En tiempos en que cuenta con aprobación popular por su gestión de la pandemia, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, decidió adelantar las elecciones y convocarlas para el 20 de setiembre. Argumentó que Canadá atraviesa un momento crucial por la crisis sanitaria y afirmó: “Tomaremos decisiones que no sólo durarán unos meses, sino que afectarán décadas enteras. Los canadienses merecen tener voz”.
Desde que fue reelecto, en 2019, Trudeau lidera un gobierno que no cuenta con mayoría legislativa. El Partido Liberal, al que pertenece el primer ministro, cuenta con 155 legisladores en la cámara baja, la Casa de los Comunes, de 338 bancas. Por lo tanto, en este segundo mandato el gobierno de Trudeau ha dependido de otras organizaciones políticas para sacar adelante sus iniciativas parlamentarias, entre ellas sus planes de recuperación económica. Varias veces el Ejecutivo se quejó de que sus planes fueron bloqueados por el Poder Legislativo.
Según dijo a la agencia de noticias AFP Felix Mathieu, docente de ciencias políticas de la Universidad de Winnipeg, los gobiernos en minoría duran en promedio 18 meses, y ese es el tiempo que lleva en funciones el actual.
Toda la oposición coincide en que este no es un buen momento para celebrar elecciones debido a que la cuarta ola de la pandemia de covid-19 está afectando a Canadá, y consideran que el primer ministro las convoca sólo por conveniencia electoral.
De acuerdo con Efe y France24, las encuestas favorecen a Trudeau, pero no le aseguran la mayoría parlamentaria. En dos estudios, de las firmas Leger Marketing y Abacus Data, difundidos el 12 de agosto, el Partido Liberal aparece con 35% y 37% de los votos, el Partido Conservador con 28% y 30%, y el Nuevo Partido Democrático, de centroizquierda, con 19% y 20%. En el Parlamento también están representados el Bloque Quebequés, con 32 bancas y el Partido Verde, con dos.
El momento elegido
Según estudios de Abacus Data, 43% de los canadienses aprueba la gestión de Trudeau y 37% la desaprueba. Su respuesta a la crisis sanitaria y la amplia campaña de vacunación que lanzó el gobierno han favorecido la imagen del oficialismo. En Canadá el porcentaje de personas vacunadas es de 71% con una primera dosis y 62% con las dos.
En ese escenario, Trudeau cumplió con la tradición de dirigirse a Riddeau Hall, la residencia oficial de la gobernadora general Mary Simon –que representa a la reina de Inglaterra, la jefa de Estado de Canadá–, para pedirle que se disuelva el Parlamento. Simon accedió, aunque según recordó Efe, el líder del Nuevo Partido Democrático, Jagmeet Singh, le había solicitado que se negara.
Singh acusó al gobierno de Trudeau de gastar recursos que deberían dirigirse a la crisis causada por el coronavirus y afirmó en un comunicado: “Convocar una elección con dos años de antelación, durante una pandemia, muestra que no quiere cumplir sus promesas. Y todos pagaremos el precio”. Incluso le ofreció al gobierno garantizarle su apoyo parlamentario para evitar estas elecciones. También el líder de los conservadores, Erin O’Toole, cuestionó esta convocatoria y dijo que pone en riesgo a los canadienses. En cambio, para Trudeau son los dirigentes de la oposición los que tienen que dar explicaciones sobre “por qué piensan que los canadienses no deberían tener la opción, en este momento tan decisivo”.
El primer ministro ya comenzó su campaña electoral este lunes en un suburbio de Montreal, en Quebec, la región a la que pertenecían cinco de las 20 bancas que perdieron los liberales en 2019. Si bien Trudeau nació en Ottawa, en la provincia de Ontario, es diputado por Quebec, siente que pertenece a ese territorio francófono y es fuerte en esa zona del país en términos electorales. Espera recuperar allí algunos votantes que en 2015 lo acompañaron, pero que en las últimas elecciones le dieron su apoyo al nacionalista Bloque Quebequés. El año pasado Trudeau respaldó el reclamo de esa provincia de cambiar la Constitución para incluir en el texto la declaración de que “los quebequeses forman una nación”, que su lengua es el francés y que ese será “el único idioma oficial de Quebec”.
En ese lugar, rodeado de otros dirigentes liberales, dijo el lunes en su primer acto de campaña que “el apoyo a empresas y sus trabajadores” afectados por la pandemia es el centro de su “plan para crear empleos, fortalecer la clase media y hacer crecer la economía”.