacio para operar, especialmente a aquellos que intentan hacer hincapié en que [arrodillarse antes de los partidos] es una cuestión política”.
También se sumó a las críticas a Johnson el líder del Partido Laborista, Keir Starmer. El político opositor dijo que el primer ministro había “fallado en la cuestión del liderazgo, porque diga lo que diga hoy sobre el racismo, tenía una posición muy liviana al comienzo de este torneo en relación con los abucheos contra los jugadores que se arrodillaron. El primer ministro no hizo nada en ese momento y las acciones e inacciones de los líderes tienen consecuencias, por lo que creo que las palabras del primer ministro hoy suenan huecas”.