Argentina y Paraguay intercambiaron este jueves comunicados, al cumplirse un año del operativo contra un campamento de la guerrilla del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) que terminó con la muerte de dos niñas argentinas.

Desde Buenos Aires, la cancillería que encabeza Felipe Solá reiteró su preocupación por el caso y pidió que “se realicen las gestiones necesarias para investigar los hechos, sancionar a los responsables y reparar a los familiares de las víctimas”.

A su vez, el gobierno del presidente paraguayo, Mario Abdo, respondió que “ha realizado propuestas concretas y expresado su disposición para compartir información” al respecto. Y agregó que las investigaciones “se encuentran dentro de los plazos procesales que dictan las normas internas”.

Las niñas murieron el 2 de setiembre de 2020, en el departamento paraguayo de Concepción, en el marco de una operación de la Fuerza de Tareas Conjuntas, que incluye policías y militares. Ese día, Abdo declaró a la prensa: “Hemos tenido un operativo exitoso en contra del EPP. Luego de un enfrentamiento, dos integrantes de este grupo han sido abatidos”.

Pero luego se supo que quienes murieron allí eran dos niñas argentinas de 11 años, Lilian y María Carmen Villalba.

Según testimonios de familiares de las niñas, eran hijas de miembros del EPP, y viajaron a Paraguay a conocerlos, porque ellas vivían en Argentina, en la provincia de Misiones, junto a tías y abuelas.

Una sobreviviente del ataque, Tania Villalba, que entonces tenía 15 años, contó al eldiario.ar que Lilian y María Carmen fueron encontradas vivas por las fuerzas de seguridad paraguayas. Según su relato, Tania pudo huir junto a su tía Laura y sus primas mellizas de 18 años, Ana y Carmen Elizabeth. Esta última, a la que llamaban Lichita, estaba herida de bala en una pierna. Las cuatro se escondieron durante días de los integrantes de la Fuerza de Tareas Conjuntas.

Finalmente, de acuerdo con su testimonio, Tania fue a buscar ayuda junto con Ana y se separaron de las demás. Recién cuando lograron llegar a Argentina supieron que Laura fue detenida en Paraguay, y todavía se desconoce dónde está Lichita.

Las autoridades paraguayas insisten en que la responsabilidad por lo ocurrido es de la guerrilla.

“La República del Paraguay lamenta una vez más las circunstancias en que ambas niñas perdieron la vida y condena nuevamente de la manera más enérgica la práctica nefasta del grupo criminal EPP de incorporar y adiestrar en su organización a niños y adolescentes para participar en actividades ilícitas”, manifestó en su comunicado. Los familiares de las niñas asesinadas reconocen que eran hijas de guerrilleros, pero insisten en que no tenían vínculo alguno con sus actividades.

A su vez, el gobierno del presidente argentino, Alberto Fernández, pide que se “facilite el acceso de miembros del Equipo Argentino de Antropología Forense para colaborar con la investigación de los hechos y para realizar una autopsia”. Reclama también que “se permita el acceso a las actuaciones administrativas y judiciales a los familiares de las niñas y representantes del Estado argentino, a lo que Paraguay se ha negado sistemáticamente”.

A lo largo de los 12 meses que transcurrieron desde la muerte de las dos niñas, la Asociación Gremial de Abogados y Abogadas de la Argentina presentó una denuncia contra el Estado de Paraguay por estos hechos, y tanto la oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos como la organización Human Rights Watch pidieron una investigación “urgente e imparcial” de lo ocurrido.