Varias legisladoras festejaron y lo mismo hicieron las mujeres que esperaban a la salida del Congreso de Chile, donde este martes se registró un hito hacia la despenalización del aborto. Un proyecto de reforma del Código Penal que elimina las sanciones a quienes interrumpan su embarazo hasta las 14 semanas de gestación fue aprobado con 75 votos a favor y 68 en contra. Se convirtió así en la iniciativa sobre este tema que más lejos llegó en el Congreso chileno.

Después de cuatro horas de debate, el proyecto logró una aprobación general, pero ahora deberá volver a la Comisión de Mujeres y Equidad de Género de la cámara para que trate su articulado. Por lo tanto, todavía le falta recorrer un camino legislativo en la Cámara de Diputados antes de pasar a consideración del Senado. Esa comisión ya se había pronunciado en contra de la iniciativa con los votos de siete legisladores pertenecientes a la coalición de derecha en el gobierno y a la opositora Democracia Cristiana. Otros seis votaron a favor.

Actualmente la legislación chilena sólo permite el aborto en casos de violación, inviabilidad fetal o riesgo de vida de la mujer gestante. Si no se configura una de esas tres causales, se penaliza con entre tres y cinco años de prisión. También quien colabore con la persona que decida interrumpir su embarazo es perseguido penalmente, y esto no cambia con el proyecto aprobado por los diputados.

La iniciativa que discute el Congreso chileno, y que había sido presentada en 2018, tampoco asegura el acceso al aborto libre y gratuito en el sistema de salud, sólo evita que sea punible si se practica dentro de los plazos establecidos. Aun así, el debate previo a la votación estuvo marcado por fuertes polémicas en la Cámara de Diputados.

Cristóbal Urruticoechea, integrante de Renovación Nacional, el partido del presidente, Sebastián Piñera, se preguntó: “¿Qué problema tienen [quienes apoyan esta iniciativa] con los niños inocentes que pronto le darán un beso a su madre?”, según citó el medio digital El Mostrador. A su vez, de acuerdo con lo que consignó el diario La Tercera, la diputada María José Hoffmann, que pertenece a otro de los partidos de la coalición oficialista de derecha en el gobierno, la pinochetista Unión Democrática Independiente, manifestó: “Fueron astutas y este proyecto de despenalización no es más que el aborto sin causales”.

También el diputado Jorge Sabag, de Democracia Cristiana, votó en contra, y argumentó: “No podemos desconocer la vida que late en el vientre de la madre”. Los diputados de ese partido se dividieron frente a este proyecto, con votos a favor, en contra y las dos abstenciones que hubo en la cámara. La candidata a la presidencia Yasna Provoste, que integra Democracia Cristiana, se había manifestado a favor de este proyecto, y en un debate electoral argumentó: “El aborto es una realidad en nuestro país, independiente de nuestras creencias y nuestros deseos”. Por eso el jefe de bancada de su partido, Gabriel Ascensio, dijo que los votos de esa organización política permitieron la aprobación del proyecto, y agregó: “El gran esfuerzo que hemos hecho hoy día es respaldar a nuestra candidata presidencial”.

Por su parte, Karol Cariola, del Partido Comunista, dijo que “la criminalización de la interrupción voluntaria del embarazo es también una forma de violencia de género”, y consideró que “no bastan las tres causales” que actualmente se aplican.

Por su parte, Camila Rojas, de Comunes, uno de los partidos que integran el Frente Amplio chileno, manifestó que “resulta contrario a las bases fundamentales de un Estado democrático, de derecho y laico que las creencias religiosas y las conductas que de ellas se derivan, sean impuestas a todas y todos a través de la legislación y que su no cumplimiento se castigue en el código penal”.

Otra diputada de un partido integrante del Frente Amplio, Maite Orsini, de Revolución Democrática, dijo que la votación del martes no se trataba de “terminar con los abortos o darles rienda suelta”, como planteaban algunos, y agregó que “eso es una caricatura absurda”.

Para Orsini, cuyas palabras fueron citadas por la radio BioBio, la cuestión central era determinar “si las mujeres pueden abortar sin miedo a ser encarceladas por decidir por sus propios cuerpos”.

Según una encuesta de la empresa Ipsos, citada por Telesur, 73% de la población chilena está a favor del aborto. El 7% de los consultados dijo estar en contra y otro 12% dijo que también se oponía, excepto cuando la vida de la mujer embarazada corriera peligro.