El intendente de Canelones, Yamandú Orsi, salió al cruce del gobierno por “presionar de manera inédita” a los ediles de la coalición para que no votaran ese jueves el fideicomiso que habilitaba a la comuna a contraer un crédito por 80 millones de dólares para realizar obras en el departamento.
“Hoy quiero contarles que algo cambió en Canelones: esa acumulación positiva surgida de un particular clima de convivencia política se rompió. Nuevamente ediles blancos y colorados estaban dispuestos a acompañarnos en una solicitud de financiación de futuras obras y desarrollo en cada rincón de nuestro departamento, [pero] la Presidencia de la República intervino directamente y presionó de manera inédita a los ediles para doblegar su voluntad. Parece que molesta que a Canelones le vaya bien”, manifestó Orsi en un video.
Según dijo, con esta negativa a apoyar el fideicomiso se quiere “privar a los más de 550.000 habitantes del departamento de las mejoras previstas”; “de las casi 40 obras de consolidación de barrios, que incluyen 116 kilómetros de calles pavimentadas”; “de las mejores plazas y parques en nuestros 30 municipios”, y “de la creación de un Fondo de Movilidad Eléctrica para el transporte público”.
“¿Dónde quedó la frase ‘de esto se sale con obra pública’?”, cuestionó el intendente, y manifestó que “duele que en tiempos de aumento de la desocupación se impidan inversiones que generan trabajo genuino”. El jerarca adelantó que el gobierno departamental no cambiará “la pisada” y seguirá apoyando al nacional para “atender las necesidades más urgentes” de la población. “Duele ver que se priorice el cálculo electoral por sobre los intereses de la gente de Canelones”, apuntó.