El fiscal Bel-Ford Claude le solicitó al Tribunal de Primera Instancia de Puerto Príncipe que investigue al primer ministro de Haití, Ariel Henry, como imputado por el asesinato del presidente Jovenel Moïse.
De acuerdo con el fiscal, el día del asesinato de Moïse, el 7 de julio, Henry habló por teléfono dos veces con Joseph Feliz Badio, un exfuncionario a quien la Justicia investiga como sospechoso de encargar el magnicidio. Para cuando se desarrollaron esas conversaciones, a las 4.03 y a las 4.20 de la madrugada, Moïse ya estaba muerto y Badio se encontraba cerca de la residencia presidencial, ubicada en las afueras de Puerto Príncipe, de acuerdo a la acusación formulada por Claude.
El fiscal ya había convocado la semana pasada a Henry a comparecer para “aclarar” esas llamadas. En la comunicación oficial se señala que esas comunicaciones “ameritan ser esclarecidas”, ya que su geolocalización “establece que el fugitivo Badio se encontraba en el momento de la conversación en Pèlerin 5, lugar de residencia de la víctima y de la realización de este crimen”, según el documento, publicado por el medio local Gazette Haiti.
Sin embargo, únicamente el juez a cargo de la investigación puede hacer una citación oficial, y Henry no se presentó a declarar. Este martes Claude solicitó también que se le impida al primer ministro dejar el país “por presunciones graves de asesinato”.
Hasta ahora 44 personas están en prisión preventiva por el asesinato de Moïse. Entre ellas figuran 18 colombianos, en su mayoría exmilitares, que según presumen los investigadores fueron contratados por una empresa dirigida por venezolanos con sede en la ciudad estadounidense de Miami y forman parte del grupo armado que mató al presidente de Haití. También están detenidos 12 policías que integraban el equipo de seguridad de Moïse, y que no actuaron en el momento del ataque contra el mandatario.
El sábado Renan Hédouville, titular de la Oficina de la Protección del Ciudadano, pidió al primer ministro que renuncie a su cargo. Según informó Gazette Haiti, lo hizo después de que la empresa telefónica confirmara la veracidad de las comunicaciones entre Henry y Badio.
“En nombre del derecho a la verdad y ante la perspectiva de que se siga investigando el asesinato del presidente Jovenel Moïse, el señor Ariel Henry debe renunciar sin demora y ponerse a disposición de la Justicia”, manifestó Hédouville en un comunicado.
Hédouville envió ese texto también al representante en Haití de la secretaría general de Naciones Unidas y a la Organización de los Estados Americanos, a los que pidió que eviten apoyar al primer ministro haitiano.
Henry, que fue designado por Moïse y asumió el cargo de primer ministro días después de su muerte, dijo el sábado, en una aparente alusión a la convocatoria del fiscal: “Ninguna distracción, ninguna citación o invitación, ninguna maniobra, ninguna amenaza, ningún combate de retaguardia, ninguna agresión me distraerá de mi misión”. Ese día firmó un acuerdo político con partidos de la oposición “para una gobernanza pacífica y eficaz” durante su administración interina.
En su discurso del sábado, Henry agregó que “los verdaderos culpables, los autores intelectuales y los patrocinadores del odioso asesinato del presidente Jovenel Moïse serán encontrados, llevados ante la Justicia y castigados por su crimen”.