La noticia de que el documento de la Secretaría de Inteligencia no fue filtrado desde el Parlamento fue el tema del día en los pasillos del Palacio Legislativo, pese a que la discusión de la reforma previsional que está a estudio en la comisión especial se llevaba todas las miradas. El Observador consignó que el Plan de Inteligencia que se filtró no coincide con el que el director de ese organismo, Álvaro Garcé, dijo haber entregado en el Parlamento en la sesión secreta de la Comisión de Control y Supervisión del Sistema Nacional de Inteligencia de Estado. El documento que se filtró tiene al menos tres diferencias con el documento que se aportó al Parlamento.

La primera es que el texto que difundió Eduardo Preve, director del informativo de TV Ciudad, tenía 14 páginas foliadas, mientras que el que presentó Garcé en el Parlamento también estaba foliado pero tenía 15 páginas. La segunda diferencia es a quién está dirigido el documento y la tercera es cómo figura el nombre de Garcé y su cargo: en uno figura el nombre completo y en otro no.

Al respecto, el senador por el Frente Amplio (FA) Enrique Rubio dijo que de confirmarse la noticia, Garcé debería renunciar. En diálogo con la diaria, indicó que todo apunta a que la filtración tuvo otro origen, pese a que distintas autoridades, entre ellas, el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, dijeran que el plan trascendió desde un parlamentario; Lacalle Pou llegó a calificar dicho accionar como un “sabotaje nacional”.

Rubio comentó que se acusó desde el gobierno a los parlamentarios de “traicionar la patria”, entre otras increpaciones. “Ahora resultaría que la fuga se dio en otra parte. Esto compromete al director de Inteligencia. Resulta que el gobierno no termina un escándalo cuando ya se le generan dos más. Hace mucho tiempo no se veía en Uruguay tantos escándalos en tan poco tiempo. El custodio [Garcé] fracasó, por lo tanto tiene que ser relevado”, expresó, y dijo que desde la fuerza política esperarán a ver cómo termina de decantar la situación, aunque consideró que debería ser “reflejo” del propio gobierno pedirle la dimisión al jerarca.

En la misma línea se expresaron distintos senadores del FA. Por ejemplo, José Carlos Mahía indicó que si se confirma la noticia es “realmente muy grave” para el gobierno porque lo que se hizo fue una “acusación” al Parlamento de una filtración de un documento que, opinaron, es bastante “inocuo” por la información que contiene.

Mahía dijo en diálogo con la diaria que desde el Poder Ejecutivo van a tener que cambiar “su discurso” porque lo que han hecho hasta ahora “ha sido hablar de sabotaje, entre otra serie de adjetivos”, y afirmó que esto “los deja muy mal parados”.

Consultado sobre si desde el FA se pedirá la renuncia de Garcé en caso que la Fiscalía confirme que el documento no trascendió desde el Parlamento, el frenteamplista indicó que “es un escenario posible”, pero que deberá ser estudiado por la bancada opositora.

Mientras tanto, el senador suplente Eduardo Brenta opinó que hubo un intento de “enchastrar” al Parlamento “sin tener en cuenta” que en el Palacio Legislativo se “recibe la voluntad popular”, lo que se traduce en “enchastrar la democracia”. Asimismo, dijo a la diaria que las declaraciones de las autoridades fueron “livianas, mal informadas, y de un nivel tal de agresividad que no valoraron el mezquino interés político que podían lograr frente a la importancia que tiene preservar la legitimidad del Parlamento”.

Brenta afirmó que esto podría ser una “jugada interna” del Partido Nacional para “perjudicar a Garcé”. “‘Yo filtro el documento y después digo que Garcé es un irresponsable porque no trajo ni siquiera la cantidad de fotocopias necesarias’, podrían decir. Con el estado actual de la interna blanca que muestran los medios, no me extrañaría nada que sea una jugada interna; no hay por qué descartarla”, apuntó.

En conversación con la diaria, el senador Charles Carrera dijo que para solicitar una renuncia “hay que ser serios y analizar cuáles fueron las conductas del jerarca”. De todas formas, indicó que lo cierto es que resulta “sumamente grave” que el director de Inteligencia del Estado haya acusado “sin pruebas” al Parlamento: “A la luz de la evidencia del documento que trascendió, aparentemente este habría sido filtrado desde la Torre Ejecutiva. Entonces hay dos opciones: o el director de Inteligencia del Estado acusó sin fundamentos con la finalidad de ensuciar a los legisladores –y particularmente a los del FA– o le filtraron el informe de inteligencia bajo sus propias narices”. En concreto, dijo que si se comprueban cualquiera de las dos hipótesis “Garcé ha demostrado que no tiene la idoneidad mínima” para ocupar el cargo. “Si el presidente no tuviera funcionarios atornillados a los cargos, creo que Garcé ya no sería director de Inteligencia”, agregó.