El presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, y su ministro de Economía, Juan Carlos Bermeo, anunciaron su nueva política de hidrocarburos, el denominado Plan de Acción Inmediato, que tiene entre sus objetivos delegar la mayor parte de la actividad del sector en empresas privadas. Mediante el Decreto 95, el gobierno de Lasso delineó esta política, que según informaron la agencia de noticias AP y el diario El Universo, necesita de algunas reformas legales que deben ser aprobadas por el Parlamento.
La iniciativa incluye la venta de la red de estaciones de servicio de la empresa estatal Petroecuador, que integra 48 estaciones estatales en diez provincias, además de otras asociadas a la red. También dispone que se lleve adelante un análisis de los campos de producción que están a cargo de Petroecuador, para que el gobierno evalúe la conveniencia de dejar su gestión en manos privadas.
En 60 días se deberá contar con un informe sobre el estado de las refinerías y los oleoductos, y en un plazo de 100 días se prevé realizar auditorías, adecuaciones legales y cambios técnicos que hagan posible que las empresas privadas que así lo quieran cambien sus contratos de prestación de servicios a otros de participación. Con ese objetivo, el gobierno del liberal Lasso se propone modificar el modelo de contrato de participación para la exploración y la explotación petrolífera, y adaptarlo a los que se utilizan en otros países para competir con ellos, informó El Universo.
Bermeo agregó que los nuevos contratos establecerán “condiciones equitativas para las partes”, y tendrán en consideración a “las comunidades y los riesgos exploratorios inherentes a este tipo de actividades”. Por otra parte, se intentará “reducir tiempos y simplificar notoriamente procedimientos para la aprobación de trámites administrativos”.
El gobierno afirma que esta transformación se llevará adelante de tal modo que se proteja el medioambiente y se implemente una consulta previa a las comunidades que viven en las zonas de explotación petrolífera. Esas comunidades, a su vez, se verían beneficiadas por los recursos que surjan de esta industria, manifestaron las autoridades ecuatorianas.
Lasso declaró también su objetivo de llegar a producir un millón de barriles de petróleo diarios en cinco años, lo que implica duplicar la producción actual, que es de unos 500.000 barriles diarios. El sector representó en los últimos tres años cerca de 28% de los ingresos de Ecuador.
“No podemos desperdiciar la oportunidad de subirnos a esta pequeña ola de bonanza petrolera internacional”, dijo Lasso, y según citó AP, agregó que se debe “fortalecer la seguridad jurídica y la confianza en Ecuador, lo que permitirá potenciar las inversiones privadas locales y extranjeras”.
Para el presidente, el país debe aumentar sus ingresos, y “uno de los sectores más importantes es el hidrocarburífero”. Lasso agregó: “Cada dólar cuenta; no podemos desperdiciar recursos y tampoco dejar de recibir ingresos que podrían mejorar las finanzas públicas”.
Su política prevé auditar y completar la fusión de las empresas Petroecuador y la también estatal Petroamazonas, y que la compañía que surja pueda recibir inversores privados, tanto nacionales como extranjeros, y cotizar en la bolsa. Su gobierno también promoverá “políticas públicas y normativas” para atraer a esos inversores.