Estados Unidos terminó de poner fin a la guerra más larga de su historia este lunes, cuando las últimas tropas que se encontraban en Afganistán abandonaron el país, que el 15 de agosto pasó a estar nuevamente bajo control de los talibanes, lo que precipitó la retirada de las derrotadas fuerzas occidentales.

En medio de disparos celebratorios comenzó la noche del lunes en Kabul. Los talibanes proclamaron la “plena independencia” de Afganistán después de que los últimos soldados estadounidenses se retiraran del país. El portavoz de la organización fundamentalista, Zabihullah Mujahid, dijo que “los soldados estadounidenses abandonaron el aeropuerto de Kabul y así nuestra nación obtuvo su total independencia”.

Por su parte, Anas Haqqani, un alto comandante talibán, escribió en su cuenta de Twitter: “Hicimos historia nuevamente. La ocupación de Afganistán por 20 años por parte de Estados Unidos y la OTAN terminó esta noche. Estoy muy feliz de que después de 20 años de sacrificios y dificultades tenga el orgullo de ver estos momentos históricos. Rezo por las almas de todos los mártires de la Jihad”.

Horas antes de estas declaraciones, el jefe del Comando Central estadounidense, el general Kenneth McKenzie, anunció desde el Pentágono que el último vuelo desde Kabul “ahora está surcando el espacio aéreo de Afganistán”. Matizando la derrota militar sufrida por los suyos, McKenzie agregó: “La retirada de esta noche significa tanto el final del componente militar de la evacuación como el final de la misión de casi 20 años que comenzó en Afganistán poco después del 11 de setiembre de 2001. Es una misión que alcanzó a Osama bin Laden, así como a otros integrantes de Al Qaeda”.

En total desde que Estados Unidos llegó a Afganistán, en octubre de 2001, 2.461 militares y civiles estadounidenses murieron en el país asiático, incluyendo a los 13 que perdieron la vida el jueves, como consecuencia del atentado perpetrado por Estado Islámico en el acceso del aeropuerto de Kabul, que en total costó la vida de 170 personas.

Pero según informaron medios estadounidenses, cientos de estadounidenses aún permanecen en Afganistán porque no pudieron llegar al aeropuerto de Kabul, al igual que miles de afganos que colaboraron con el ejército estadounidense. “Mantuvimos la capacidad de traerlos hasta inmediatamente antes de la salida, pero no pudimos sacar a ningún estadounidense. Esa actividad terminó probablemente unas 12 horas antes de nuestra salida, pero ninguno llegó al aeropuerto”, agregó McKenzie, quien aseguró que Estados Unidos continuará la misión de evacuación diplomática para recuperar a esos estadounidenses y afganos vulnerables.

La jornada final de salida de las tropas estadounidenses no estuvo exenta de tensión. Este lunes se produjeron ataques con cohetes contra el aeropuerto de Kabul, que fueron reivindicados por la rama de la organización fundamentalista Estado Islámico que opera en Afganistán, aunque la acción no ocasionó ningún daño porque los proyectiles fueron interceptados por el sistema de defensa estadounidense.

La Casa Blanca confirmó el ataque y advirtió de que el presidente Joe Biden había dado la orden de “hacer lo que sea necesario” para proteger a las tropas que seguían en Afganistán. El domingo, las fuerzas estadounidenses neutralizaron con un dron un ataque “inminente” sobre la terminal aérea de Kabul, en una operación que tuvo como saldo alrededor de una decena de víctimas civiles, entre ellos varios niños.

La salida del ejército estadounidense de Afganistán es seguida de cerca por la comunidad internacional, porque la vida en el país asiático sigue, aunque con enormes dificultades. Después de 20 años de guerra, la economía está destruida y hay una gigantesca crisis humanitaria. Organismos internacionales estiman que aproximadamente 70% de la población de Afganistán –cuya población total es de cerca de 38 millones– vive por debajo de la línea de pobreza.

La situación en Afganistán fue abordada este lunes por el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas, que aprobó una resolución centrada en la salida segura de los afganos del país, en la ayuda humanitaria y en el rechazo del terrorismo, que contó con la abstención de China y Rusia y fue criticada por su débil condena de las violaciones contra los derechos humanos, informó Efe.

Para Francia, uno de los países que promovieron la resolución junto con Reino Unido, Estados Unidos e Irlanda, “los ojos de todos los afganos están mirando este consejo y esperan un apoyo claro de la comunidad internacional, y esta falta de unidad es una decepción para nosotros y para ellos”, dijo la representante francesa, Nathalie Estival-Broadhurst.