Este viernes se llevó a cabo un acto para homenajear y reclamar justicia por los “Fusilados de Soca”. Floreal García, Mirtha Hernández, Héctor Brum, María de los Ángeles Corbo y Graciela Estefanell fueron asesinados por la dictadura en 1974. Los cinco militantes del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros fueron secuestrados en Buenos Aires, cuando estaban en el exilio, en noviembre de ese año. Fueron torturados en centros clandestinos de Argentina, trasladados en secreto a Uruguay, torturados en la Casona de Punta Gorda y finalmente fusilados en Soca.

Convocaron al acto de este viernes la asociación de expresos políticos Crysol, la Comisión por la Memoria de los Fusilados de Soca, la Intendencia de Canelones y la Comisión Nacional Honoraria de Sitios de Memoria. El homenaje se realizó en la ruta 70, junto al memorial de los fusilados.

La proclama se centró en reclamar justicia y en cuestionar la falta de avances en la causa. “Lo poco que se ha avanzado en el esclarecimiento de estos hechos se debe a esfuerzos privados de familiares, de compañeros y amigos, siendo notable la falta de involucramiento real y efectivo del órgano que tiene todas las potestades para investigar en nuestro país: el Poder Judicial”, reclamaron.

Exigieron que el Poder Judicial cumpla con “su cometido institucional”. “Su máximo órgano, la Suprema Corte de Justicia, debe aceptar que desde el Tribunal de Nuremberg, al cual Uruguay adhirió, estos asesinatos son ‘crímenes de lesa humanidad’, tal como se lo reclama la Sentencia Diana Maidanik y otros de la Corte Interamericana de Derechos Humanos de diciembre del año pasado. Debe generar, además, las condiciones que permitan que los jueces actúen, se enfoquen y resuelvan. Debe frenar las indebidas prisiones domiciliarias de quienes han sido condenados por los peores crímenes que conoce la historia de nuestro país”, demandaron.