Luego de varios cruces en público sobre el funcionamiento del Mercosur y de un enfriamiento en la relación bilateral, el viernes a la noche los presidentes de Uruguay y Argentina, Luis Lacalle Pou y Alberto Fernández, tuvieron un encuentro en Buenos Aires, en la residencia de Olivos. Participaron también los cancilleres, Francisco Bustillo y Felipe Solá, y según fuentes diplomáticas de ambos países el tono de la reunión fue cordial, además de que ambos gobiernos sacaron conclusiones positivas.

Lo primordial para ambas partes fue reencauzar la relación entre mandatarios, pero además Uruguay logró resultados favorables en su búsqueda por activar iniciativas bilaterales. “Se logró bajar tensiones y negociar sobre obras binacionales”, dijeron a la diaria fuentes del gobierno, mientras que del lado argentino se evaluó que hubo “un excelente clima”.

Los dos países resolvieron que acudirán de forma conjunta a la CAF-Banco de Desarrollo de América Latina en busca de financiamiento para la construcción de un puente entre Bella Unión (Uruguay) y Monte Caseros (Argentina), y podrían sumarse otros proyectos. En un comunicado tras la reunión, la cancillería argentina indicó que “por la corta distancia” entre la localidad uruguaya y “Barra do Quaraí en Brasil, [el nuevo puente] facilitaría profundamente el intercambio comercial intra-Mercosur”.

Además, el ministerio liderado por Solá destacó que “en el marco del encuentro, Fernández agradeció el respaldo de Uruguay a las aspiraciones de Argentina para asumir la presidencia pro tempore de la Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe (Celac) en el período 2022”. Se trata de un organismo creado en 2010 a impulso del fallecido expresidente venezolano Hugo Chávez y que no ha tenido demasiada relevancia, pese a contar con 32 Estados miembros. Fernández lo quiere presidir y reflotarlo pensando en un rol de mediador en los conflictos que atraviesa el continente, logrando ya la adhesión de varios gobiernos de la región.

A su vez, continúan los contactos “a nivel técnico”, según dijeron fuentes diplomáticas de Argentina a la diaria, por el ofrecimiento del gobierno vecino de un radar para el aeropuerto de Carrasco, ya que el que se utilizaba originalmente está fuera de servicio ‒se espera poder concretar el mantenimiento, pero demorará un tiempo‒ y se están utilizando radares militares que han fallado.

Mercosur: el plan de Uruguay se mantiene

Lacalle Pou y Bustillo transmitieron a sus pares de Argentina la intención de Uruguay “de seguir adelante” con su plan de negociar acuerdos comerciales, más allá de las diferencias que esto provoca dentro del Mercosur. “El camino será iniciar negociaciones y después invitar” a los otros países, explicó una fuente.

El gobierno había presentado en abril una propuesta para la flexibilización normativa del bloque, en busca de que se habiliten negociaciones con terceros países, o sea que un miembro pueda efectuar conversaciones en busca de acuerdos comerciales sin necesidad de tener el aval de los demás. Este asunto fue el que provocó las polémicas entre los presidentes, quienes cruzaron mensajes en las últimas dos cumbres virtuales del Mercosur. Uruguay logró el apoyo de Brasil para la flexibilización, si bien la prioridad para el vecino del norte es la rebaja del arancel externo común; pero se enfrentó a Argentina y Paraguay, que no avalan esta posición.

Con este panorama y tras fallidas negociaciones en el bloque, en julio el gobierno uruguayo notificó a sus socios en el Mercosur que saldría en busca de acuerdos con otros países y bloques, porque entiende que la Resolución 32/00 ‒que obliga a los Estados miembros a avanzar sólo cuando exista consenso‒ no está vigente al no ser aprobada por los Parlamentos. Otra es la visión de Argentina, cuya cancillería tras el encuentro entre los mandatarios consignó: “Fernández le expresó a Lacalle Pou la comprensión de parte de Argentina de las necesidades de Uruguay y se comprometió a buscar una fórmula dentro de la institucionalidad del organismo regional que sea útil a esa demanda”.

Desde el gobierno ratificaron que Uruguay entiende que obra dentro de la normativa vigente al salir en busca de negociaciones con terceros. Como una señal en ese sentido, mencionaron que Bustillo a las pocas horas de regresar de Argentina emprendió viaje en una gira en la que visitará cuatro países: Turquía, Armenia, Georgia y España. Dentro de la agenda, que se extenderá por dos semanas, tendrá contacto con los cancilleres de cada nación y también con cámaras empresariales.

Evaluación a nivel político

El diputado blanco Juan Martín Rodríguez, integrante de la Comisión de Asuntos Internacionales de la cámara baja, señaló a la diaria que la reunión entre ambos mandatarios “no llama la atención”, dado que en 2020 al primero que Lacalle Pou “invitó a un asado en Anchorena fue justamente a Alberto Fernández”. Sostuvo que la instancia fue “una especie de devolución de gentilezas” que, teniendo en cuenta la situación que se había generado en las reuniones del Mercosur, “vuelve a encauzar el buen vínculo” que hay entre ambos.

“Ojalá que, independientemente de las cuestiones personales, que siempre tienden a ser buenas, se logre llegar a resultados en cuanto a lo más importante, que es el fondo del asunto: que el Mercosur tenga la posibilidad de más apertura y más negociaciones”, subrayó.

En tanto, el diputado del Frente Amplio (FA) Daniel Caggiani, quien también integra la Comisión de Asuntos Internacionales, dijo a la diaria que “siempre es positivo” que el presidente de Uruguay se pueda reunir con el mandatario “de un país tan importante como Argentina”. Sobre todo “teniendo en cuenta los antecedentes”, en los que ambos países “parecían estar bastante distanciados en materia de relacionamiento bilateral, tanto a nivel de los presidentes como de los diferentes estamentos diplomáticos”.

“Se trata de marcar un cambio de rumbo, de enmendar la plana de lo que fue cierto papelón internacional que cometió Uruguay en materia de relacionamiento a nivel del proceso de integración del Mercosur, cuando intentó pecherear y tratar de confrontar con los países del bloque regional para imponer una posición. Esa estrategia fracasó con total éxito, porque aparentemente estaba acordada con el gobierno de Brasil, pero no tuvo la repercusión que el gobierno uruguayo pretendió”, sostuvo el legislador del FA.

Por lo tanto, Caggiani resaltó el retorno del diálogo entre gobiernos, porque con Argentina “no sólo tenemos vínculos culturales e históricos, sino también comerciales muy importantes”, y agregó que “la inminente apertura de las fronteras va a repercutir” en ese aspecto.

“Pero además hay una agenda bilateral que es mucho más amplia que la propia agenda de la integración, que tiene relación con los servicios portuarios, turísticos y aspectos de las hidrovías y obras binacionales en conjunto. Uruguay tiene mucho más para poder construir una agenda de entendimiento que de confrontación, como se estaba realizando, y esperemos que este sea el puntapié inicial para desarrollar una buena relación”, finalizó.