El avión de la Fuerza Aérea Mexicana que en 2019 rescató a Evo Morales durante el golpe de Estado en Bolivia recibió disparos de bala, según revela un documento que se encuentra en A la mitad del camino, el nuevo libro del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.

Según informó Aristegui Noticias, que tuvo acceso al contenido, el libro incluye un documento de la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena), en el que se muestra el relato del piloto Miguel Eduardo Hernández Velázquez, que estuvo a cargo de la operación para sacar de Cochabamba al expresidente boliviano.

El medio, encabezado por la periodista Carmen Aristegui, publicó algunos fragmentos del documento, en los que se menciona que “durante el ascenso inicial, el piloto alcanzó a observar desde el lado izquierdo de la cabina de mando, y cuando casi alcanzaba los 1.500 pies sobre el terreno, una estela luminosa similar a la característica de un cohete” y que “en caso de tratarse de un proyectil, el punto desde donde fue lanzado podría estar ubicado en las inmediaciones del aeropuerto de Cochabamba”, desde donde acababa de despegar el avión con el líder izquierdista.

El documento también revela los problemas que tuvo la tripulación mexicana para lograr que Morales abordara el avión, debido a la presencia de militares bolivianos en el aeropuerto. Según recoge Aristegui, intentaron bajar a Morales por la fuerza, al tiempo que el exmandatario intentaba comunicarse con la Sedena para informarle de lo que estaba ocurriendo.

El piloto mexicano relató que él mismo fue detenido y golpeado por los militares, que le apuntaron con sus armas por haberse colocado en la entrada de la escalera de la aeronave para impedirles el paso. En este sentido, también mencionó que desde que el avión aterrizó en suelo boliviano, tuvo a un “elemento de las Fuerzas Armadas bolivianas” apuntándole “de manera permanente con un lanzacohetes”, arma que pudo haber sido la que efectuó el disparo posterior.

Según Hernández Velázquez, decidió no comunicarle a la tripulación lo que había sucedido para evitar que creciera la “tensión” en los integrantes de la misión diplomática.

Morales se vio forzado a renunciar a la presidencia de Bolivia en noviembre de 2019, a raíz de un golpe de Estado que se concretó con la quita del apoyo de las Fuerzas Armadas al mandatario, a raíz de las denuncias de fraude en las elecciones y con un informe de la Organización de Estados Americanos (OEA) como argumento principal.

El expresidente salió del país el 11 de ese mes, y el gobierno de facto pasó a ser ocupado por la hasta entonces diputada Jeanine Áñez, actualmente en prisión mientras se desarrolla un juicio en su contra.

El piloto Hernández Velázquez, a cargo del traslado de Morales a México, fue ascendido a general de Ala Piloto Aviador a los pocos días.

Con el triunfo de Luis Arce en las elecciones de 2020, Morales regresó a Bolivia en noviembre de ese año.