El hombre que llegó esta mañana con una camioneta a la biblioteca del Congreso de Estados Unidos afirmando que tenía una bomba en el interior y reclamando la renuncia del presidente Joe Biden se rindió pasadas las 14.00, hora local, y fue detenido por la Policía del Capitolio, según informó el jefe del área, Tom Manger, en una conferencia de prensa.

El atacante fue identificado como Floyd Ray Roseberry, un hombre de 49 años que vive en Carolina del Norte, a casi 400 kilómetros de la biblioteca. Según Manger, durante la negociación el hombre afirmó haber sufrido la pérdida de su madre y otros problemas personales. Finalmente, bajó del vehículo sin oponer resistencia y quedó bajo custodia policial.

Consultado por los periodistas presentes, Manger dijo que aún no se había podido verificar si efectivamente había explosivos dentro del vehículo, ya que todavía había un operativo en la escena.

Roseberry realizó previamente un vivo en Facebook, en el que hizo referencia a la situación en Afganistán, así como a problemas personales. Aseguró que tenía una bomba de “nitrato de amonio”, afirmó que “empezó la revolución” y reclamó la renuncia de Biden. También dijo estar listo para “morir por una causa”. “Te lo digo, Biden: si esta ventana explota, esta bomba explota”, señaló en el video.

En una conferencia de prensa anterior, Manger había señalado que los agentes que negociaban con Roseberry habían identificado lo que parecía ser “un detonador” en su mano.

El jefe de Policía del Capitolio señaló que los negociadores se comunicaron con el agresor por medio de una pizarra blanca y se utilizó un robot para entregarle un teléfono, aunque él no lo usó, dijo Manger. Poco después de la entrega del dispositivo, Roseberry salió del vehículo y se rindió.

En declaraciones a CBS News, Philip Todd, subjefe de la Oficina del Sheriff del condado de Cleveland, en Carolina del Norte, donde reside Roseberry, dijo que la Policía se puso en contacto con su familia y que el sospechoso no estaba en el radar de la Policía.

Según informó CNN más temprano, los funcionarios de los edificios Cannon y Jefferson de la Cámara de Representantes fueron evacuados mientras se llevaba a cabo el operativo, al igual que los empleados que se encontraban en la Suprema Corte. La mayoría de los congresistas no estaban en sus oficinas, ya que este miércoles no había sesión.