El Ministerio de Relaciones Exteriores recibió este lunes un pedido especial para que 15 familias de Afganistán puedan tener la condición de refugiados en Uruguay, tras la toma del poder de los talibanes, informó El País y confirmó la diaria. Esta semana la cancillería junto a Presidencia de la República analizará los distintos factores que implican este pedido excepcional que hizo una ONG cristiana.

Según informaron fuentes de la cancillería a la diaria, se trata de un grupo de 15 familias de entre cuatro y diez integrantes cada una, de la etnia hazara, un grupo étnico que habitualmente reside en la región central de Afganistán, de habla persa y que a lo largo de los años ha sido brutalmente atacado por los talibanes y por el denominado Estado Islámico. Una de las últimas denuncias que hizo la comunidad hazara fue presentada por las mujeres, que señalaron la realización de matrimonios forzados de mujeres jóvenes hazara con comandantes talibanes, durante la toma de poder.

El procedimiento que se aplica con esta solicitud es excepcional y se separa de lo determinado por la ley 18.076 del derecho al refugio y los refugiados. Esa ley dispone que la solicitud de refugio “deberá presentarse en forma verbal o escrita ante cualquier autoridad nacional, departamental o el representante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados con sede en el país o la oficina encargada de representar sus intereses”.

Por lo tanto, implica que la persona haga el trámite por sí misma y esté al menos en la frontera del país para hacer la solicitud en las oficinas de Migración. En este caso las familias no están en Uruguay y no lo están pidiendo ellas mismas, por eso la solicitud debe ser estudiada particularmente por la cancillería y Presidencia en lugar de hacerlo la Comisión de Refugiados.

Entre las variables que debe manejar el gobierno a la hora de aceptar darles la condición de refugiados es cómo se van a sustentar económicamente estas 15 familias, por eso la ONG que pide el refugio gestiona también qué otras organizaciones pueden hacerse cargo del apoyo.

Asimismo, deben analizar la cantidad de personas que efectivamente estarían llegando, por qué medio lo harían y desde dónde, en qué parte del país se podrían localizar, además de pensar a largo plazo las formas en que se podrían integrar a la cultura uruguaya. Por estas razones es que desde la cancillería se estima que el estudio del caso demorará varios días antes de tener una respuesta para comunicarle a la ONG.

El País informó que la propuesta llegó de la mano del subsecretario de Ambiente, Gerardo Amarilla, quien tiene contactos con la ONG Shai Foundation a raíz de sus nexos cristianos.