Con la reapertura de las fronteras y la reactivación del turismo de compras en Argentina como una posibilidad cada vez más cercana, los intendentes de Salto, Paysandú y Río Negro comenzaron a hilvanar estrategias junto con los centros comerciales de sus departamentos para evitar que esa “vuelta a la normalidad” sea un cimbronazo para la economía del litoral. Sucede que el comercio en los departamentos del litoral fue de los pocos sectores beneficiados por el cierre de fronteras que se produjo en marzo de 2020, debido a la imposibilidad de cruzar a comprar al otro lado del río, una actividad que para algunos locales era cosa de todas las semanas.
Si bien el gobierno argentino iniciará una “prueba piloto” de apertura al turismo desde el 6 de setiembre, cuando los turistas uruguayos y chilenos podrán ingresar con vacunación completa, test PCR negativo y aislamiento –todavía no se sabe de qué duración–, según informó Clarín, hasta el momento no hay una fecha determinada para la reapertura total de las fronteras. No obstante, los gobiernos departamentales del litoral ya comenzaron a trabajar para que esa instancia no los tome “por sorpresa”, y con eso en mente se reunirán hoy en el Centro Comercial de Río Negro el intendente de Salto, Andrés Lima, el de Paysandú, Nicolás Olivera, y el de Río Negro, Omar Lafluf, con los dirigentes de los centros comerciales de sus departamentos.
“Ya vivimos esta película, por eso la preocupación y por eso la reunión que estamos haciendo las tres intendencias junto a los centros comerciales”, explicó Lima a la diaria, y señaló que, por ejemplo, “algún fin de semana en el caso de Salto llegaron a pasar 5.000 autos” para comprar combustible, ropa y otras mercancías en Argentina, antes de la pandemia. En ese sentido, el objetivo de esta reunión es intentar “unificar alguna propuesta en común de todo el litoral y si se entiende que hay que elevar alguna propuesta al gobierno nacional, hacerlo como bloque: las tres intendencias junto a los centros comerciales”, explicó. Sostuvo que hay varias propuestas sobre la mesa, pero prefirió reservarlas hasta que sean consensuadas.
“Diferencia abismal del cambio”
Olivera apuntó que el 6 de setiembre “no es la fecha que preocupa”, dado que el ingreso previsto a partir de entonces “requiere cuarentena” y test PCR negativo, “y el ingreso desde Uruguay no es por puentes”. En cambio, señaló que la realidad que sí preocupa “es la del tránsito fronterizo diario, esa que hizo que una vez que se cerraran los puentes, el 13 de marzo de 2020, muchas de las actividades comerciales que se llevan adelante en Paysandú subieran 30% a 35% las ventas”, destacó, e indicó que la misma situación se produce en Salto y Río Negro. Para el intendente, hay que apuntar a “un modelo que respete un fino equilibrio entre la integración –que no podemos ni queremos frenar– y el cuidado de nuestros comercios”.
Uno de los elementos más preocupantes en ese escenario es la “diferencia abismal del tipo de cambio en Argentina”, apuntó Olivera. Asimismo, aclaró que hay que ser “cuidadosos con el tipo de tránsito vecinal al que apuntamos para frenar el perjuicio de las economías locales”, y, en ese sentido, señaló que no sería positivo apuntar a una estrategia de “cero kilo”, en la que se pone a Aduanas “en posición de controlar todo y que nadie pueda pasar absolutamente nada”.
Para Olivera es necesario apuntar al consumidor “que hace la diferencia, el que termina perforando la economía local, [que] es el que anda en un auto –muchas veces en un buen auto– y que cruza, consume en los locales gastronómicos del otro lado de forma asidua, recurrente, constante, no como turista sino una o dos veces por semana, y a la vuelta mete surtido y tanque lleno”, describió. “Ese es el que termina doliendo, como quien dice. El que te cruza a pie para comprar un surtido, porque capaz es la diferencia entre llegar a fin de mes o tener algún comestible más, yo no sé si es para estrangularlo”, reflexionó.
Ser más competitivos
El presidente del Centro Comercial e Industrial de Salto, Ricardo Paulino, resaltó que uno de los factores para los comerciantes tiene que ver con la diferencia cambiaria entre ambos países: “Hoy día venir a Uruguay es carísimo, pero ir a la Argentina es súper barato. Necesitamos un pequeño ajuste para ser más competitivos con los hermanos argentinos”, apuntó.
Paulino indicó que “mientras en otras partes del país en plena pandemia cayeron fuertemente los números, en el litoral se dio todo lo contrario: en muchos rubros crecimos por encima de 15% o 20%” en este período, lo que implica un crecimiento de aproximadamente 30% respecto de las ventas generales a nivel nacional, y esa cifra es la que los comerciantes consideran que en años normales “se está escapando a Argentina”. Una de las propuestas que impulsan es llevar a los productos de la canasta básica una política similar a la del descuento del impuesto específico interno que rige sobre los combustibles en la frontera.
En diálogo con la diaria, el economista Giuliano Cantisani advirtió que existen “amenazas” al analizar la competitividad uruguaya en comparación a los dos vecinos, Argentina y Brasil, lo cual “representa un desafío a la hora de abrir fronteras”, señaló. En la misma línea, el economista Nicolás Cichevsky apuntó que esta situación puede “complicar en el intercambio de bienes cuando se abran las fronteras”, y que una forma de “amortiguar” esto puede ser “vía exoneraciones de impuestos”.