La Usina de Percepción Ciudadana presentó el miércoles 23 de noviembre los resultados de la Fase Cero del proyecto Uruguay Cómo Vamos, una iniciativa “que intenta relevar la calidad de vida de diferentes localidades mediante el estudio de diversos indicadores y el análisis de la percepción de la población sobre el derecho al territorio”, según explicaron sus impulsores en el evento de lanzamiento del proyecto realizado en mayo.

Juan Ignacio Dorrego, integrante de la Usina, explicó este miércoles ante el intendente de Durazno, Carmelo Vidalín, y su equipo, integrado por el secretario general, Domingo Rielli, el director de Desarrollo, Claudio Piñeyro, y el director de Hacienda, Sebastián Erviti, que la investigación se centró en dos regiones. Por un lado, en el eje de la ruta nacional 101, que atraviesa un proceso de “desarrollo productivo, logístico e industrial”, y por otro, en la zona centro del país, integrada por Centenario, Durazno y Paso de los Toros, considerados puntos de interés a partir de la construcción de la planta de UPM II. Además de por las intendencias de Durazno y Canelones, el proyecto fue apoyado por el Congreso de Intendentes, gracias a fondos que solicitó a la Unión Europea.

Lo interesante del estudio, que tomó como muestra a 200 personas de Durazno y 100 de Centenario y Paso de los Toros, es que “arroja luz sobre cómo la gente está percibiendo algunas cosas, y eso es importante para los hacedores de política pública pero también para parte de los actores privados”, introdujo Dorrego.

Mucho mejor

47% de los consultados tiene una valoración positiva sobre la construcción de la nueva planta de UPM, especialmente en Centenario y Paso de los Toros. Aun así, hay un grupo de personas “que opone más resistencia”, que es la que tiene entre 18 y 29 años de edad. Las razones por las que esta población es “un poquito más reticente” forman parte de lo que se buscará conocer en las siguientes fases del proyecto, que aún no están garantizadas porque dependen de nueva financiación. De acuerdo a Vidalín, la desmotivación puede estar relacionada con el uso que hacen los jóvenes de las redes sociales, que son “muy críticas”, y con el hecho de que se trata de la generación a “la que más le cuesta conseguir empleo”.

En la misma línea, más de la mitad de las personas -54%- manifestó que desde el comienzo de las obras su ciudad está entre “mejor” y “mucho mejor”. Dentro de ese porcentaje, la mayoría proviene de Paso de los Toros y también de Centenario, el pueblo del departamento que “más ha avanzado”, según el intendente. “Eran una serie de ranchos y casitas”, y ahora “todas las semanas hay algo nuevo”, relató. A pesar de que celebra el crecimiento, Vidalín admite: “Tengo que lograr mantener eso después”.

Otro de los ítems sobre los que se indagó fueron las preocupaciones a futuro. Dorrego contó que en Durazno la principal fue el trabajo, seguido por la seguridad y la salud, mientras que fuera de la capital el ranking fue liderado por la situación en la que quedará la ciudad una vez que terminen las obras. Para Vidalín esta inquietud tiene sentido, pues la llegada de UPM aumentó el movimiento del territorio y le devolvió una vida que había perdido, a diferencia de la ciudad de Durazno, que no se ha visto tan afectada. Allí la finalización de las obras no se notará con tanta fuerza, pero eso no implica que no haya alarmas encendidas. “La posibilidad de compra del frigorífico BPU por parte del grupo Minerva me preocupa muchísimo, porque ahí hay 800 puestos directos, con salarios muy buenos”, que pueden perderse, explicó el intendente.

Inseguridad

Más allá de lo que queda por venir, la Usina apuntó a las problemáticas del presente, entre las que se destacaron el aumento de precios, en Centenario y Paso de los Toros, y la inseguridad, en Durazno. En menor medida también figuraron el desempleo y la falta de oportunidades, de locomoción y de centros de salud.

En relación a los espacios públicos, la valoración fue positiva en general. 90% de las personas opinó que la iluminación es entre buena y muy buena, 77% que la cantidad de plazas y parques es suficiente, y 69% que la calidad del agua es buena. El único aspecto en el que el optimismo descendió fue la recolección de basura, que aun así fue calificada de buena por 63%.

Según Dorrego, los “desafíos” aparecieron vinculados a los alquileres, el costo de vida y la seguridad. “Nueve de cada diez cree que los alquileres son muy altos o altos, y más de seis de cada diez que la inseguridad ha aumentado recientemente”, dijo. El equipo de la Intendencia de Durazno explicó que a partir de la construcción de UPM II los alquileres subieron de forma precipitada, alcanzando cifras de entre 5.000 y 7.000 dólares. Respecto de la inseguridad, Vidalín manifestó que su departamento tiene “una muy buena Policía”, pero “está brava la droga”.

Por último, el representante de la Usina de Participación Ciudadana subrayó la importancia de darle continuidad a lo estudiado, por medio de un monitoreo que evalúe las condiciones de vida en los territorios. “Es necesario aplicar otras técnicas de investigación” para conocer los argumentos de cada opinión, y eso se logra con “entrevistas en profundidad, grupos de discusión y grupos focales”, expuso Dorrego. Una vez alcanzado este punto, el objetivo será realizar encuentros anuales con diversos actores para discutir sobre posibles políticas y acciones a generar.