La Mesa Política del Frente Amplio (FA) aprobó por unanimidad el lunes una declaración en la que reivindicó la necesidad de que Uruguay condene el bloqueo de Estados Unidos contra Cuba en la próxima Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), que será el 6 de abril. La oposición recuerda que Uruguay mantiene esa postura desde 1992, cuando el organismo internacional votó por primera vez una resolución sobre la necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos a Cuba desde 1962. Esa resolución se aprueba todos los años desde entonces, y en junio del año pasado Uruguay volvió a apoyar la moción, que se aprobó por 184 votos a favor, dos votos en contra (Estados Unidos e Israel) y tres abstenciones (Colombia, Brasil y Ucrania).

En su pronunciamiento, el organismo del FA calificó el “embargo económico, comercial y financiero de Estados Unidos a Cuba”, instaurado por el presidente norteamericano John F. Kennedy, como “una medida unilateral contraria a los principios de igualdad soberana de los estados, no intervención y no injerencia en sus asuntos internos consagrados en la Carta de Naciones Unidas y a las normas de libertad de comercio y navegación establecidas en numerosos instrumentos jurídicos internacionales”. Asimismo, señaló que esta “política punitiva” estadounidense “ha acumulado enormes pérdidas económicas, así como otras limitaciones que dificultan el desarrollo económico y social de Cuba e impactan directamente en su población”.

El FA recuerda que “las 29 ocasiones anteriores” en que la ONU votó resoluciones a favor de la finalización de la medida “Uruguay ha acompañado con su voto afirmativo”. “Sin perjuicio de ello, y ante la consideración de un nuevo pronunciamiento sobre este tema en la sesión plenaria de la Asamblea General de la ONU a realizarse el 6 de abril próximo, el Frente Amplio reitera su condena al bloqueo ilegal y criminal contra Cuba, reclama su inmediata finalización y reivindica la posición que hasta el presente ha mantenido Uruguay sobre este punto en el seno de las Naciones Unidas, el más amplio y representativo foro de la comunidad internacional actual”, manifiesta.

El exsubsecretario de Relaciones Exteriores y actual presidente de la Comisión de Asuntos y Relaciones Internacionales del FA (Carifa), Ariel Bergamino, aseguró a la diaria que “en esto no hay dos opiniones” dentro de la oposición y que todos sus sectores están alineados detrás de esta postura. Asimismo, consideró que tampoco hay dos posturas a nivel nacional, y recordó que incluso se pronunciaron en este sentido los expresidentes Luis Alberto Lacalle Herrera (Partido Nacional), Julio María Sanguinetti y Jorge Batlle (Partido Colorado). “Uruguay en el tema del bloqueo no tiene, hasta ahora, dos opiniones. No hay indicios tampoco de que vaya a cambiar”, opinó, con base en que en 2021 el presidente Luis Lacalle Pou mantuvo la misma posición.

Bergamino señaló que “incluso en la reunión de la Celac [Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños] que hubo en setiembre del año pasado, a pesar de aquel diálogo entre el presidente Lacalle y [el presidente cubano, Miguel] Díaz-Canel, cuando se puso a consideración una declaración especial de la Celac sobre el tema del bloqueo, Uruguay acompañó también”. “Nada hace avizorar que vaya a haber cambios en esa materia”, apuntó.

Choques entre Lacalle y Bustillo: “preocupación y dolor”

Bergamino asumió la presidencia de la Carifa hace poco más de un mes, según indicó, a propuesta del presidente del FA, Fernando Pereira. Dijo que no representa a ningún sector partidario y que es un “no sectorizado”. Consultado sobre los recientes desencuentros entre la Presidencia y el Ministerio de Relaciones Exteriores, como la intervención de Lacalle Pou para dar marcha atrás a la postura inicialmente adoptada por la cancillería en el tema Ucrania ante la Organización de los Estados Americanos, el exsubsecretario dijo que los ve con “preocupación y dolor”.

“Con preocupación, porque estos episodios no le hacen bien ni a la cancillería ni al gobierno ni al país. No me provocan ningún tipo de alegría; estas marchas y contramarchas no le hacen bien al país en su conjunto. Con dolor, porque me consta que en la cancillería hay un plantel calificado de profesionales, que me imagino cómo se sienten”, reflexionó Bergamino. El exdiplomático afirmó que le “consta” que los funcionarios de esa cartera “son profesionales muy serios y muy comprometidos, y me imagino que no han de estar conformes con esta situación”.

Asimismo, Bergamino aseguró que no recuerda antecedentes similares en gobiernos del FA de descoordinación entre el gobierno y el Ministerio de Relaciones Exteriores: “En los 15 años de gobierno del FA, los primeros cinco los pasé como jefe de asesores del presidente [Tabaré] Vázquez y el resto como embajador, por un lado, y luego como subsecretario del ministerio, y sinceramente no recuerdo una situación de estas idas y venidas, marchas y contramarchas. Tampoco una intervención así”, apuntó. Si bien dijo que “está claro que la política exterior la fija el gobierno y otra cosa es el servicio exterior”, consideró que “siempre había un diálogo, una complementación” entre las partes.

“Acá no gana nadie. Ojalá esto se resuelva de la mejor manera posible, por el bien de todos. Viví en esa casa durante casi una década, me imagino que hay una situación de preocupación, de incomodidad”, opinó Bergamino.

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