El coronel Aleksandre Lacerda, uno de los jefes de la Policía militarizada del estado de San Pablo, fue separado del cargo este lunes por alentar en sus redes sociales a participar en una manifestación, convocada para el sábado 7 de setiembre en defensa del presidente Jair Bolsonaro y contra el Supremo Tribunal Federal de Brasil. El estatuto policial le prohíbe a Lacerda hacer manifestaciones públicas político-partidarias. Además, este jerarca tiene responsabilidad sobre unos 5.000 funcionarios de la Policía Militar en 78 ciudades del interior del estado de San Pablo.

Este lunes en una reunión del Foro de Gobernadores el jefe del Ejecutivo de San Pablo, João Doria, advirtió a sus pares sobre el riesgo de que el bolsonarismo pueda infiltrar a las policías de los distintos estados, informó el diario Folha de São Paulo. “Créanme, esto puede suceder en su estado. Aquí tenemos la inteligencia de la Policía Civil, que indica claramente el crecimiento de este movimiento autoritario”, dijo.

Doria dijo que los bolsonaristas “alientan a la gente a salir armada a la calle”, y lo hacen “en un momento gravísimo de la vida nacional”. “El presidente coquetea permanentemente con el autoritarismo y muchos de sus ministros lo respaldan”, agregó, de acuerdo con el diario O Tempo. “Nosotros, que fuimos electos, tenemos la obligación de hablar a favor de la libertad, del Tribunal Supremo”, dijo Doria. En el encuentro, los gobernadores manifestaron su voluntad de reunirse con el presidente y los titulares de los demás poderes del Estado para poner fin a esta crisis.

A su vez, O Tempo publicó que integrantes del Ejército reconocen que hay que hacer un seguimiento a la Policía por el riesgo de indisciplina, y recordaron que en Recife la Policía atacó a manifestantes opositores a Bolsonaro sin haber recibido la orden de hacerlo.

Lacerda cuestionó en sus publicaciones al Supremo Tribunal Federal, llamó a Doria “cepa india” de covid-19, trató de mafioso al exalcalde y diputado Rodrigo Maia y criticó al presidente del Senado, Rodrigo Pacheco. “El clima va a calentarse. La libertad no se gana, se toma. Voy el 7 de setiembre”, publicó Lacerda en sus redes.

También el propio Bolsonaro llamó a sus partidarios a participar en estas protestas. Fueron convocadas en Brasilia y San Pablo, el día en que Brasil conmemora su independencia, para rechazar la decisión de la Justicia de investigar al presidente en un caso sobre difusión de noticias falsas, de “mentiras” que “atentan contra la democracia”.

Bolsonaro, que se ha enfrentado al Supremo Tribunal Federal incluso antes de asumir el gobierno, es investigado por diversos delitos, y el viernes presentó un pedido de juicio político contra uno de los integrantes de esa corte, Alexandre de Moraes, que indaga la difusión de noticias falsas. El presidente cuestionó en particular la decisión de la Justicia de detener al exdiputado Roberto Jefferson, que había llamado a atacar la sede de la principal Corte de Justicia del país y la embajada de China en Brasil.

“¿Cuál será el próximo paso? ¿Detener al presidente? ¿A sus hijos? No tenemos miedo de la prisión. Detienen por fake news, va a llegar un momento en que un mandato de la Corte no será cumplido”, amenazó el diputado Eduardo Bolsonaro, uno de los hijos del presidente.

Reacciones políticas

El domingo una decena de partidos políticos presentaron declaraciones en defensa de Moraes. Bajo el título “La democracia es el único camino a seguir”, el Partido de la Social Democracia Brasileña, Demócratas y el Movimiento Democrático Brasileño, las principales organizaciones políticas de derecha moderada, afirmaban que el integrante de la máxima corte del país es “blanco de un injustificado pedido de impeachment, claramente revestido de carácter político”. Según publicó la cadena CNN Brasil, el texto habla de “inestabilidad política” y del “fantasma del autoritarismo”.

Por su parte, siete partidos situados en el centro o la izquierda política –el Partido de los Trabajadores, el Partido Democrático Laborista, el Partido Socialista Brasileño, Ciudadanía, el Partido Comunista de Brasil, Rede Sustentabilidade y el Partido Verde– firmaron otra declaración en la que reivindican las “garantías del orden democrático, la defensa de las instituciones republicanas y el respeto por las leyes y la Constitución”. Estos partidos además llaman a poner la atención en la crisis económica y sanitaria que atraviesa Brasil. “Son esos los verdaderos problemas que deben estar en el foco de todos los hombres públicos”, afirman.