En la noche del domingo, en la ciudad de Ramala, capital de facto de Palestina, ubicada en Cisjordania, el presidente Mahmud Abbas recibió al ministro de Defensa de Israel. Fue un encuentro significativo: el primer contacto directo entre altas autoridades de ambas partes desde 2010.

En la reunión, que fue sorpresiva, ya que no había sido anunciada por ningún medio ni por los respectivos gobiernos, también participaron el jefe militar israelí responsable de asuntos civiles en los territorios palestinos, Ghasan Alyan, el ministro de Asuntos Civiles de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Hussein al Sheikh, y el jefe de inteligencia palestina Majid Faraj. Luego del encuentro, fuentes israelíes afirmaron que se trataron temas civiles, de seguridad y económicos. Del lado palestino, Al Sheikh dijo en su cuenta de Twitter que se abordaron “las relaciones palestino-israelíes en todos los aspectos”.

De acuerdo a lo que informó el diario israelí Yedioth Ahronoth, entre las medidas que se aprobaron en forma conjunta se incluyen la aprobación de planes de construcción de viviendas en Cisjordania, principalmente en aldeas palestinas, además de un préstamo por un valor de 155 millones de dólares que la ANP devolverá a partir de junio de 2022. También se acordó que 15.000 ciudadanos palestinos podrán ingresar a trabajar en territorio israelí y que las empresas palestinas que comercien en Israel contarán con un sistema informático digitalizado que garantizará ingresos fiscales para la ANP por un valor de más de tres millones de dólares al año.

Durante 2020 la economía en Cisjordania, territorio palestino en el que viven aproximadamente dos millones y medio de personas, se vio profundamente afectada por la pandemia de coronavirus. Además, Abbas, de 86 años, afronta críticas desde otros sectores políticos palestinos, que incluso en los últimos días realizaron actos pidiendo su salida del cargo. “Le dije a Abbas que no llegaríamos a una solución mañana por la madrugada”, contó Gantz luego del encuentro, según consignaron medios israelíes.

Según trascendió, el mandatario palestino le pidió al ministro israelí que cesen las incursiones militares de las fuerzas de seguridad en las ciudades palestinas donde la seguridad la ejercen los palestinos, como Ramala, Nablus, Jericó, Jenin, Tulkarem y Kalkilia, entre otras, pero Gantz no se comprometió a dar este paso.

Sin embargo, el dirigente israelí destacó la importancia del encuentro. “Vine a la reunión para generar lazos de confianza, proteger los intereses del Estado de Israel y cuidar el vínculo importante que tenemos con la ANP, que creo que debería fortalecerse”, agregó. Gantz, líder del partido centrista Azul y Blanco, que forma parte de la coalición del gobierno que encabeza Naftali Bennett, destacó el rol que puede cumplir el gobierno de Abbas para los intereses israelíes. “Cuanto más fuerte sea la ANP, más débil será Hamas, habrá mayor seguridad y nuestro ejército deberá actuar menos”, subrayó. De todas maneras, y a pesar de que el gobierno de Bennett se comprometió a colaborar con la economía de Cisjordania, la cuestión del establecimiento de un Estado palestino independiente no figura en su agenda.

Según informaron agencias internacionales, la reunión entre Abbas y Gantz fue rechazada por Hamas, organización que gobierna de hecho en el territorio palestino de la Franja de Gaza. “Reuniones como esta representan la continuación de la ilusión del liderazgo de la ANP sobre la posibilidad de obtener algo para el pueblo palestino mediante el fallido camino de la negociación”, expresó en un comunicado Hazem Qasem, vocero de Hamas. Además, Qazem agregó que “este comportamiento profundiza la división política palestina y complica la situación palestina en su conjunto”.

Por otra parte, el vocero de Hamas se refirió también a los procesos de normalización de relaciones diplomáticas de países árabes y musulmanes con Israel. Señaló que este tipo de reuniones “animan a algunos en la región que quieren normalizar relaciones con la ocupación [Israel] y debilitan la posición palestina”.