En la noche del martes, en Las Piedras (Canelones), la coalición de gobierno hizo su último acto en defensa de 135 artículos de la ley de urgente consideración (LUC), que se pondrán a referéndum el domingo (la campaña del No la cerrará estrictamente el presidente, Luis Lacalle Pou, este miércoles, con una conferencia de prensa). El evento lo abrió el único diputado del Partido de la Gente, Daniel Peña, y luego le tocó el turno al ministro de Trabajo y Seguridad Social, Pablo Mieres, del Partido Independiente.

Mieres sostuvo que “no hay duda” de que lo que buscó la oposición al resolver ir contra 135 artículos de la LUC fue “cuestionar al gobierno en general”, ya que “nadie puede pensar que el tema es este artículo, este otro o aquel de más allá”. Subrayó que en el referéndum lo que está en juego es “la respuesta de la ciudadanía respaldando a este gobierno”, que llegó luego de uno que estaba “agotado” y que dejó “una triste herencia”. Recordó que el Frente Amplio dejó un país “en recesión, en donde el empleo no hacía otra cosa que bajar y la inseguridad no paraba de crecer”.

El ministro rememoró que 13 días después de asumido el gobierno, en 2020, llegó la pandemia, que fue “la tormenta perfecta”, y dos años después, ahora, el gobierno “exhibe una de las mejores gestiones de la pandemia” a nivel mundial. Además, “ha habido un avance en materia de empleo, que ha permitido recuperar niveles que no había en 2019”. “También revertimos las condiciones de inseguridad, no hay ninguna duda de que las tasas de delitos se redujeron en los últimos dos años de manera permanente. Y por supuesto que esperamos muy confiados el resultado del domingo, porque va a haber una ratificación de la confianza a este gobierno, que pudo revertir todas estas situaciones negativas que recibimos”, finalizó.

Por su parte, el senador Guido Manini Ríos, líder de Cabildo Abierto, subrayó que “el pueblo uruguayo, más precisamente, los orientales”, acompañaron “al general Artigas, a Rivera, Oribe, Lavalleja, Aparicio Saravia, José Batlle y Ordóñez, Herrera, Luis Batlle, Wilson Ferreira y Jorge Pachero Areco, y en cada una de esas etapas de la vida del país el común denominador fue la rebeldía”. “Rebelarse contra la injusticia y contra los autoritarismos. Hoy es la hora de rebelarnos nuevamente, contra la mentira y la escandalosa tergiversación de la realidad. Nos han dicho cosas que realmente ofenden la inteligencia de los uruguayos, como que la LUC es una ley hecha para los más ricos; pero es exactamente lo contrario, hecha para los más débiles de nuestra sociedad”, aseguró.

Manini sostuvo que la LUC fue hecha, por ejemplo, “para aquellos que no se pueden pagar la seguridad privada, aquellos cuya paz depende del buen funcionamiento del instituto policial y de la Justicia, aquellos que necesitan una Policía eficaz y eficiente, que se sienta respaldada por el marco jurídico y sobre todo por la sociedad a la que sirve”. Agregó que desde la campaña del Sí se buscó poner a la Policía en “el banquillo de los acusados” y hacer que se le falte el respeto, “como hicieron a lo largo de toda su historia, faltarle el respeto al uniforme policial”.

Sanguinetti: una “puja entre la esperanza y la resignación”

En tanto, el secretario general del Partido Colorado, Julio María Sanguinetti, expresó su alegría por ver flameando las banderas de “partidos democráticos, que sin rencores, sin odios y sin resentimiento” vinieron a “afirmar derechos, principios, instituciones y libertades, a mirar hacia adelante”. Resaltó que el gobierno enfrentó la pandemia con “unidad, visión y sentido de responsabilidad”, y se hizo “lo que había que hacer, se pusieron 900 millones de dólares”.

