El lunes el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, llegó a los 1.000 días de mandato, en el marco de una situación económica precaria, agudizada por la pandemia de coronavirus, pero también debido a la errática gestión de su gobierno, que generó desde el año pasado un alza generalizada de los precios de los alimentos y combustibles.

De todas formas, el mandatario, para dar impulso a su administración en un momento de caída en picada de su popularidad, está encabezando una gira por el país denominada Mil Días de un Gobierno, Serio, Honesto y Trabajador. Este martes Bolsonaro llegó a la localidad de Teixeira de Freitas, en el interior del estado de Bahía, donde inauguró un tramo asfaltado de diez kilómetros de carretera y entregó títulos de propiedad de viviendas rurales.

Durante la ceremonia, el presidente dio un discurso en el que expresó su visión sobre la situación actual del país, y sobre él mismo.

“Sabíamos los desafíos, las dificultades y lo que la gente necesitaba. Nunca esperé estar en la situación en la que estoy en este momento, sobrevivir a un intento de asesinato y ser elegido presidente por un partido pequeño”, comenzó diciendo Bolsonaro, según consignó el diario Correio Brasiliense. Posteriormente, y haciendo una de sus habituales apelaciones místicas, el presidente brasileño dijo: “Realmente, sólo Dios puede explicar lo que pasó conmigo y con nuestra patria. Sabemos que él nos da las misiones difíciles, pero también sabemos que siempre estará de nuestro lado mientras lo obedezcamos. A veces me pregunto cómo llegamos aquí, cómo estamos sobreviviendo. Cómo seguimos comportándonos en una fase difícil de la pandemia, con terribles consecuencias no sólo para Brasil sino para el mundo entero”, dijo el mandatario, que seguramente sea candidato a la reelección en los comicios que se harán en octubre del año que viene.

Bolsonaro enumeró problemas como la pandemia, la inflación, la sequía, y nuevamente culpó por el aumento general de precios a los gobernadores opositores a su gobierno –que son la enorme mayoría–, que adoptaron medidas restrictivas en un intento de contener los casos de covid-19.

“Como resultado [de la pandemia] tenemos una altísima inflación, especialmente en los precios de los alimentos. Pero esto pasa a nivel mundial. Enfrentamos una de las mayores sequías, que se refleja en el precio de la energía. También enfrentamos una helada única que atacó nuestra agricultura. También tuvimos que enfrentar a gobernadores que cerraron todo, sin preocuparse por las consecuencias para los más humildes”, afirmó Bolsonaro tratando de desmarcarse de la crisis.

Pero mientras el presidente le pone cimientos a su campaña, la oposición está haciendo lo propio, y este sábado está previsto que se se lleven a cabo, en decenas de ciudades y localidades brasileñas, actos en contra de Bolsonaro. Si bien ya ha habido durante este año varias movilizaciones masivas bajo la consigna “Fuera Bolsonaro” y en favor de un juicio político contra el presidente, en esta ocasión, en la manifestación que se hará en Avenida Paulista, la más importante de San Pablo, acudirán líderes políticos tanto izquierdistas como de sectores de centroizquierda y de centro.

De acuerdo a lo que informó el portal Rede Brasil Atual, ya confirmaron su presencia en el evento del sábado la presidenta del Partido de los Trabajadores (PT), Gleisi Hoffmann; del Partido Democrático Laborista (PDL), Carlos Lupi; Luciana Santos, del Partido Comunista de Brasil, Carlos Siqueira, del Partido Socialista Brasileño, y Juliano Medeiros, del Partido Socialismo y Libertad (PSOL). También se harán presentes figuras del Partido Verde, de Solidaridad y de Ciudadanía.

Además de los presidentes partidarios, en el acto, que se llevará a cabo frente al edificio del Museo de Arte de San Pablo, participarán el excandidato presidencial Ciro Gomes (PDL), Guilherme Boulos (PSOL), el senador Randolfe Rodrigues (Red Sustentabilidad) y el exministro y candidato presidencial por el PT Fernando Haddad.

La participación formal de líderes sectoriales dará un componente más orgánico a estas protestas, que abarcarán a un espacio más amplio del espectro político brasileño. Hasta ahora el protagonismo en las manifestaciones celebradas bajo la consigna “Fuera Bolsonaro” lo tuvieron decenas de organizaciones sociales reunidas en torno a los frentes Brasil Popular y Pueblo sin Miedo, el movimiento estudiantil, las principales centrales sindicales del país y el movimiento negro.