El Plenario Nacional del Frente Amplio (FA) volvió a rechazar este sábado la reforma jubilatoria presentada por el gobierno semanas atrás y que ya está en discusión en una comisión especial del Senado, tal como había hecho semanas atrás la Mesa Política. Sin embargo, la instancia del fin de semana era clave para definir un posicionamiento táctico sobre cómo se iba a parar la fuerza política en el debate parlamentario.
Es que en la previa habían surgido diferencias en torno a si el FA debía aprobar algunos artículos del proyecto que se consideraran beneficiosos, tratar de mejorar algunos en los que hubiese margen o, directamente, no acompañar ninguno para que el rechazo sea más claro y no hubiese posibilidad de interpretar que se estaba convalidando la reforma.
La resolución que finalmente tomó el plenario por mayoría es la de -más allá del rechazo en general- acompañar algunos artículos que puedan beneficiar a determinados sectores de la población. Para ello, según se indicó en la declaración final, el FA, “a los efectos de aportar a la discusión parlamentaria y a que las propuestas de la sociedad reciban el tratamiento que merecen”, creará “un grupo de trabajo encabezado por Presidencia del FA, integrado por las coordinaciones de las bancadas del Senado y Diputados, y por la Comisión de Seguridad Social, que analizará la discusión e informará a la Mesa Política”.
“La bancada bicameral del FA actuará y resolverá todas y cada una de las votaciones en unidad de acción. No votará ningún artículo cuya aprobación redunde en una limitación, supresión o retroceso, actual o futuro, de algún derecho vigente para los colectivos y las personas vinculadas a la seguridad social, con excepción de los referidos a las situaciones de privilegio, por ejemplo, la Caja Militar”, se apuntó en el texto.
El FA consideró que, hasta el momento, “los argumentos que sustentan” su posición de rechazo general al proyecto, como que se trabajará más años para retirarse con una jubilación menor a la actual, “no han sido refutados por el gobierno”.
Según supo la diaria, para llegar a esta definición táctica de rechazar el proyecto pero acompañar algunos artículos que se consideren beneficiosos, hubo una moción presentada por el Partido Comunista, el Movimiento de Participación Popular, la Convocatoria Seregnista-Progresistas, la Vertiente Artiguista y el Nuevo Espacio, entre otros sectores. Esta postura, contando votos de sectores y bases, alcanzó un total de 99 a favor.
La postura minoritaria
En cambio, hubo otra moción presentada por el Partido Socialista (PS), el Partido por la Victoria del Pueblo (PVP), Casa Grande, Compromiso Frenteamplista, la Liga Federal, entre otros. Esa postura obtuvo 42 votos, es decir, aproximadamente un tercio de los que fueron a alguna de las opciones, ya que aparte hubo 14 abstenciones.
Según el texto al que accedió la diaria, esa segunda moción planteaba “definir que el objetivo central de la acción política del FA será procurar la no aprobación del proyecto” y “contribuir a sentar las bases” para hacer otra “que contemple los intereses de las grandes mayorías nacionales”. Además, planteaba buscar mecanismos para “desplegar, a lo largo y a lo ancho del país, un plan de movilización contra el proyecto y por una reforma alternativa e integral que beneficie a la mayoría de nuestro pueblo”.
En cuanto al tratamiento parlamentario, la moción que quedó en minoría señalaba que, en caso de que el proyecto se sometiera a votación, el FA no podía “legitimar, ni siquiera parcialmente, el marco que la derecha pretende imponer”, y que “de existir algún artículo aparentemente beneficioso que no haga al andamiaje general de la reforma”, que se desglosen “para su estudio y eventual aprobación en otra comisión parlamentaria y fuera del trámite del proyecto”.
Fernando Pereira y la “necedad” de posicionarse en contra
Al respecto, el presidente de la fuerza política, Fernando Pereira, dijo que la idea de la comisión interna que se creará será “ir monitoreando el tema” e “ir tomando aquellas posiciones que se acerquen a mejorar la calidad de vida de la gente”. En rueda de prensa, ratificó que “el FA rechaza enfáticamente la reforma porque básicamente es muy injusta”, aunque aclaró: “Algunos artículos los vamos a votar a favor”. “Son pocos pero son artículos que pueden favorecer la situación de algunos grupos particulares y que el FA no va a tener la necedad de no votarlos”.
Según supo la diaria, la expresión “necedad” causó molestia entre algunos de los sectores que habían planteado oponerse al 100% del articulado. Sin embargo, no está previsto que este sea motivo de discusión en próximas reuniones de la Mesa Política u otros ámbitos institucionales, porque se entiende que el debate quedó atrás.
Más allá de eso, algunos dirigentes consultados por la diaria plantearon discrepancias con el concepto de Pereira. Carlos Alejandro, dirigente de Compromiso Frenteamplista, conocido por la lista 711, señaló que es “un concepto que está mal utilizado” porque “no se puede encasillar que los que planteamos la moción [que no se aprobó] somos unos necios”. Ratificó que la postura “era razonable, no irracional”. “Yo sería un necio si planteo votar todo que no y no pongo ninguna alternativa. La alternativa que nosotros planteamos es que se desglosen esos artículos y negociarlos por separado, y tenemos dos años para negociar un nuevo proyecto de reforma de la seguridad social discutido con toda la sociedad y presentarlo en campaña electoral”, apuntó.
El diputado del PVP Daniel Gerhard también manifestó a la diaria que su sector no representa a “una izquierda ni obtusa ni nonista”. “No es que le decimos ‘no’ a todo y ‘no’ a cosas buenas. Lo que pasa es que nosotros tenemos una definición política y es que este proyecto no salga”, dijo y consideró que, para ese objetivo, no sería lo ideal “considerar qué artículos pueden ser buenos”. “Eso sería ya empezar a pensar que esta ley sale y empezar con la lógica bastante extendida hoy por hoy en el FA de la reducción de daños”, señaló. De todas formas, aseguró que, a pesar de que su moción propuesta “tuvo bastante respaldo”, ahora “el FA tiene una resolución orgánica” y es necesario “respetar la línea mayoritaria, la línea que ahora es la de todo el FA”. A su vez, consideró que en el Plenario se pudo “encarar una discusión profunda, fraterna, con diferentes argumentos y que se expresara cuantitativamente” el respaldo de cada postura.
En tanto, Gonzalo Civila, diputado y secretario general del PS, dijo a la diaria que el objetivo principal de estos sectores “es que la reforma no se apruebe porque generaría perjuicios para las mayorías por décadas”, pero que “si esta reforma finalmente se pone a votar, como la globalidad del proyecto es tan negativa, teníamos que dar una señal muy fuerte de no entrar en consideraciones particulares”. Sin embargo, a pesar de que la posición que se tomó no fue esa, “se dio una buena discusión, argumentada” y la suya “es una voz que hacia el futuro es importante” porque refleja “una orientación que debe ser tenida en cuenta”.