“Tuvimos los mejores guarismos de salud, y al año siguiente pudimos enfrentar la prolongación de esa peste, que nunca imaginamos que iba a durar dos años. Porque hubo prudencia el primer año, pudimos enfrentar con éxito al segundo”, indicó. Llamó a que los jóvenes que están militando por primera vez sientan que “hoy están jugando algo trascendente, no simplemente un ejercicio electoral”, porque “a este gobierno se lo quiere desconocer a sólo dos años” de haber asumido.

“Se quiere dar ya el salto para atrás. Y quienes lo hacen, ¿con qué autoridad política? ¿Los que entregaron el país con la mayor crisis de seguridad de la historia pueden reclamarnos hoy? Entraron al gobierno con 7.000 rapiñas y terminaron con 30.000, y ahora nos vienen a reclamar y a pedir explicaciones que no tienen derecho a hacer”, sostuvo.

Luego, el expresidente se refirió a la educación. Recordó que lleva peleadas “mucha batallas” por ese tema y que fue ministro de Educación “en tiempos lejanos” (1972). Aseguró que siempre enfrentó “lo mismo”: las “corporaciones gremiales, envejecidas, atrasadas, conservadoras y reaccionarias, que no vacilan en tomar de rehenes a los muchachos y no tienen idea del futuro”. “El mundo cambió, sólo defienden posiciones burocráticas abusivas, como las que se han demostrado en la enseñanza secundaria, que falsifican horas”, sostuvo.

Por último, Sanguinetti dijo que el referéndum del domingo es una “puja entre la esperanza y la resignación”, la esperanza “de poder seguir avanzando en la seguridad”, y que no se resignarán “a que la educación vuelva a ser nuevamente” lo que era. “Y entre la resignación y la esperanza, siempre triunfa la esperanza”, finalizó.

Delgado: si gana el Sí, “la Policía queda desnuda”

El acto lo cerró el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, en representación del Partido Nacional. Subrayó que no iba a hablar de los 135 artículos de la LUC, sino sobre “dos conceptos”. El primero fue el tema de las adopciones, ya que le “cuesta mucho” entender por qué los partidarios del Sí “no quieren acortar el período para que la gente pueda adoptar a un niño”.

“Mucha gente demora años porque la burocracia le pasa por arriba. La LUC da la posibilidad y la garantía, a través del Juzgado de Familia, de poder acortar los plazos. El año pasado, gracias a la LUC, hubo récord de adopciones en Uruguay”, sostuvo.

Luego Delgado hizo énfasis en la seguridad. Recordó que el 2 de marzo de 2020, un día después de asumir el gobierno, a las ocho y media de la mañana, Lacalle Pou se reunió con el entonces ministro del Interior, Jorge Larrañaga, y los 19 jefes de la Policía, para decirles que él iba a ser “el primer policía”, porque “hay que cambiar la política de seguridad”. Por lo tanto, primero se le dio “respaldo político” a la Policía, y luego, a través de la LUC, “respaldo jurídico, para poder actuar”.

Delgado dijo que la Policía “recuperó la autoridad, el orgullo de ser policía y vestir uniforme, y el respeto de la gente”. Agregó que “hay muchos efectivos policiales que perdieron la vida en los últimos tiempos en el ejercicio del deber”. Resaltó que en estos dos años de gobierno, “cada vez que hubo un policía abatido en el ejercicio de su función, el presidente de la República y el ministro del Interior fueron a saludar a la familia, cosa que antes nunca pasaba”.

Por último, el secretario de Presidencia dijo que “quizás suene un poco duro”, pero tiene la “sensación” de que si gana el Sí, el lunes 28 de marzo “la Policía va a sentir que la sociedad le dio la espalda”. “Y eso no lo vamos a permitir. No vamos a darle la espalda a la Policía nacional, porque es la que nos protege y no podemos volver atrás. Es más, si se deroga la LUC, no sólo volvemos a estar como antes sino peor, porque el 28 la Policía queda desnuda”, finalizó.