México tuvo el domingo su primera consulta popular federal en la historia. La iniciativa surgió del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, que propuso que los votantes decidieran si querían someter a juicio a un grupo de expresidentes que gobernaron el país desde fines de la década de 1980.

Se preveía que, en caso de que ganara el Sí y lo hiciera con una participación superior a 40%, ese proceso abarcaría los gobiernos de Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. Se investigarían los actos de corrupción, los procesos privatizadores, los fraudes electorales y la política de “guerra contra el narcotráfico”.

La Justicia modificó la pregunta que se planteó a los votantes con el argumento de proteger la presunción de inocencia. Finalmente, se les consultó sobre la posibilidad de emprender “un proceso de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años pasados”.

Una enorme mayoría se pronunció por el Sí, que ganó con 97,7%. Sin embargo, sólo 7,1% de los ciudadanos habilitados para votar lo hizo, y por eso el resultado no será vinculante; ya se había fijado un piso de 40%.

A pesar de la baja participación, el gobierno hizo un balance positivo del resultado y cuestionó la manera en que las autoridades electorales organizaron la votación. Manifestó que el cambio impuesto a la pregunta la volvió más confusa, que hubo escasa difusión de la convocatoria y que fue insuficiente la cantidad de urnas de votación instaladas para llevarla adelante. El Instituto Nacional Electoral (INE) manifestó que el propio Parlamento era responsable de que no se hubieran instalado más mesas de votación porque no le aprobó los recursos necesarios para desplegarlas.

Este lunes el presidente volvió a cuestionar al INE. “No tenían entusiasmo por esta consulta y no tienen entusiasmo por la democracia”, dijo López Obrador, según citó el diario mexicano La Jornada. “Fingen ser demócratas. Se pudo haber extendido el número de urnas, no es un asunto de dinero, se pudo pedir la colaboración de los gobiernos estatales y municipales, del pueblo. Pero no, no se hablaba del tema. No querían nada. Y los medios, silencio por completo. [...] ¿Cómo les va a convenir la democracia a las grandes empresas de comunicación, si eran los que mandaban antes? Llegaron a imponer a un presidente”, agregó.

También Mario Delgado, el líder del partido de López Obrador, el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), acusó al INE de no haber hecho suficiente. “Le tienen un profundo desprecio a la voluntad popular”, dijo.

Pese a los cuestionamientos, para López Obrador “fue realmente muy importante y ejemplar lo que se vivió” el domingo. Felicitó a los 6,6 millones de personas que votaron y destacó que hubo muchos más votos que en varias consultas regionales que hubo en el país, como la de 2018 sobre cancelar o no las obras del aeropuerto de la Ciudad de México.

Recordó también que para marzo de 2022 está prevista otra votación que abarcará a todo México, en este caso para refrendar o revocar su propio mandato como presidente. “Va a estar interesante la de marzo; es un desafío y es una oportunidad para consolidar estos sistemas de democracia participativa”, agregó, y llamó a quienes no votaron el domingo a hacerlo en dicha instancia.

Dos de los expresidentes aludidos en esta consulta, Fox y Calderón, también evaluaron el resultado. “Día histórico, la más baja votación de todos los tiempos”, publicó Fox en sus redes sociales, y Calderón escribió: “Fracasó la consulta popular: sólo participó entre 7 y 7,74%”.

Consultado en una conferencia de prensa sobre si no era un “fracaso” la participación de 7%, López Obrador respondió que “la democracia no fracasa” y que “en vez de un fracaso, la democracia es la alternativa, es el camino a seguir”.

El propio mandatario se abstuvo de votar el domingo, y cuando se le preguntó por qué no lo hizo respondió que lo suyo no es “la venganza”. También se le preguntó al presidente mexicano si la participación inferior a 40% deja atrás este proceso a los exgobernantes. “Lo dije en mi toma de posesión, que había que darle la vuelta a la página, pero había que dar oportunidad a que el pueblo decidiera”, manifestó y dijo que lo relevante “no es castigar” sino evitar que los hechos se repitan. Sin embargo, Delgado había anunciado que si ganaba el Sí se crearía una Comisión de la Verdad para investigar las gestiones pasadas.