Este viernes desde las 10.30 se desarrolla la comparecencia del canciller Francisco Bustillo en el Parlamento, a pedido del diputado frenteamplista Daniel Caggiani, a raíz de la “preocupación” por la falta de información y avances respecto del potencial tratado de libre comercio (TLC) con China, sobre el que se anunció un estudio de prefactibilidad para diciembre y aún no hay novedades. Bustillo concurre a la comisión permanente que funciona durante el receso legislativo, en régimen de comisión general, por lo que fue invitado a informar y no habrá consecuencias políticas.
“La preocupación es por la demora en el estudio de prefactibilidad, la etapa más sencilla para iniciar un largo trayecto con China”, dijo Caggiani.
“Notamos una falta de reciprocidad en los anuncios que hizo nuestro país”, señaló, ya que en Uruguay lo anunció el presidente Luis Lacalle Pou, mientras que “en China casi hubo una ausencia de comunicación oficial”. “Se ha expresado únicamente el embajador [de China en Uruguay] y no el gobierno chino; son actos simbólicos que dan estatus, pero aceptamos que cada país y cada presidente tiene su estilo”, indicó.
“La viabilidad regional del acuerdo es uno de los nudos gordianos del tema”, agregó. Evaluó que “el contexto regional es complicado en las formas de relacionamiento; empezaron a aparecer claroscuros y nubarrones que hacen a la compleja viabilidad regional de la negociación con China, que está cuestionada”.
“Notamos que hay falta de información oficial, hay una demora en las concreciones de los grandes anuncios del gobierno”, señaló, y agregó que con esta comparecencia buscan “encontrar respuestas a las preguntas”.
El legislador analizó que ante “la escalada bélica” hay “un contexto internacional complicado”, donde se nota “una puja entre Oriente y Occidente, entre Estados Unidos y China”.
Pasando a la estrategia del gobierno, Caggiani subrayó que hay “problemas de centralidad en la política exterior; la conducción se trasladó del Palacio Santos [sede de la cancillería] a la Torre Ejecutiva, hay una centralidad de la diplomacia presidencial; es bueno que el presidente les dé jerarquía a los temas internacionales, pero también es verdad que el presidente tiene muchos problemas que enfrentar”.
“Se generaron expectativas a todo nivel por el anuncio. Esa expectativa aún no ha tenido resultados en esta parte, que es el estudio de prefactibilidad”, declaró.
A continuación, el legislador repasó números sobre el peso que tiene China en las exportaciones para los socios del Mercosur: Brasil es el primer vendedor de carnes y menudencias al gigante asiático y en total acumula 4% de las importaciones chinas, como su octavo proveedor mundial; Argentina es el cuarto vendedor de carne y acumula 3% de las importaciones; mientras que Uruguay, aunque sea China su principal mercado, está en el puesto 11 en la venta de carne y significa 0,1% del total de importaciones.
“Si se analiza la relación comercial de China con el Mercosur somos una zona altamente estratégica, por tanto nos preocupan estas cosas: si se ha comunicado al resto de los países [los planes de Uruguay con China] y cuáles fueron las posiciones de los socios; si existe una estrategia de Uruguay para lograr esa receptividad, quiénes trabajan en ello, qué reuniones han tenido y con qué resultados”, planteó Caggiani.
El diputado afirmó que “en China las relaciones comerciales las lleva el Ministerio de Comercio”, y no se ha visto “de parte del gobierno chino ningún tipo de referencia al vínculo” con Uruguay, mientras que en la web del ministerio “hay distintas menciones a acuerdos con el resto del mundo”. También mencionó que recientemente Ecuador empezó un estudio de prefactabilidad y ya firmó, en una reciente visita del presidente a China por motivo de los Juegos Olímpicos de Invierno, “el comienzo de las negociaciones; fueron más rápidos que nosotros”.
“¿Qué ha pasado? ¿Por qué no hubo un comunicado conjunto y por qué no existen esas referencias desde China? Es algo que nos preocupa”, expresó. El legislador frenteamplista también recordó que durante el gobierno anterior se avanzó en las negociaciones con China y se realizaron estudios de impacto sobre cuatro posibles escenarios, viéndose que lo mejor era avanzar en conjunto con el Mercosur y lo peor sería romper con el bloque en pos de firmar un acuerdo con China.
“Acá ha habido —disculpe, canciller, que sea franco— una apuesta de fuerte convicción de hacer las cosas por un resultado, pero no ha habido los resultados esperados. Usted ha dicho que veía luz al final del túnel, que era posible tener el apoyo implícito o explícito [de los socios], no es por falta de trabajo que no logramos los resultados esperados”, afirmó.
Luego, repasó distintos pasos dados por Uruguay en pos de la flexibilización del Mercosur, una estrategia que Caggiani cuestionó. Además, enumeró “seis acontecimientos” que ocurrieron desde que Uruguay anunció las conversaciones con China “que pegan en la banda de flotación en la estrategia” del gobierno. Entre ellas, el acercamiento entre las cancillerías de Argentina y Brasil, y la última cumbre de presidentes, en la que Uruguay quedó “aislado como Pinochet el Día del Amigo” y, “por primera vez” en la historia del bloque, no acompañó lo que pretendía ser una declaración conjunta —salió con la firma de los otros tres socios—. “Nuestra preocupación no es sólo dar respuesta a este conjunto de preguntas, sino saber cuál es la hoja de ruta. Si no la tenemos clara, es difícil avanzar en materia de inserción internacional”, aseguró Caggiani.
Para el cierre de su primera hora de exposición, advirtió: “Sentimos que estamos en peligro de quedarnos sin el pan y sin la torta”, en referencia al relacionamiento con el Mercosur y el TLC con China.