El Poder Ejecutivo resolvió incluir en el cálculo para el aumento de las jubilaciones de enero el ajuste diferencial de julio del 2021 de las pasividades mínimas, que fue de 243,5 pesos, lo que representa un cambio de criterio respecto de lo realizado previamente por el gobierno y las administraciones anteriores. En lugar de tomar como base los 15.097 pesos que los jubilados percibieron hasta diciembre, se partió de la cifra de junio –14.854– y el incremento de 6,16% llevó esa cifra a 15.768,5 pesos desde enero de este año. La información fue dada a conocer por el representante de los Trabajadores en el Banco de Previsión Social (BPS), Ramón Ruiz, y confirmada a la diaria por el ministro de Trabajo, Pablo Mieres.

En julio del año pasado, Mieres había adelantado que el incremento se haría “a cuenta” del ajuste de enero, que es por mandato constitucional y tiene como piso el aumento del índice medio de salario nominal. Ruíz señaló que ese criterio fue ratificado por el BPS en la última sesión del directorio, tras un planteo realizado por los directores en representación de trabajadores y pasivos.

Para Ruiz desde que existe este ajuste diferencial en 2007 se le llama “adelanto”, pero igualmente “ese ajuste se incluía en la jubilación y a partir de ahí se aplicaban los aumentos sucesivos”. Es decir, lo dado a mitad de año pasaba a formar parte del monto percibido por los jubilados y sobre eso se sumaba el porcentaje de ajuste en enero. “Siempre se dice que es un adelanto a cuenta porque desde el punto de vista formal no puede ser aumento para las pasividades, porque en ese caso tiene que ser una ley”, explicó Ruíz.

En diálogo con la diaria, Mieres sostuvo que “la resolución que se tomó en julio fue que el aumento único que se hizo para las jubilaciones mínimas fuera a cuenta del aumento que ocurriría a fin de año, con lo cual cuando se paga el aumento a fin de año se toma en cuenta lo adelantado en julio”. Negó que “hayan aumentado menos” las pasividades, sino que “ya habían aumentado una parte de lo que les correspondía en julio”. “Se imputó el aumento de julio, no se tomó como piso, sino como parte”, indicó. Asimismo, el jerarca aseguró que “no es que haya habido un cambio de criterio, porque hubo alguna vez un período anterior en el que se estableció también a cuenta”.

Consultado sobre las razones de este cambio, Mieres dijo que surgió del Ministerio de Economía, y que se trató de un “criterio de cálculo, simplemente” y “no hubo un debate” sobre el tema.

No obstante, agregó que hay una percepción en el gobierno respecto de que “a medida que se siguen dando aumentos diferenciales se va generando un achatamiento de la pirámide de las jubilaciones, que tampoco parece ser lo más conveniente”. Esto, señaló, “significa que las jubilaciones mínimas aumentan más que las otras y puede ocurrir que alguna [de un monto superior] quede por debajo de las mínimas”.

Mieres apuntó que “no hay nada definido” sobre el próximo aumento de julio, porque eso “se empieza a discutir cuando se acerca la fecha”. Por otra parte, resaltó que el año pasado “por primera vez las jubilaciones mínimas obtuvieron además dos canastas de alimentos, una en julio y otra a fin de año, cosa que no había ocurrido en años anteriores”, y subrayó que “esos montos equivalen a varios meses de aumento”; aproximadamente 5.000 pesos per cápita.

“Pierden los que menos tienen”

En un comunicado de prensa, Ruiz señaló que este cambio “con respecto a lo que se hizo en los últimos 16 años perjudica a las pasividades mínimas, las que más necesitan”, y aseguró que en la última sesión se puso a consideración el tema, a pedido del representante de los pasivos, Ariel Ferrari. En esa ocasión “la mayoría del directorio del BPS resolvió que no se tiene que pagar más el ajuste diferencial que recibieron en julio del año pasado los jubilados y pensionistas que ganan menos”, avalando la modificación del Ejecutivo.

En tanto, Ferrari dijo a la diaria que este miércoles el directorio podría retomar el tema, y espera que se pueda impulsar una revisión de la decisión. Señaló que “todas las jubilaciones del país pierden en relación a la inflación pero más pierden los que menos tienen” y que en este caso se está “afectando a los pobres, a los que no pueden llegar a fin de mes”. “Me preocupa que en campaña electoral [del BPS] se criticaban las jubilaciones miserables de 15.000 pesos, y que después no se nos acompañe cuando queremos revertir esta injusticia”, afirmó.

Por su parte, el director del BPS en representación de los empresarios, José Pereyra, calificó a Ruiz de “charlatán” y aseguró que en ningún momento se sometió a votación el asunto en el directorio: “Acá lo que hay es una discusión técnica”, afirmó.

Pereyra, que ganó la elección del BPS bajo la lista de Un Solo Uruguay, adelantó que en la próxima sesión del directorio solicitará información “más detallada” del tema, y reconoció que en su opinión el ajuste se tiene que mantener tal cual se venía haciendo. Sin embargo, opinó que la discusión no se debe centrar en eso: “El problema que se arrastra del gobierno anterior y se mantiene con el actual es que tenemos jubilaciones de hambre, que están por debajo del salario mínimo. Podríamos sentarnos a hablar todos los actores si vamos a tolerar que haya jubilaciones de hambre”, reflexionó.